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¡NECESITO ESCRIBIR!

TRISTEZA

No me ha quedado más remedio

que sentir la emoción prohibida.

La sensación desgarbada

que te seca los surcos de las lágrimas

hasta que notas las cuencas 

como cicatrices de heridas vacías.

 

Has escuchado tus bocanadas 

de pez moribundo

mientras resonaban los ecos 

de voces sabias

que te lo dijeron mil veces 

como las lenguas de doble filo.

 

Por inmersión, bajando a la fosa,

has iniciado un nuevo camino de descenso

que estaba obstruido por el miedo,

por la comodidad del intelecto.

 

Has dejado que tu sangre te acune 

con su modo salvaje,

pero lleno de amor

 

Al final te has permitido 

algo que estaba a un segundo de una elección

y que era tan sencillo

como dejar que la tristeza te cantara

con todo su blues.

 

 

EL CAMINO DE LA CNV

10 frases a evitar: lenguaje que aleja

 

1.     Tengo que convencerte de…

2.     Tienes que…

3.     Te aconsejo que…

4.     Lo que tienes que hacer es…

5.     Esto es mejor que…

6.     Nunca… Siempre… Jamás… Nadie…

7.     Pero…

8.     Es por tu culpa…

9.     Me quejo de…

10.  Yo critico porque…

 

10 frases a incorporar: lenguaje que acerca

 

1.     ¿Qué sientes?

2.     ¿Qué necesitas?

3.     ¿Cómo te encuentras?

4.     ¿Qué puedo hacer por ti?

5.     ¿Cómo puedo ayudarte?

6.     ¿Qué te preocupa?

7.     ¿Quieres que acompañe?

8.     ¿Tú que piensas?

9.     ¿Cómo lo ves?

10.  Me alegro de verte.

 

No hacía falta escribir este poema

Todo mi mundo está poblado 

de una presencia inquietante y desgarradora.

De una huella contradictoria de amor y desamor. 

De una batalla sin cuartel entre la razón y el corazón.  

De un pulso que mi dimensión emocional ha perdido ya contra el logos,

aunque ella aún no lo sabe.

Es el debate entre los porqués estériles y los “paraqués” felicitantes.

Es la ironía del destino que regala vacío a un hombre lleno

(de vida, de proyectos y de sueños).

Es la tristeza encarnada y la rabia descarnada. 

Es el dolor obligatorio frente al sufrimiento opcional. 

 

Y todo para aprender lo siguiente:

 

que el ser humano está tejido de jirones de enigmas difícilmente desentrañables,

y que la vida está a tan sólo un nanosegundo de ponerse patas arriba. 

 

Pero para eso,

no hacía falta escribir este poema.

PROPÓSITO DE AÑO NUEVO

  1. Recuperar los amigos perdidos
  2. Volver a escribir poesía
  3. Romper mis escudos y escuchar jazz de nuevo
  4. Leer y releer hasta que me escuezan los ojos
  5. Madrugar y seguir haciendo deporte
  6. Organizar cenas en casa
  7. Escribir un par de libros perdidos en mi memoria 
  8. Expandir Adhara por la geografía
  9. Fumar hasta el día que me canse
  10. Cuidar a mi equipo cada segundo 
  11. Ir al trabajo en bicicleta
  12. Empaparme de arte por los cuatro costados
  13. Contribuir a la felicidad de las personas
  14. Comprometerme con aportar belleza al mundo
  15. Quedarme en las fiestas hasta el final
  16. Tener conversaciones auténticas sin tener que mirar el reloj
  17. Pasar de lo perfecto a lo suficientemente bueno
  18. Escuchar a mí yo esencial
  19. Trasnochar cuando sea necesario
  20. Hacer un curso de Clown y otro de cocina
  21. Tirarme en paracaídas 
  22. Conseguir más ingresos pasivos
  23. Hacer intervención social desde el arte
  24. Seguir creciendo cada segundo 
  25. Y claro está: encontrar una persona a la que pueda amar hasta que ambos perdamos el conocimiento.

FELIZ AÑO 2022

Esta mañana temprano he subido con Bico a la Piedra del Rey Moro para contemplar una de las metáforas más clarificadoras que conozco: el banco de niebla.

A veces, en años como este, tan duros y desoladores en epidemias y otras circunstancias afines, parece que el mal durará cien años, pero esto es sólo porque miramos la realidad como si estuviéramos dentro del banco de niebla, sin perspectiva. Todos sabemos que detrás de la roca con forma de cabeza de águila, Toledo persiste y la luz volverá a teñir de belleza nuestra ciudad. 

Por eso, aunque parezca que la Pandemia será eterna, lo que necesitamos comprender es que estamos en el centro del banco de niebla y que al final seguro que saldrá el sol y pronto todo será un recuerdo más almacenado en la biblioteca del tiempo y de la memoria. 

Os deseo a todas y a todos una feliz noche y un próspero 2022.

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Mi nueva Brompton, S6L Racing Green

Inteligencia emocional y economía

 

¿Sabías que para poder desarrollarte como una persona completa desde el punto de vista de la inteligencia emocional es fundamental que tengas tu economía saneada?, o lo que es lo mismo: que potencies tu coeficiente de inteligencia financiera.

 

El cerebro humano expresa sus preferencias a través de tres ámbitos que se corresponden con tres de los “cerebros” con los que actuamos. En realidad, todo esto es un modelo, pero lo interesante es que funciona con la precisión de un reloj suizo.

 

Básicamente, el cerebro reptiliano se asocia con la preferencia cerebral práctica, en ella se encuentra el cuidado de la salud, de la alimentación, de la sexualidad y de la economía. Por otro lado, el cerebro límbico o emocional, determina la preferencia cerebral emocional. En él reside la dimensión relacional, los sentimientos, los estados de ánimo, el interés por las personas. Finalmente, el cerebro neocortical se asocia con la preferencia cerebral intelectual. Del cerebro prefrontal no hablaremos hoy.

 

Aquí viene lo interesante: todo el modelo funciona con una estructura piramidal. Primero, debes desarrollar la competencia práctica, después la emocional y, después la intelectual. Es algo análogo al orden de satisfacción de necesidades de Abraham Maslow: Si no tienes las necesidades básicas cubiertas es más difícil que pienses en la autorrealización.

 

Entonces, para trabajar tu competencia emocional, necesariamente, tienes que haber cubierto tu competencia práctica. Si no, habrá un desequilibrio en tu vida. Y resulta que, dentro de la competencia práctica está tu alimentación que se trabaja cuidando lo que comes. Tu salud, que se trabaja con una vida sana, haciendo deporte. Y también la economía que se trabaja estudiando educación financiera. Es decir, no puedes decir. “Yo hago deporte, me alimento bien, pero no me hables de la declaración de la renta, de la bolsa o del dinero, porque soy un desastre”.  En conclusión, tener cuidada tu economía es tan importante como tener cuidada tu salud. Y de algún modo es el antecedente necesario para poder desarrollar tu dimensión emocional.

 

Espero que haya servido esta pequeña explicación para comprender qué papel juega la economía en la inteligencia emocional.

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QUEJAS

 

 

Últimamente observo 

que tu lenguaje 

se ha poblado de quejas:

sobre la política rastrera,

sobre la economía asfixiante,

sobre el trabajo complicado,

sobre la salud inalcanzable,

sobre la vida,

al fin y al cabo.

 

Íntimamente siento 

una frustración agitante,

una incomodidad sincera, 

un malestar interno y

un nerviosismo extraño

como consecuencia 

de ese enorme bosque de quejas 

que ensombrece tu vida.

 

Sinceramente,

Necesito y persigo

una tranquilidad desértica,

una serenidad de ultramar.

Algo así como

una comprensión 

y un apoyo sincero

 

 

Empáticamente,

te pido

que hagas cosas en vez de enrocarte en la dificultad

que pienses que todo lleva un esfuerzo

que entiendas la vida recompensa a los que no se rinden

y te sugiero que te entregues

con pasión a tus sueños

porque la queja solo conduce al dolor.

 

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Paseo visual por Toledo nevado

EFI 3 Los 5 niveles de la escucha

Las 5 disfunciones de un equipo

El experimento Pigmalión

El poder de la Superación Personal: Podcast Hablamos de Poder

En nuestro capítulo de hoy entrevistamos a Pedro Salvador Doctor en Antropología y Coach Certificado por ICF en Coaching ejecutivo, coaching de equipos y coaching personal. Pedro se dedica al coaching y la formación desde hace más de 30 años, para potenciar el talento de las personas y los equipos, pero sobretodo Pedro es el reflejo de la superación, el optimismo y la resiliencia. No te lo pierdas!

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Comunicación No Violenta - Podcast del CRFP CLM

Podcasts #2: Reflexiones docentes. Comunicación no violenta (Pedro Salvador)

 

 

Pedro Salvador es Doctor en Antropología, coach, creativo y autor del libro "El pequeño libro del gran formador".

 

Comunicación no violenta (abreviada como CNV) es un proceso de comunicación desarrollado por Marshall Rosenberg. Este enlace se abrirá en una ventana nueva a inicios de los años sesenta. Se enfoca en tres aspectos: auto empatía (definida como una profunda y compasiva percepción de la propia experiencia interior), empatía (entender y compartir una emoción expresada por otro) y auto expresión honesta (definida como expresarse auténticamente de una forma que haga más probable que surja la compasión de los demás).

 

La comunicación no violenta se basa en la idea de que todos los seres humanos tienen la capacidad de compasión, y solamente recurren a la violencia o al comportamiento que daña a otros cuando no reconocen estrategias más efectivas para satisfacer sus necesidades. Hábitos del pensamiento y el habla que conducen al uso de violencia (psicológica y física) son aprendidos a través de la cultura.

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Planificando el sábado

2ª CRÓNICA DEL COVID 19

Segunda entrega de la crónica del coronavirus, el paseo de Bico. Un paseo riguroso de 5 minutos con un radio de unos 200 metros desde la puerta de casa en el entramado laberíntico del casco histórico de Toledo. Es un paseo por una ciudad de estructura árabe con el reflejo de una situación insólita, sin apenas humanos y sin el pulso turístico del día a día

CRÓNICAS DEL COVID 19

Crónica visual del vacío humano en las otrora atestadas calles Toledanas durante mi ritual matinal con Bico, mi pulmón en el confinamiento.

Tiempos de virus y coronas

Vivimos unos días complejos, con una pandemia que recuerda el Apocalipsis, con una cantidad del fallecidos y de contagiados por el Covid 19 que hace que el corazón se nos vuelva escombros, pero el Show tiene que continuar, desde la tristeza, desde el duelo y desde el dolor. Sólo con determinación y con cierta dosis de perspectiva saldremos adelante, que así será. Esto es solo un  pliegue en la linea del tiempo, una muesca más en el revólver de la parca.  

 

Creo que es el momento de afilar nuestra hacha, de preparar nuestra recuperación, un momento para la esperanza y para recordar que nuestro modelo post-virus ya no será el mismo modelo. Es también una oportunidad para reformularnos, para la reflexión, para aprender a relativizar y para ahondar en nuestro autoconocimiento. 

 

Sólo me atrevo a sugerir tres cosas: Primero: dieta hipo-informativa, recuerda el axioma de "somos lo que comemos". Selecciona lo que lees, lo que escuchas y lo que ves. Segundo: establece una actividad clave del día, una roca que tienes que picar, y lo harás porque quieres crecer como persona, estableciendo hábitos saludables en tu vida. Tercero: para. Tienes que  mirar desde fuera y no caer en la acción como fin en sí mismo. Permítete coger un boli y una libreta y anotar lo que piensas, lo que quieres hacer, lo importante en tu vida. 

 

Te  deseo mucha buena suerte.

 

CÓMO AFRONTAR CONVERSACIONES DIFÍCILES

Si eres jefe, responsable de recursos humanos, o cualquier persona con responsabilidad sobre el personal de una organización, una parte importante de tu trabajo consiste en luchar con empleados difíciles. ¿Qué es un empleado difícil? A mi juicio, es toda aquella persona que realiza un trabajo de baja calidad o que tiene un comportamiento inadecuado que afecta a la productividad, a la motivación o el ambiente de trabajo del resto del equipo

 

El primer punto, es tener claro que si eres líder de un equipo dentro de tus funciones está la de no mirar para otro lado y afrontar el conflicto, se te paga para enfrentarte a los problemas. De hecho, a un líder se le mide por su capacidad de resolver los problemas difíciles. Incluso, una de las obligaciones de un líder es cuidar la salud del equipo. Por tanto, asúmelo cuanto antes, respondes de tu labor con el equipo y ante el equipo.

 

Las tres excusas clásicas para eludir el conflicto por parte de los líderes son:

  • Tengo cosas más importantes que hacer: esta no es tu voz, es la voz de tu saboteador interno. ¿Crees realmente que hay algo más importante que fortalecer la confianza y la productividad de tu equipo? Yo creo que no.
  • No tengo tiempo: aparte de pensar que no tienes tiempo es una creencia limitante sobre la que ya he reflexionado en artículos anteriores, en realidad es sólo una estrategia para escabullirte de lo que tienes que hacer que es enfrentarte al problema si no quieres que siga creciendo y estalle en el momento más inoportuno.
  • No es para tanto: aquí la excusa suele ser mirar al problema como si hubiera cambiado desde la última vez, cuando no es verdad. De nuevo, es un modo de evitación de enfrentarte a tu responsabilidad.
  • Independientemente de que la persona no encaje en el puesto de trabajo por su personalidad o por la naturaleza de la cultura organizacional, estas son algunas claves que no puedes dejar de utilizar:
  • Anticípate: planifica la conversación, pon por escrito los temas que quieres tratar y el resultado que quieres obtener de esa conversación.
  • Cuida el ambiente: me refiero al contexto de la situación, elige el momento, elige el lugar adecuado, elimina las posibles distracciones (las que produces tú, por ejemplo: mirando un aviso en el móvil), y protégete contra las interrupciones (las que producen los demás, por ejemplo, si alguien te avisa para decirte que tienes una visita).
  • Explícate con claridad: ve al grano, cuenta a tu interlocutor cuál es tu objetivo general con sinceridad y asegúrate de que lo ha entendido.
  • Habla de hechos objetivos: no hables de la persona, habla del problema o de las consecuencias de la conducta de la persona. Como comentes algún rasgo de su personalidad, automáticamente se va a replegar sobre sí mismo, o se va a poner a la defensiva y habrás roto la comunicación. Tu meta aquí es que te escuche y que comprenda claramente el mensaje.
  • Elimina la crítica, la queja y la culpa de la conversación: esto es una cuestión de responsabilidad y compromiso, no es una caza de brujas, no una búsqueda de un cabeza de turco. Se trata de buscar la proactividad y de alejarse de la reactividad a lo largo de la conversación. La meta es ayudar a un trabajador a hacer su trabajo bien, no despedir a nadie, eso es lo más sencillo y en ocasiones, la prueba del fracaso del líder. 
  • Si detectas un desbordamiento emocional, manifiéstalo: una herramienta para controlar las emociones es mencionarlas. Por ejemplo, “veo que estás molesto”, “siento que estás en desacuerdo”, etc.
  • Cuando se acaba, se acaba: es decir, “al primer palo no caen todas aceitunas”. No todas las conversaciones sirven para resolver el conflicto. A veces detectarás que la conversación se ha tensado demasiado y tendrás que resumir lo que has conseguido y continuar en otra ocasión. Pero cuidado, que no te sirva de excusa para intentar posponer el conflicto. 
  • Cierra con un compromiso: si no quieres que toda la conversación sea estéril, cierra con un acuerdo, con un compromiso, ya sea verbal o por escrito. Si finalmente es verbal, envía tú al trabajador un escrito informándole del acuerdo al que habéis llegado. Recuerda que es aquí donde se fijan las consecuencias que tendrá su incumplimiento.

 

Por último, una vez que termines la conversación difícil, coge tu agenda y fija una o varias fechas de supervisión y seguimientode ese compromiso al que has llegado. Si no lo haces, no habrá servido de nada todo el esfuerzo. 

Entrevista en Tajo Fm

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CURSO DE INTELIGENCIAS MÚLTIPLES APLICADO AL JUEGO

Yolanda Pinilla y yo, como investigadores, estamos poniendo en marcha un nuevo curso innovador: Inteligencias múltiples aplicado al juego. En un compendio que híbrida la inteligencia emocional de Goleman con Gardner en su propuesta más amplia de las inteligencias múltiples, todo ello aliñado con herramientas de la creatividad, procesos de la antropología cognitiva, competencias educativas, etc. Un proyecto que sabemos que puede ser muy fructífero para las aulas. En la fotografía, en el primer curso con los equipos y Toledo y Alcázar de San Juan de la Asociación Paideia, siempre a la vanguardia de la educación con menores.

El camino del liderazgo

Un coach no puede llevar a un cliente a un lugar en el que no ha estado. Ayer, en Madrid con la chica con superpoderes trabajándome el liderazgo personal... Muchas gracias por formarme, acompañarme y cuidarme en el dolor que produce el autodescubrimiento

LA MATRIZ DE EISENHOWER

PUBLICADO EN LA REVISTA AQUÍ

 

Dwight David Eisenhower fue un militar y político que llegó a ser presidente de los Estados Unidos. Durante la Segunda Guerra mundial planificó y supervisó la invasión del Norte de África. El hecho es que era una persona muy inteligente y de preferencia cerebral práctica.  Algo que hacía muy bien era organizarse y gestionar su tiempo. Era lo que hoy podemos llamar una persona muy productiva. Eisenhower utilizaba una herramienta que llevaba su nombre, la matriz de Eisenhower: una sencilla tabla que distribuía en cuatro cuadrantes dos variables, lo urgente y lo importante. Esta matriz es también la que utiliza Stephen Covey en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” para explicar el tercer hábito: “Poner primero lo primero” es decir, priorizar adecuadamente. Como sabemos el tiempo no se gestiona, sino que se gestionan las prioridades.

 

Me gustaría aclarar cómo se llega al hábito. Lo primero es el instinto, las cosas que hacemos como una pulsión de manera puntual. Por ejemplo, agarrar una tableta de chocolate y fulminarla sin piedad. Después, aparece la rutina, una conducta recurrente, que se repite pero que “no nos damos cuenta” de que lo hacemos. Por ejemplo, lavarnos los dientes, ducharnos o encender un cigarrillo. En el momento en el que una rutina cuenta con nuestra atención, con nuestra consciencia, aparecen los hábitos. Por ejemplo, si no tomas azúcar necesitas darte cuenta cuando tomas un alimento si lleva artificialmente algo que lo endulza o no. El hábito es la rutina consciente.

 

Ahora vamos a hacer la distinción entre lo urgente y lo importante.  Lo urgente es lo que requiere atención inmediata. Por ejemplo, el plazo de un impuesto que vence ya, o comprar un regalo para un cumpleaños de un familiar mañana. Lo importante se relaciona con los resultados, es aquello que quieres conseguir porque realiza una aportación a tus metas más relevantes o a tu propósito. Yo veo lo importante como todo aquello que alineado con mis valores me ayuda a crecer como persona. Sin embargo, lo importante es lo que tú consideras importante y, por tanto, es subjetivo, mientras que lo urgente es objetivo. Si es urgente es porque necesariamente va a suceder ¡ya! Volvamos a la matriz de doble entrada de Eisenhower ahora que tenemos clara la diferencia entre lo urgente y lo importante.

 

El primer cuadrante recoge lo importante y urgente. Las cosas que están aquí hay que hacerlas lo antes posible por razones obvias. Son crisis, problemas o fechas de vencimiento. El segundo cuadrante recoge lo importante y lo no urgente. Y este es el lugar para habitar (del latín habitare, de ahí hábito): tiempo para planificar, construir relaciones, reconocer nuevas. Los temas del tercer cuadrante (lo urgente y no importante) si puedes encargárselos a alguien, pues no son aspectos importantes. Son distracciones, interrupciones, reuniones, actividades populares, etc. Y el cuarto cuadrante contiene lo no urgente y no importante (tiempo vagueando, viendo series, leyendo correos inútiles, etc.) Esto, elimínalo de tu vida en la medida de lo posible.

 

En conclusión: Eisenhower decía que la clave para ser productivo es pasar la mayor parte del tiempo en el segundo cuadrante porque es lo importante, lo que te ayudará a anticiparte a las crisis y las urgencias. Para ello lo que tienes que hacer es muy sencillo: parar y pensar qué es lo importante para ti. Si no paras, caerás en la trampa de lo urgente y te lamentarás todo el día de no tener tiempo, cuando en realidad es lo único que tenemos.

Reseña de Juan Carlos Cubeiro de "El pequeño libro del gran formador"

A veces, uno descubre que alguien puede saber más que tú de tu propia obra... Juan Carlos Cubeiro ha realizado una reseña de mi libro magistral, enriqueciendo con su mapa de categorías esta "obra abierta" (en palabras de Umberto Eco) reinterpretando su lectura y estructurando su contenido desde donde sólo lo puede hacer alguien con talento: desde la generosidad de la excelencia. Muchas gracias. Ha sido un honor tu lectura.

 

60 claves para ser un gran formador

Juan Carlos Cubeiro

El gran Pedro Salvador, antropólogo y creativo, excelente coach y desde hace más de 30 años formador (ha dirigido numerosos cursos de ‘Formación de Formadores’), ha tenido la generosidad de enviarme su última obra, ‘El pequeño libro del gran formador. 60 claves que nunca te han contado sobre cómo ser formador’, con prólogo del maestro José Antonio Marina. Gracias, Pedro, por este regalo tan útil.

En su prólogo, JAM define el libro como “quintaesencial” (el extracto más depurado de algo). La experiencia formadora de tres décadas en 60 máximas. Marina califica el talento de Pedro Salvador de conceptual (al simplificar sus vastos conocimientos en una serie de digestibles píldoras) y de provocador (nos sugiere “No innovar”, lo que nos evitaría experimentos inútiles, como señala José Antonio).

60 sabios consejos que al autor le habría gustado saber cuando empezó en esto. Quisiera poder aportar mi granito de arena reconfigurando este “mapa del talento docente” en una serie de seis decálogos:

A. La inteligencia emocional del formador

  • Tolera la incertidumbre (serenidad).
  • Comparte tu ansiedad (con preguntas a la audiencia)
  • “Nunca pasa nada. Y si pasa, tampoco pasa nada” (Juan de Dios Lara)
  • Muestra tu vulnerabilidad (naturalidad y autenticidad)
  • Da el 100% de lo que puedas (entusiasmo)
  • Conecta pronto (empatía)
  • Si esperas a que todo esté perfecto, no empezarás nunca (huye del perfeccionismo)
  • Respétate a ti mism@
  • Considera el embudo de la comunicación (estrecho y ancho)
  • Disfruta y apasiónate (“fake it till you make it”)

B. Recursos

  • La técnica del falso caos (para captar la atención)
  • Utiliza el poder del silencio
  • Cuida tu lenguaje (las palabras son las cosas)
  • Un curso es como una manta corta (o te enfrías los pies o la cabeza)
  • Crea tu estructura (el armazón que va a organizar tu forma de comunicarte)
  • Deja de ser esclav@ del Powerpoint
  • Prepara tu Q & A (anticipación)
  • Huye del “Noísmo” (porque desincentiva la participación)
  • Coloca el grupo en forma de “U”
  • Respeta el principio de progresividad (Marcello Ingrassia)

C. El público

  • Conoce a tu público
  • Sé ligero (no aplastes a los participantes bajo el peso de los contenidos)
  • Cuando los participantes duerman, despiértalos
  • Emplea la proyección astral (bilocación, en dos lugares a la vez)
  • Baja de la estratosfera (adáptate al público)
  • Practica la horizontalidad (el público también sabe)
  • Identifica las necesidades del participante (Maslow)
  • Sigue el imperativo categórico (“No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”; Kant)
  • Confía en el potencial del participante
  • Sortea al saboteador

D. Conceptos

  • “No hay mejor práctica que una buena teoría” (Kurt Lewin)
  • Combina pensar, sentir y actuar
  • Cuida el eclipse emocional (que no todo sea emotivo)
  • Somos lo que comemos (la alimentación de tu “yo formador”)
  • Sé holista, relaciona contenidos
  • Practica la verticalidad (hay bienes complementarios y sustitutivos)
  • Aprovecha los 3 sistemas de representación (visual, auditva y kinestésica)
  • Cuando se acaba, se acaba
  • Busca tu propia voz (identidad)
  • Si no citas, estás plagiando (¡Qué gran verdad!)

E.Paradojas

  • Aprende a hacerte invisible (eres un medio, no un fin)
  • Nunca mientas (declararse ignorante es la única forma de estar abierto al conocimiento, Rafael Echevarría, Ontología del Lenguaje)
  • Usa el poder del humor, planifica tus chistes
  • Lo perfecto es enemigo de lo bueno
  • Prepara tu trabajo para después improvisar
  • Lo importante es el proceso, sin olvidar el resultado
  • Evoluciona del formador lleno (que vomita lo que sabe) al formador vacío (“esto no va de mí sino de ellos”)
  • No innoves, copia (‘Roba como un artista’, Austin Kleon)
  • Usa doble contabilidad (aprender para enseñar)

F. Dinámica

  • Muévete (después de los 2-3 primeros minutos)
  • Muévelos (que levanten la mano, se levanten, etc)
  • Dibuja siempre que puedas
  • Escucha (tu cerebro necesita asimilar)
  • Cronometra tu ponencia
  • No partas la formación (haz descansos pero no bloques)
  • Cierra reconociendo a los participantes (reconocer ayuda a crecer)
  • Prepara un checklist (como se prepara un viaje)
  • Chequeo: Traslado, indumentaria, materiales, tecnología y otros
  • Pon en el centro de tu vida la Formación (Learnability)

 

Estupendo libro, que Pedro dedica a Yolanda. En la bibliografía, Rafael Echevarría, Eugen Erigel (Zen el arte del tiro con arco), Jodorowsky, Kleon, Maslow, Marcel Mauss (Ensayo sobre los dones, el clásico de la antropología), Miguel Ruiz, Rosenberg (Comunicación No Violenta), Eckhart Tolle y el ‘Manual de Formación de Formadores’ (JCCLM) del propio Pedro Salvador, que puedes encontrar en www.pedrosalvador.es

Voy a repasar las 60 claves para reflexionar cuál sería el 20% de mis fortalezas y el 20% de mis mayores oportunidades de mejora para trabajarlas con mi coach de comunicación. Gracias de nuevo, Pedro.

Un servidor escribió en ‘En un lugar del Talento’ que Toledo es la ciudad de la tolerancia, una de las siete ciudades que rescataron la civilización en ek medioevo. Una bellísma urbe que nos ha dado talentos excepcionales como el de Pedro Salvador o José Antonio Marina. Es la patria chica de Federico Martín Bahamontes, del cocinero Adolfo Muñoz (padre de mi buen amigo Javi, Terraza Palacio de Cibeles), de Cipriano González (“el amigo de los pobres”), de los atletas Julio Rey y Vanessa Veiga, de Luis Alba (el decano de los guías), del escultor y pintor Paco Rojas (El Apostolado), del cantante Jero Romero, de los hermanos Ponos (el alma del Cine-Club), del párroco “Quillo” (San José Obrero) o de la gran atleta Teresa Escobar (campeona del mundo de cross por equipos en el Mundial de Veteranos). Diez personajes “muy toledanos”

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21 de febrero. Presentación de "El pequeño libro del gran formador" en la biblioteca José Hierro de Talavera de la Reina

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VÍCTIMAS Y VERDUGOS

PUBLICADO EN LA REVISTA AQUÍ

 

El verdugo es ese personaje siniestro que generalmente camina erguido con un hacha en la mano o un gran martillo. A veces lleva el pecho descubierto y los ojos vendados para ocultar su identidad. El verdugo tiene una misión clarísima: ejecutar a la víctima. Por ejemplo, en la Edad Media podía el ser responsable de golpear con un martillo enorme la cabeza del condenado recibiendo vítores y aclamaciones de la plaza pública. La plaza habitualmente estaba llena hasta rebosar para ver el espectáculo. La masa rugía ardientemente ante semejante ejecución para satisfacción de las autoridades que veían en la diversión del pueblo enardecido un muro de contención frente a potenciales protestas sociales.

 

La comunicación no verbal del verdugo es muy clara, los brazos a la espalda o en las caderas diciendo aquí estoy yo, no necesito cruzar los brazos para proteger mis órganos, porque yo soy el hombre que ejecuta. Con la barbilla ligeramente levantada y las piernas separadas, muestra su poder. Su postura es desafiante. Impertérrito, se encuentra sólo en el patíbulo, con un gesto de seriedad extrema, elevado por encima de la multitud. Él sabe que es el centro de todas las miradas, como el torero en la plaza, o el delantero en el campo de fútbol ante el lanzamiento de un penalti. De hecho, es el protagonista, el héroe, el ejecutor, el que se encarga de resolver las cosas incómodas, como “el lobo” en Pulp Fiction o Don Vito Corleone en el padrino.

 

La víctima es esa persona que camina acongojada, con un lenguaje corporal que muestra su vulnerabilidad extrema, que sabe que va a ser el despojo que satisfará las burlas y risas de todos y todas los que asisten al terrible espectáculo. Camina encorvado, con la mirada perdida, sin fuerzas, con paso lento y tortuoso, instalado en la queja, en la culpa, en la crítica, en el reproche, lamentándose por su mala suerte, por la traición de los demás, por no valer nada, por haber caído en desgracia. Porque es la víctima. La víctima no puede hacer nada para cambiar su destino y los grilletes en sus tobillos dan fe de ello. Lleva las manos esposadas o atadas y avanza flanqueado por protección militar para no ser despellejado y linchado por la muchedumbre. El gentío abuchea, insulta, desprecia al condenado que arrastra los pies mal vestido o harapiento…

 

Ahora, pulsamos la pausa en el mando a distancia y detenemos la escena en Netflix: tenemos tres planos, un primer plano con la víctima llorando y con las rodillas hincadas en el suelo de la plaza invocando piedad, un segundo plano ligeramente desenfocado con el verdugo sobre el patíbulo sosteniendo en un brazo elevado un martillo enorme y un tercer plano que nos muestra la multitud prácticamente desenfocada agitada, gritando sin control, con las bocas abiertas y los puños en alto en actitud de celebración.

 

La pregunta clave es ¿por qué hay un verdugo? Porque lo ha puesto el señor feudal. No. Porque es el hombre más fuerte del pueblo. No. Porque es el heredero de una larga tradición de verdugos. No. Porque estaba en el guion de la película. No. Hay un verdugo porque hay una víctima. Hay un torero porque hay aficionados. Hay un delantero lanzando un penalti porque hay espectadores.  Hay una influencer porque hay seguidores que dan a “me gusta”. ¿Y por qué hay una víctima? Porque hay un verdugo. Y esto es así de claro y así de sencillo.

Pregúntate ahora: ¿Qué tiene que ver esta escena con tu vida? ¿Cuándo eres víctima? ¿Cuándo eres verdugo? ¿Eres el héroe porque asumes toda la carga laboral, todas las responsabilidades, porque puedes con todo? ¿Eres un verdugo que no puede más con su martillo? O por el contrario eres la víctima a la que han condenado y ves tu vida como un cúmulo de mala suerte o circunstancias adversas. Nunca te salen las cosas bien. Todo se pone en tu contra. O ¿eres unas veces víctima y otras veces el verdugo?

 

Piénsalo tranquilo o tranquila. Tómate tu tiempo. Y luego algo que puedes hacer es bajarte del patíbulo y caminar con tu martillo de un tamaño razonable, utilizándolo para construir algo sencillo o complejo, pero a nivel de tierra. También puedes quitarte los grilletes y las esposas y empezar a caminar con ropa normal por la calle, sencillamente, hacia los asuntos de tu vida. Pero cuidado porque toda decisión lleva acarreada una gran responsabilidad y el público te seducirá para que sigas siendo el verdugo, su héroe o para que sigas siendo su víctima, la contribución necesaria al espectáculo. Tendrás que resistir la tentación y seguir caminando como un ser anónimo, realizado y feliz, pero sin ovaciones, ni vítores, ni alabanzas.

CURSO "CUMPLE TU PROPÓSITO"

El día 18 de enero hemos tenido la oportunidad de celebrar la primera edición del taller “Consigue tu propósito”, una experiencia vital para 11 personas afortunadas que han podido disfrutar de una formación que ha sido un verdadero lujo: un grupo reducido de personas, unas instalaciones maravillosas en Regus Toledo, un jornada ideal para trabajar, muchas ganas de conseguir los retos y un par de formadores/coaches experimentados en coliderazgo.

 

Creo que no puede pedirse más, ocho horas de formación intensas, emocionantes y plagadas de contenidos y herramientas para seguir sacando el jugo al taller durante mucho tiempo.

 

Las evaluaciones han sido muy positivas, proponiéndonos del grupo de participantes más cursos similares a este e incluso nos dieron nuevas ideas sobre las que ya estamos trabajando.

 

El equipo de formación nos sentimos muy satisfechos de esta experiencia y fundamentalmente nos sentimos muy agradecidos de poder dedicarnos a hacer lo que más nos gusta: ayudar a las personas a encontrar su talento y crecer como seres humanos más allá de nuestros límites. Muchísimas gracias.

CRÓNICA VISUAL PRESENTACIÓN DE EL PEQUEÑO LIBRO POR AURELIO REDONDO ALMANSA

Un trabajo visual de mi buen amigo, el fotógrafo toledano Aurelio Redondo, todo un lujo de reportaje como siempre.

El pequeño libro del gran formador en el amplificador

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9 CLAVES PARA ESTABLECER HÁBITOS SEGÚN ROBIN SHARMA

Según ROBIN SHARMA, autor del libro “El club de las 5 de la mañana” el Credo del guerrero de la fuerza de la voluntad señala 5 verdades científicas de los hábitos excelentes:

 

  1. La fuerza de voluntad no es una capacidad innata, sino que se desarrolla a través de la práctica constante.
  2. La disciplina personal es un músculo, cuanto más se ejercita más se fortalece.
  3. La fuerza de voluntad se debilita al fatigarse, su recuperación es absolutamente necesaria para llegar al virtuosismo y para controlar la fatiga de las decisiones.
  4. La puesta en marcha de cualquier hábito de gran nivel sigue un patrón que permite automatizar la rutina, el patrón hay que seguirlo de forma explícita.
  5. El incremento del autocontrol en un área aumenta el autocontrol en las restantes.

Así mismo explica que hay 3 valores para crear hábitos extraordinarios:

  1. La victoria requiere constancia y persistencia.
  2. Continuar aquello que se inicia determina la magnitud del respeto personal que se genera (compromiso e integridad)
  3. La forma en la que se practica en privado determina con precisión el modo en el que se actúa en público. 

Finalmente señala 1 teoría de los espartanos para la autodisciplina:

  1. Los guerreros nacen para hacer regularmente aquello que es difícil pero importante cuando resulta más incómodo. Cuando sientas deseos de abandonar, debes continuar avanzando.

Si te interesa profundizar en estos temas, sigue atento a mi blog, iré desgranando cada semana, nuevos contenidos de interés para el crecimiento personal y para que vivas una vida más plena.

 

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FELIZ 2020

17 DE ENERO: "EL PEQUEÑO LIBRO DEL GRAN FORMADOR" POR PEDRO SALVADOR


Me entusiasma contarte que ya tengo en mis manos un ejemplar del libro "El pequeño libro del gran formador" que nació en agosto, en Motril. A mi ritmo, exactamente en un mes. Lo elaboré completamente: textos, estructura, diseño, maquetación, e ilustraciones... Diría que no es un libro convencional, es una experiencia visual y cognitiva. Espero que lo puedas conseguir  a partir del 17 de enero en tu librería más cercana o en la web de la editorial CELYA.

 

Además, estás invitado o invitada a la presentación del libro el 17 de enero en la Biblioteca Regional en Toledo a las 19:00h.

 

Apúntalo en tu agenda

 

Extractos de la introducción del libro:

 

"Este libro tiene una clara vocación aplicada y parte de una necesidad expresada por parte de los alumnos de los numerosos

cursos de formador para formadores en los que he tenido la oportunidad de participar a lo largo de más de dos décadas."

 

"He resumido en 60 claves formativas los aspectos que me parecen esenciales para poder mejorar un curso de formación, una conferencia, una charla o un taller formativo."

 

"He huido de marcos teóricos metodológicos y pedagógicos complejos, centrándome en pautas claras, sencillas y directas para

ejercer de formador. Creo que todos llevamos dentro un formador, pues no hay nada más consustancial al ser humano que transmitir

la cultura, lo aprendido desde nuestra infancia."

 

 

Extractos de José Antonio Marina:

 

"Este es un libro esencial. Son 60 máximas que condensan todo el proceso de preparación, realización y evaluación del proceso formativo. Creo que puede resultar de gran utilidad para docentes, formadores, orientadores, y comunicadores en general. Es un compendio de pedagogía y de retórica, de técnicas para exponer, para hacer comprender, para interesar y para emocionar."

 

"Cada una de las máximas puede expandirse con comentarios, ejemplos, y aplicaciones concretas. Pero su gran utilidad deriva

de que esta ampliación es posible, pero no necesaria. Cada una de esas píldoras de experiencia lleva en sí principios activos que

harán su acción una vez asimiladas. Por eso, recomendaría a los lectores que se dedican a tareas formativas que se las aprendieran

de memoria y que convirtieran esos aforismos en hábitos."

 

 Si quieres puedes descargarte una breve muestra del libro en PDF en esta misma página.




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PEDRO SALVADOR - MUESTRA EL PEQUEÑO LIBR
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VIVIR SIN AZÚCAR

Está claro que algún día el azúcar estará tan proscrito como el alcohol durante la ley seca. De hecho, muchas personas, perciben las pastelerías como los estancos, o las licorerías, lugares en los que se vende veneno. Aún no he llegado a ese punto, pero ya he dejado de consumir azúcar refinada de forma consciente. Es decir, no he dejado de tomar productos con sabor dulce, pero sí he parado de tomar azúcar refinada en la medida de lo posible.

 

Hay seis cosas integradas en la cultura que destruyen el cerebro. Tres conductas y tres sustancias: la queja, la culpa, la crítica, el tabaco, el alcohol y el azúcar.  Y cuando digo que lo destruyen, es que lo destruyen. 

 

Te voy a dar unas recomendaciones para que puedas liberarte de una de las drogas más adictivas y que más contribuyen al deterioro de la salud de nuestra sociedad.

 

Piensa en todos los beneficios que tendrás para tu salud.

Seguro que pierdes peso sin darte cuenta. Tu piel mejorará considerablemente y tendrás menos arrugas. Reducirás la presión arterial y, por consiguiente, será más difícil que mueras de infarto. Mejorará tu inteligencia. Tendrás un colesterol de mejor calidad y bajarás la posibilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Reducirás las probabilidades de tener Alzheimer. Ahorrarás en dentistas. Disminuirás las probabilidades de tener depresión. Mejorarás tu capacidad de concentración porque no estarás afectado por el subidón y el bajón correspondiente de tu nivel de azúcar en sangre. Será más difícil que tengas diabetes…

 

No te rindas.

Ten claro tu objetivo y no te preocupes porque algún día falles en tu meta de dejar de consumir azúcar. “Al primer palo no caen todas las aceitunas”. Imagínate que vas conduciendo tu coche de viaje porque te vas de vacaciones a la playa y en el camino, se te pincha una rueda. ¿Desistirías de ir de vacaciones o repararías la rueda y seguirías hasta tu destino? Pues con las sustancias adictivas tienes que hacer lo mismo, poner toda tu energía en el reto y dejar que triunfe el poder de la continuidad. Puede más la constancia de una gota que la fuerza de una ola. Además, fallar es humano.

 

Haz la compra consciente.

Por supuesto, y esto vale para toda la compra, no vayas a la compra con hambre, porque tu cerebro reptil tomará el mando y tu voluntad quedará eclipsada por la poderosa fuerza de la supervivencia. Si puedes, respeta una lista de la compra ya que te ayudará a dejar de comprar artículos por impulso. Y finalmente, no compres nada frente a lo que puedas sucumbir en un momento de debilidad. Es sencillo: lo que no está en el frigorífico, ni en la despensa, ni ningún cajón escondido, no pasará a tu cerebro. En realidad, estas aplicando la técnica que en productividad se llama cortafuegos. Te estás anticipando algo que te puede hacer romper la rutina o el hábito.

 

Convéncete a ti mismo.

 

El problema del consumo del azúcar es que está integrado en todos los niveles de la cultura y, por tanto, la sola idea de dejar de tomar azúcar atenta contra los valores (la tarta de cumpleaños), contra las creencias (“tomar miel es sanísimo”), contra el mercado (pastelerías, heladerías, tiendas de golosinas.), contra lo socialmente aceptado (“el café sin azúcar está amargo”), contra tu identidad (cómo no probar las rosquillas de mi pueblo, el mazapán de Navidad o la tarta de Santiago), contra la tradición gastronómica (y de postre tenemos “mús” de chocolate), en fin contra casi todo lo establecido. Por ello, es fundamental que estés profundamente arraigado en tus convicciones, porque si no la presión social te con-vencerá. Una persona en paz consigo misma y con autoconfianza, es prácticamente indoblegable en su propósito. Entonces, primero piensa si esta idea es tuya, o si es una moto que te han vendido, porque tu compromiso no será consistente si la idea no te pertenece o no la has hecho tuya.

 

Edúcate emocionalmente:

Busca tu equilibrio emocional, fórmate en inteligencia emocional, lee libros, busca vídeos, ve a charlas, a cursos, al psicólogo o a sesiones de coaching. La mayoría de las veces el problema está en tu interior. Es muy fuerte pensar que, cuando realmente estás afectada, molesto, preocupada o estresado lo que debes hacer es comer brócoli y no ponerte hasta las cejas de chocolate. Los alimentos son energía y componentes químicos que afectan directamente a tu cerebro. El chocolate, los pasteles, las galletas no van a resolver ningún problema emocional. El brócoli tampoco, pero al menos te estarás alimentando bien. Alimenta a tu ser emocional: relaciónate, haz ejercicio, ríete, sal a pasear, ve al cine, aprende a comunicarte y a expresar tus emociones, ponle nombre a lo que sientes y busca tu plenitud personal, porque el azúcar refinado no va a endulzar tus problemas.

 

Puede ser que todo esto de dejar el azúcar te parezca surrealista. A mí también me lo parecía, es más lo consideraba una actitud radical. Te propongo un reto: deja de tomar azúcar una semana, comprueba cómo te sientes, y luego elige tú mismo o tu misma lo que te parezca más adecuado. Estoy convencido de que simplemente con la transformación que vas a experimentar en la forma de percibir los sabores (el tomate es una fruta que sabe dulce) el esfuerzo habrá merecido la pena.

 

Si te interesan estos temas puedes darte de alta en mi newsletter

CÓMO COMUNICARTE CON ASERTIVIDAD

Nuestro lenguaje está plagado de elementos que producen violencia, rechazo o que bloquean la comunicación. De hecho, hay numerosos factores que generan alejamiento, frialdad o una ruptura de la comunicación: criticar, culpar, regañar, ironizar, reprochar, aconsejar, convencer, comparar, despreciar, insultar, etc. Todo lo que ellos tienen en común es que contienen un “tú”.

Por ejemplo, “por tu culpa”, “(tú) eres muy torpe”, “(tú) has llegado tarde”, etc. Y por razones antropológicas, el ser humano frente al “tú” se siente atacado y en consecuencia ataca o huye. La calidez en el lenguaje siempre produce acercamiento entre las personas, la frialdad en la comunicación implica un alejamiento.

 

¿Qué podemos hacer para decir lo que queremos decir sin dañar al otro y sin que nada se nos quede dentro? Esta fórmula es muy sencilla:

 

Primer paso: Observo

 

Se trata de describir con la mayor objetividad posible la situación que nos molesta o que nos preocupa. Cuando hablo de objetividad me refiero ciñéndonos a los hechos de tal manera que cualquier persona en cualquier lugar sepa lo que queremos decir. Por ejemplo, imaginemos que un compañero de trabajo llegar siempre tarde. Y supongamos que tenemos que trasladárselo porque está afectando a todo el rendimiento del equipo, pero nos produce una gran incomodidad decírselo. Lo que pretendemos conseguir son dos cuestiones, por un lado ser objetivos y por otro lado no emitir ningún juicio acerca de lo que sucede. Si le decimos “eres un vago que siempre llega tarde”, evidentemente, hay tres juicios. El primero un insulto, que es un vago. El segundo una generalización que lo hace siempre, ¿siempre sin excepción? El tercero es una opinión, que llega tarde. Llegar tarde es un juicio. Lo objetivo sería decirle: “compañero, (observo que) los cinco días de esta semana has entrado a las 8:30 y la hora de entrar al trabajo son las 8:00”. Creo que la diferencia significativa, ¿verdad?

 

Segundo paso: Siento

 

Como somos emocionalmente pobres, nuestro espectro de vocabulario en torno a cómo nos sentimos suele variar entre “bien, mal o regular”. Si no, haz la prueba. Pregunta un grupo de personas como se sienten y verás cómo el 90% te responde que “bien, mal o regular”. Básicamente, no tenemos vocabulario emocional. En cualquier caso, lo importante aquí es expresar lo que tú sientes. Por ejemplo, en relación al compañero que llega tarde le puedes decir: “me siento enfadado, incómodo, molesto, frustrado, triste, desconcertado, etc.”. Atención, no confundas un sentimiento con un juicio sobre ti mismo: “me siento inútil, me siento estúpido, me siento incompetente”, porque no son sentimientos. Son juicios o creencias sobre ti mismo. Otra cosa que tienes que considerar es que estás hablando de ti, con lo que es bastante probable que lo que dices será irrefutable, dado que es tuyo, que te pertenece. Los sentimientos no están sometidos a juicio. Son sentimientos. 

 

Tercer paso: Necesito

 

Las necesidades son los motores del ser humano. Es más, concretamente, las necesidades no satisfechas son la motivación de casi todas nuestras acciones y el fundamento de nuestras emociones. Es decir, si tienes hambre, quieres comer. Si no tienes hambre, el hambre no te importa si en consecuencia no se genera ninguna acción en relación con el hambre. De nuevo, como la necesidad es tuya habla de ti. En el ejemplo anterior: necesito puntualidad, tranquilidad, seguridad, control, serenidad, orden, etc. Piensa en aspectos que tú necesites, y que se refieran a ti. Pon mucho cuidado en no decir “necesito que tú” porque precisamente lo que estamos intentando es evitar poner un “tú” en la conversación, por que el tú rompe la comunicación al disparar todas las alarmas del otro a sentirse atacado.

 

Cuarto paso: Pido.

 

Ya has dicho lo que has visto, ya has dicho lo que sientes, ya has dicho lo que necesitas y por último tienes que hacer la petición. Es el momento de expresar con respeto lo que le pides al otro. En nuestro ejemplo: “… por lo que te pido que, por favor, llegues a tu hora al trabajo”. 

Esta fórmula no te garantiza el éxito de tu petición, porque por encima de todo, las personas somos libres de aceptar o no una petición. Al mismo tiempo, somos responsables de las consecuencias de nuestras decisiones. Esta fórmula no te va a ahorrar ni la incomodidad de enfrentarte a una situación compleja, ni la incomodidad de enfrentarte al malestar del otro.

Sin embargo, te habrás comunicado desde la asertividad porque habrás dicho lo que ves, lo que sientes, lo que necesitas y no te habrás dejado nada dentro al finalizar con tu petición.

 

Finalmente, practica. Verás como poco a poco vas integrando la fórmula de los cuatro pasos en tu vida y poco a poco vas consiguiendo una comunicación mucho más asertiva. Merece la pena el camino.

 

Si te interesa profundizar en estos aspectos, no dudes en apuntarte al Curso que he preparado para enero. Verás todo esto y mucho más.

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TALLER "CUMPLE TU PROPÓSITO"


En los tres últimos años he recibido numerosas peticiones para hacer formación en coaching, inteligencia emocional, programación neurolingüística, comunicación no violenta y toda la serie de materias que imparto a funcionarios de la administración pública. De este modo, me lanzo profesionalmente a una nueva aventura: formación abierta para el público en general. 

 

Y que mejor aperitivo que un taller de una jornada completa aprovechando el propósito de Año Nuevo para contribuir a dar sentido a todos esos propósitos que dejamos en el tintero año tras año: desde aprender inglés hasta adelgazar, pasando por gran cantidad de retos que quedan sin hacer.

 

Como siempre, te ofrezco poner a tu servicio el 100% de lo que pueda a través de este taller inédito.

 

Para más información, visita la sección CURSOS de mi web.

 

Nos vemos el 18 de enero…

 

 

¿QUIERES CUMPLIR TU PROPÓSITO DE AÑO NUEVO?

 El coaching antropológico es una novedosa herramienta que te lleva a descubrir cómo funciona la estructura antropológica de nuestros diferentes cerebros, y cómo utilizar ese conocimento para profundizar en tu autoconocimiento.

 

¿Qué vas a conseguir?

- Tener un diagnóstico claro de dónde estás en este momento, tus potencialidades y tus áreas de mejora.

- Aprender herramientas del coaching antropológico para impulsar esos proyectos que nunca terminas.

- Mejorar tu capacidad de relación medinate la resolución de conflictos en diferentes contextos.

- Despertar tu conciencia desde la inteligencia emocional para desarrollar tu competencia práctica. 

 

Profesor:

Pedro Salvador, doctor en antropología y coach.

 

Fechas:

Sábado, 18 de enero de 2020

 

Horario:

De 10h a 14h

de 15:30h a 20:00h

 

Precio del Taller:

150 €

Descuento 15/15: Te descontaremos el 15% si te matriculas antes del 15 de diciembre.

 

Lugar de celebración

Regus Toledo

 

Numero máximo de participantes

20 personas

 

Para más información, visita la sección CURSOS de mi web. 

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NO SEAS AMABLE, DI NO

Eres de las personas que tienen dificultades para decir “no”? ¿Te cuesta un horror poner límites? ¿Te sientes culpable cuando dices “no” a alguien? ¿Te arrepientes de no haber tenido el valor de decir “no” y luego le das vueltas y vueltas enfadado o enfadada contigo mismo? Si es así, éste es tu artículo. 

 

Decir “no” es una declaración esencial del ser humano para preservar su integridad. Es una necesidad básica de todas las personas para relacionarse de manera saludable. Como individuo tienes el derecho de decir “no”, o incluso de decir “basta”: que es decir “no” después de haber dicho que sí. Es decir, puedes fijar tus límites desde el principio a través del “no”, o un poco más tarde a través del “basta”. Considera que si quieres decir “no” y por la razón que sea no eres capaz de decirlo, tu integridad y tu autoestima automáticamente bajan. Si, por el contrario, dices que no y ese “no” no es respetado, tu condición humana está siendo vulnerada por otros. Piensa que decir “no” determina tanto el respeto que los demás sienten por ti, como el respeto que tú sientes por ti mismo. Efectivamente, “si quieres ser respetado, respétate a ti mismo”. Pero entender la teoría no garantiza la capacidad de decir “no”.  Si eres de las personas a las que les cuesta decir “no”, voy a tratar de explicarte mediante una formula cómo dar tus primeros pasos hacia la autenticidad y la asertividad.

 

1. Piensa en clave de tus necesidades

En el caso de que tengas que enfrentarte a una situación en la que tienes que poner límites, pregúntate qué necesidad dejas de cubrir en tu propia vida cuando dices que sí. O formulado en positivo qué necesidad estarías cuidando si dijeras que no. Por ejemplo, puede que sea tu tiempo, tu dinero, tu lealtad, tu honestidad, tu integridad, tu salud, tu libertad, etc.

 

2. Piensa cómo vas a expresar tus necesidades

Según uno de los principios de la comunicación, “no se puede entrar en la mente del otro”. Es decir, tu interlocutor no puede adivinar que estás deseando decir “no” cuando en realidad dices que sí. Dicho de otro modo: si no expresas la necesidad que tienes que cuidar, la otra persona no puede adivinarla y tienes que explicársela. Y en el caso de que sí la conozca y no la respete, tendrías más razones aún para decirle lo que necesitas, ya que través de su conducta está vulnerando tu integridad, está abusando de ti, o está siendo totalmente egoísta

Fíjate bien que cuando dices “no” al otro, en realidad te estás diciendo que sí a ti mismo, a tu autocuidado, a tu autoestima, a tu respeto y a tu propia integridad.

 

3. Reconoce las necesidades del otro

Una vez que has pensado en ti, es importante que pienses también en las necesidades del otro y que se las reconozcas. Por ejemplo, puedes decir: “entiendo que tu necesidad es sacar el trabajo adelante y además…”

 

4. Expresa tus necesidades

Observa cómo he conectado la frase: “y además…”. Lo importante es que antes de expresar tus necesidades no utilices el “pero” porque es el “borrador universal” y tiene el poder de deshacer todo lo anterior. Sustituyendo a “pero” puedes utilizar “al mismo tiempo”, “asimismo”, “de igual manera”, etc. Y ahora expresa tus necesidades. En el ejemplo: “… y además es importante para mí terminar el trabajo tiempo”.

 

5. Finalmente, haz una propuesta que cuide las necesidades del otro

Y el paso final es hacer una propuesta que represente “ganar-ganar” para ambos interlocutores. Por ejemplo: “En consecuencia, ahora no puedo ayudarte y te propongo apoyarte en tu trabajo una vez que termine el mío”.

Ante una buena comunicación, con calidez, y comprendiendo la necesidad del otro, conseguirás expresar lo que quieres y al mismo tiempo la otra persona no sentirá rechazo y tú no te sentirás culpable. Es esencial entender que esta herramienta no se trata de una técnica de manipulación u oratoria para ser capaz de decir “no”, sino de una metodología para aprender a comprender primero el otro para ser comprendido después. 

 

Al principio, cuando pongas en marcha esta forma de expresar el no, es probable que sientas una gran frustración por tener que soportar la incomodidad del enfado del otro o de su malestar frente a tu negativa. Pero piensa que estás fijando límites, reforzando tu autoestima y preservando tu integridad como ser humano. Aunque te cueste decir no, en el fondo estás haciendo un ejercicio para cuidarte a ti y para cuidar al otro.

 

LA MAGIA DE LA PRODUCTIVIDAD

Frecuentemente me preguntan que cómo es posible que haga tantas cosas. Siempre respondo lo mismo: duermo poco y además tengo clara mi misión. La verdad es que todo lo que tiene que ver con la productividad, me apasiona. Y ser más productivo es un proceso de evolución continua que no se consigue de la noche a la mañana. Te dejo cuatro ideas que te ayudarán a ser más productivo o productiva.

 

“El tiempo no se gestiona, se gestionan las prioridades”. Eso es, el tiempo es el mismo siempre, el uso que tú haces del mismo es lo que marca la diferencia. Y la diferencia se produce en la toma de decisiones. Una buena decisión se toma priorizando y para priorizar hay que distinguir lo urgente de lo importante. Y aquí llega el dilema. Resulta que atrapados por la inercia de lo urgente no somos capaces de ocuparnos de lo importante. Esto es lo mismo que decir que como estás tan ocupado conduciendo no puedes parar a echar gasolina. Pero que no cunda el pánico. El secreto es ir eliminando cuestiones urgentes para estar la mayor parte del tiempo en las cosas importantes. ¿Cómo se hace eso? Fundamentalmente, parando. Si no paras, estás condenado a vivir en el bucle de lo urgente.

 

Te sugiero que sigas las instrucciones:

 

1. Haz una lista de tareas.

2. Distribúyela en cuatro grupos: urgente importante, urgente no importante, no urgente importante y no urgente no importante

3. Reduce o elimina el último grupo. Por ejemplo, si pierdes mucho tiempo mirando el móvil, apágalo cuando trabajes y míralo periódicamente. Pero elige tú cuando consultas tu móvil.

4. Reparte o asigna si puedes a otra persona lo urgente no importante. Pregúntate para qué lo haces si lo puede hacer otro. 

5. Haz lo antes posible lo urgente e importante por razones obvias.

6. Intenta pasar el mayor tiempo de tu vida en las cosas importantes y no urgentes.

 

Cuando estás en las cosas importantes y no urgentes estás anticipándote al futuro, estás evitando que aparezcan cosas urgentes e importantes y poco a poco irás reduciendo el tiempo que pasas en lo urgente. 

 

Lo que sí que te garantizo es que si tú no te ocupas de tu vida puedes tener la seguridad de que otro marcará tus prioridades.

“Pregúntate cuál es tu misión en la vida” Si no sabes a dónde vas, es probable que nunca llegues. La pregunta es cómo puedes priorizar si no sabes cuál es tu meta, tu misión, tu objetivo. Es imposible. Al final, es una cosa muy sencilla. Por ejemplo, escribe en un papel tres metas que quieras conseguir en la vida. Guárdalas en tu cartera, en las notas del móvil, o en algo que lleves siempre contigo. Cada vez que tengas que tomar una decisión importante, saca la nota y pregúntate si honra tus tres metas. O lo que es lo mismo, si esa decisión te acerca o te aleja de tu destino. Si te aleja, no la tomes. Si la tomas, tampoco te traumatices, pero sé consciente de la incoherencia. Al final y al cabo, todos somos humanos y tú eliges las gafas con las que miras la vida: las gafas de mosca con las que sólo ves mierda a tu alrededor, las gafas de abeja con las que fundamentalmente ves flores.

 

“Vacía tu mente”. Es fundamental, como en la teoría de la comunicación, que elimines el ruido de tu mente. Apunta todo lo que tengas que recordar en algún sitio que luego puedes consultar cuando quieras recordar lo que tienes que hacer. Pero quita de tu cabeza cosas que puedes tener en otro lugar. Una mente saturada no tiene claridad. Se trata de poder tener presencia plena de las cosas que estás haciendo y no tener un “runrún” que no te deja concentrarte.

 

Define tres metas semanales que puedas cumplir y que te hagan mejor persona: una personal, una social y una profesional. Luego, cada día prioriza las tareas que te conduzcan a esa meta y no cierres el día hasta que contribuyas a la consecución de esa meta. Esa tarea la tienes que hacer sí o sí, contra viento y marea. Seguro que esas tres tareas son importantes, pero no urgentes y estarán alineadas con las tres metas que quieres conseguir en la vida.

 

La clave es que cambies pequeños hábitos, porque en los hábitos es donde se ganan o se pierden miles de segundos con el paso del tiempo.

 

SI QUIERES CAMBIAR, CAMBIA DOS VECES

¿Intentas dejar de fumar y no lo consigues? ¿Intentas perder peso y la báscula se resiste? ¿Haces cada año el propósito de estudiar inglés y no lo haces al final? Te voy a explicar una clave que quizás desconozcas y que te puede ser de gran utilidad para ayudarte a entender por qué tus cambios son ineficientes. Con un poco de suerte, es probable que veas tus retos de otro modo una vez que tengas claro cómo funcionan los procesos de cambio.

 

Analicemos un caso imaginario. Supongamos que en el trabajo te dicen que tienes que mejorar tu escritura e intentar escribir mejor mejorando tu ortografía y tu gramática. Para conseguirlo, haces el firme propósito de ir más despacio al redactar, pones más atención e intentas no cometer faltas. Te esfuerzas por construir oraciones más cortas y que tengan más sentido. Sin embargo, no mejoras. Entonces, decides comprarte un libro de gramática que al principio lees con mucho entusiasmo y, tras varios días, no eres capaz de pasar al tercer capítulo por puro aburrimiento. Otra vez, te apuntas a un curso de escritura, pero después de un mes el ajetreo y tu alto ritmo de vida, no te permiten compaginarlo con tus tareas y lo abandonas. Más tarde te suscribes a un canal de YouTube que habla sobre gramática y que además tiene un curso estupendo para dominar el arte de la escritura. Resulta que te distraes frecuentemente y acabas navegando por Internet perdiendo un tiempo muy valioso y, al final, decides pasar del tema. Lo más que consigues es pasar el corrector de Word. En la oficina te dicen que eso no sirve, que el corrector no corrige bien.

 

En programación neurolingüística hay un axioma que dice: “el mapa no es el territorio”. Significa que tu visión del mundo no es la realidad. Es decir, lo que ves no es la realidad, es tu visión del mundo. Te lo explico más claramente. Si vienes un día a visitar Toledo y en la oficina de turismo se confunden y te dan un mapa de Córdoba, es imposible que con ese mapa encuentres la mezquita del Cristo de la Luz. Puedes motivarte e intentar ir más rápido y ponerte con más empeño a buscarla, pero estás con el mapa equivocado. Puede ser que tengas una actitud positiva y pienses que con un enfoque más proactivo tengas más suerte, pero sigues buscando con el mapa equivocado. El mapa no es del territorio y por más cambios que hagas en la realidad y por más enfoque optimista y entusiasmo que le pongas al asunto, tu mapa no sirve de nada. Estás haciendo cambios dentro de tu realidad.

Los cambios en la realidad son todos aquellos en los que tú modificas tu conducta dentro de tu propia realidad: empezar a hacer deporte, cambiar la dieta, apuntarte a un curso de mindfulness, etc. Los cambios en tu realidad se caracterizan por tener una evolución progresiva. 

 

Imagínate que tienes un compañero de trabajo al que aprecias muchísimo. Un día, te invita a cenar a su casa y, tras darle una opinión sobre un asunto político, empieza a darte voces de forma agresiva como un energúmeno. De repente, se produce un cambio en tu consciencia de manera radical. Desde ese momento, tu visión de tu compañero cambia absolutamente y la relación no vuelve a ser la misma. Es lo que se denomina un cambio de percepción. 

 

Veamos el ejemplo de la escritura. Para mejorar en escritura no bastan los cambios en tu realidad, porque es como visitar Toledo con el mapa de Córdoba. Necesitas un cambio de percepción: tienes que entender el daño que produces en el trabajo a tus compañeros, el tiempo que pierden corrigiendo tus textos, la mala imagen que genera la organización cuando envía tus textos con frases ininteligibles o con faltas de ortografía. Tienes que comprender el ahorro en tiempo y en dinero que produciría tu responsabilidad, el beneficio que produciría que tuvieras una buena prosa y el respeto que demuestras cuando entregas un texto escrito correctamente. ¿Para qué escribes mal? ¿Para qué necesitas escribir bien? Si no se produce el cambio en tu consciencia, el cambio en tu percepción, tus esfuerzos solamente serán provisionales y no conseguirás un cambio efectivo y firme en tu forma de escribir.

 

Cualquier cambio en tu vida para ser consistente requiere un cambio doble: un cambio en tu percepción y un cambio en tu realidad. Respóndete que beneficio obtienes de tu conducta actual y que beneficios obtienes de modificarla. Qué es lo útil de escribir mal y qué es lo útil de escribir bien. 

 

Si quieres cambiar, tienes que cambiar dos veces: hacer un cambio en tu percepción y hacer un cambio en tu realidad.

 

Mucha suerte con tus cambios.

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9 LIBROS PARA CRECER  

 

No hay nada más fructífero, que alimentar a tu cerebro, por ello te doy una lista de libros que he leído y me atrevo a recomendarte para ser más feliz, para crecer y para expandir tu universo. Merecen la pena y, además son libros para leer tranquilamente con lápiz, subrayando y disfrutando de la reflexión.

 

La inteligencia emocional de Daniel Goleman: Este libro es una pieza indispensable para sobrevivir en el siglo XXI. Daniel Goleman, psicólogo y periodista americano, ha sido el gran difusor del concepto de inteligencia emocional. Es decir, un conjunto de competencias personales para conocerte mejor, autocontrolarte, aprender a motivarte, desarrollar la empatía y aprender a gestionar las emociones de los demás. Personalmente, me parece un clásico. 

 

El juego interior del tenis de Timothy Gallwey: El libro habla de cómo jugar al tenis, pero en realidad, es una metáfora de la relación que existe entre el jugador A (el ego) y el jugador B (tu yo esencial). Es una reflexión sobre esa dualidad con la que convivimos los seres humanos, y un pilar fundamental para comprender que cada persona desarrolla un juego interior en la vida, un diálogo consigo mismo entre su lado oscuro y su lado luminoso: tu Gollum contra tu Smeagol.

 

Coaching de John Whitmore: La esencia del coaching contemporáneo, está aquí. Desde los pasos para estructurar una sesión de coaching, el famoso método GROW, hasta las herramientas de liderar un equipo sin dirigirlo. Lo considero el primer libro del coaching como tal y es, simplemente, una pieza imprescindible para aquellas personas que tengan interés por el mundo el liderazgo, los equipos, o el coaching.

 

Ontología del Lenguaje de Rafael Echeverría: Este libro ya le he recomendado en otra ocasión, pero es que me parecen tan importante las reflexiones que se pueden sacar de esta obra, que no puedo dejar de insistir. Si te apetece aprender sobre filosofía del lenguaje, te garantizo que no te vas a aburrir. Profundizarás en la diferencia entre describir, y juzgar, sobre la importancia del lenguaje, de lo que dices, de tus declaraciones: las promesas, la declaración de ignorancia, la declaración del no, la declaración del sí, etc. Aprenderás que puedes influir sobre el futuro, pero que también puedes hacerlo sobre el pasado. Además, es una pieza clave para entender el desarrollo del coaching contemporáneo.

 

Las cinco disfunciones de un equipo de Patrick Lencioni: De este autor me he leído los nueve libros que tiene publicados en castellano, con eso te digo todo. Lencioni, para mí, es el referente fundamental del trabajo en equipo y este libro es eficaz, sencillo, claro y preciso como un bisturí. En mi caso, ha marcado un antes y después de mi forma de entender los equipos y en cómo contribuir a conseguir equipos cohesionados.

 

Comunicación no violenta de Marshall Rosemberg: Si Lencioni es el maestro del trabajo en equipo, Rosenberg es el psicólogo de la gestión de conflictos que más aprecio. Es una pieza imprescindible de tu biblioteca, es un tratado de comunicación, pero sobre todo es una forma de vida, una filosofía para ponerte en clave de las necesidades del otro, de tus emociones y de las ajenas. Una obra para que aprendas a amar el conflicto y entender que es parte consustancial de las relaciones humanas.

 

Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen R. Covey: Es un libro fundamental si te interesan los procesos de cambio personal. En realidad, es un método claro y transparente para que trabajes a tu aire, adaptándolo a ti mismo, en todos los aspectos de tu vida. Me parece una pieza clave para conocerte mejor, y fundamentalmente para que seas coherente y auténtico desde la integridad y la honestidad. Ponlo en tu lista de lectura es brutal.

 

Programación neurolingüística de Gustavo Bertolotto: Pienso que la programación neurolingüística, la conocida como PNL, no se puede aprender en un libro. Tienes que formarte con una persona con experiencia en este territorio, pero si puedo recomendar un libro sobre PNL, es éste. Explica muy bien alguna de las técnicas que han revolucionado el mundo del conocimiento, del desarrollo personal y de la comunicación. Te da algunas pistas de cómo funciona la mente y sobre todo tiene multitud de herramientas para que apliques estos conocimientos al mundo real.

 

Las siete leyes espirituales del éxito de Deepak Chopra:  Para conseguir el éxito no se trata de trabajar duro, sino de cambiar el enfoque. El autor se basa en las leyes naturales que gobiernan la creación, si la respetas tendrás felicidad y abundancia. Y lo más importante es que es un libro corto, espiritual y revelador. 

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RADIOGRAFÍA DE LA PARÁLISIS

¿Te sientes atascado? ¿Te cuesta conseguir el éxito? ¿Sientes insatisfacción? ¿Ves algunos problemas como un muro infranqueable? ¿Te cuesta decir no? Si tu respuesta es no, enhorabuena, no tienes que seguir leyendo. Si, por el contrario, puedes responder sí a alguna de las respuestas anteriores, me gustaría dejarte algunas pistas para combatir cuatro obstáculos para la acción: el miedo, tu discurso interior, el tiempo y el ego. La idea es presentarte los cuatro factores que más  encuentro en los procesos de coaching en los que trabajo, teniendo claro que es tan sólo una aproximación rápida para que los identifiques al menos.

 

El miedo es el congelador universal, el que te paraliza para la acción, y responde, fundamentalmente, a factores genéticos. Es una respuesta o una emoción que procede de nuestro cerebro más primitivo: el cerebro reptiliano. En su raíz existe una amenaza percibida, que generalmente no es real. Cuando nos da miedo enfrentar algo y, en consecuencia, nos paralizamos o huimos, en un primer momento es posible que se deba a una respuesta hipotética de una amenaza. Sin embargo, cuando un miedo persiste, por ejemplo, el miedo a dejar el trabajo, el miedo a cambiar de pareja, la respuesta ya ha pasado del cerebro reptiliano al neocórtex, la parte cerebral más racional. Lo que sucede, probablemente, es que estemos en un bucle de parálisis por exceso de análisis o atrapados en un miedo irracional.

 

La solución para vencer un miedo es, precisamente, hacer lo que nos da miedo, soportar la incomodidad, tolerar la frustración, aguantar el malestar del otro, dar el primer paso, pensar en lo peor que nos puede pasar y si no es tan grave, empezar. Y si no te sientes capaz, busca un profesional que te ayude. No dudes, será la mejor inversión de tu vida.  No renuncies a tus sueños por miedo. 

 

El discurso interior es esa especie de monólogo recurrente que mantienes contigo mismo. Por lo general suele tener un carácter negativo y tiene la facultad de convertirte en aquello que crees que eres. Si, permanentemente, te dices a ti mismo que no vales, que no vas a ser capaz, poco a poco irás definiendo tu personalidad y te irás convirtiendo en aquello que crees que eres. Es un fenómeno conocido como la profecía autocumplida. Por alguna razón, el lenguaje condiciona el pensamiento y el pensamiento modela nuestras conductas. Es decir: cuida tus palabras y tus palabras cuidarán de ti.

 

La solución para vencer al discurso interior no es tratar de eliminarlo, sino que la solución pasa por revisar cómo te hablas a ti mismo y empezar a lanzarte mensajes que te ayuden emocionalmente a sentirte con armonía y felicidad. No importa que no te lo creas, hazlo. Dedícate cinco minutos a transmitirte lo contrario de lo que habitualmente te dices de forma negativa. En otras palabras: sé consciente de lo que te dices y cuéntate cosas bonitas sobre ti mismo. La transformación interna es el preámbulo de la transformación exterior.

 

El tiempo nos paraliza en muchas facetas. Por ejemplo, cuando decimos que no tenemos tiempo no somos conscientes de que lo único que tenemos es tiempo y que el tiempo no puede gestionarse. Lo que se gestionan son las prioridades. Afortunadamente, existe una solución para este mal, parar. Porque si no paras tú, te parará la vida. No obstante, a mi juicio, la faceta en la que más perjudica el tiempo es en relación con qué referencia temporal tomamos en el día a día: el pasado, o el futuro. Si te pasas la vida mirando al pasado negativo, estás condenado a la depresión. Siempre estarás lamentando haber perdido algo, enfadado por no haber conseguido algo o resentido por no ser capaz de perdonar, o resignado por fingir aceptar lo que no aceptas. Si, por el contrario, te pasas la vida mirando el futuro en negativo, probablemente tendrás una naturaleza ansiosa o temerosa de lo que pueda suceder.

 

La solución es que hagas todos los esfuerzos posibles por mantener tu pensamiento la mayor parte del tiempo en el aquí y en el ahora. Puedes probar la meditación, el yoga, o el mindfulness, o parar periódicamente para hacer algún tipo de centramiento. Estar mentalmente en el pasado o el futuro en clave negativa sólo te va a acarrear parálisis.

 

Por último, el ego. El mayor azote de la sociedad contemporánea. El ego no es el egocentrismo, no es el egoísmo, no es nuestra soberbia, ni nuestra arrogancia, no es nuestra codicia, ni nuestro deseo infinito de reconocimiento. El ego es la consecuencia antropológica de nuestra necesidad de ser amados, de proteger nuestra condición de animales vulnerables, el ego es un mecanismo de supervivencia que nos hace colocarnos en el centro sin piedad, sin compasión, a cualquier precio, a costa de lo que sea. Y lo peor es que el ego te conoce a ti mejor que tú mismo porque el ego habita en ti.

 

La solución es más compleja, puesto que en primer lugar requiere de la toma de consciencia de qué es el ego y para ello no hay otra opción que conocerse a uno mismo, iniciar el sendero infinito del crecimiento interior, de la búsqueda personal, de la preocupación por quién eres. La buena noticia es que se puede atemperar, vigilar y moderar para que obstaculice lo menos posible tu avance en el camino del ser.

REFLEJOS

 

REFLEJOS

 

Cuando los astros se confabulan,

y el azar baraja las cartas,

a veces,

una entre un trillón,

descubres,

en la biblioteca de Babel,

un volumen sin letras.

 

Lo sacas del estante

con su lomo cobrizo,

encuadernado en piel,

decorado exquisitamente.

 

Dedicas un tiempo

a contemplar su vacuidad,

estupefacto

porque no puedes creer

que sus páginas 

estén escritas

con tinta invisible.

 

Entonces,

 todo cobra sentido.

 

 

LA LENGUA Y EL CLÍTORIS

 

Publicado en la Revista "Aquí". 

 

Últimamente, llevo un llavero muy curioso: un pequeño y extraño objeto en 3D de un material rugoso y esponjoso, con colores muy evocadores del pop de Warhol que me regalaron en un curso de formación en Madrid: Live it! Curso de inteligencia de Pareja. He observado que dicho llavero tiene tal poder de atracción de la mirada que podría servir como amuleto de protección sobre el mal de ojo. No sé si sabrás que las propiedades apotropaicasde un objeto son aquellas que le caracterizan por proteger a quien lo lleva contra alguna forma de mal. De hecho, los amuletos según la literatura etnográfica han de ser objetos pequeños que puedas llevar junto a ti y con determinadas propiedades inmanentes que le hacen que te dé suerte o que te proporcione protección. En este sentido, históricamente, lo fálico, por diversos motivos (su carácter puntiagudo, su representación simbólica del dios griego Príapo, por su naturaleza relacionada con la fertilidad, etc.) ha sido utilizado para combatir el mal de ojo. Incluso, una de las características de los amuletos que tienen el poder de combatir el mal de ojo es su capacidad de atracción de la mirada del aojador y, en consecuencia, evitan que la mirada ponzoñosa se dirija al niño, o a la persona destino del hechizo. Aquí es donde mi llavero despliega su función protectora: en su capacidad para atraer la mirada.

 

Las personas que me conocen han atribuido fundamentalmente dos fuentes posibles al origen del objeto: el capricho de llevar una pieza a escala pequeña de alguna forma de arte contemporáneo, o el recuerdo de algún objeto ritual relacionado con la antropología. Y la verdad, es que no van desencaminados. Como acabamos de ver, el fuerte color rojo, combinado con el rosa (el efecto crómico), sus tres finalizaciones en punta (lo punzante aleja los maleficios), lo pequeño del objeto y la rareza etnográfica del mismo, bien podría ser un amuleto contemporáneo que en breve podría empezar a ocupar catálogos de elementos protectores contra el mal de ojo. Por tanto, claramente, responde perfectamente a las características del objeto ritual. Por otro lado, en relación con el arte contemporáneo, estoy convencido de que, próximamente, comenzará a aparecer decorando museos, jardines, y plazas públicas en hierro, bronce, metacrilato coloreado, etc. Su naturaleza alegórica, simbólica, su poder de representación de lo femenino o del hedonismo, bien podría ser un gesto de justicia social en este milenio de la mujer.

 

John Austin y John Searle realizaron una gran aportación a la filosofía del lenguaje con su reflexión sobre los actos de la lengua, o actos lingüísticos que han sido determinantes para el pensamiento del siglo XX y siglo XXI. El lenguaje no sólo sirve para describir la realidad, sino que además la construye. Es decir, si yo digo: “el texto que estás leyendo está compuesto de palabras”, estoy describiendo la realidad. Primero existía un texto y después yo lo describo. Pero supongamos que yo declaro: “te felicito por leer este texto”, no estoy describiendo nada, estoy haciendo el acto de reconocer tu esfuerzo por leer. Por tanto, el lenguaje tiene el poder de describir o de crear una acción. Rafael Echeverría, en su Ontología del lenguaje, además, explicó que las declaraciones eran ese tipo de acciones que tiene el lenguaje que van más allá de las descripciones. Por ejemplo, la declaración del sí, la declaración del no, la declaración de ignorancia, los juicios, las promesas, etc.

 

La declaración de ignorancia, concretamente, es la manifestación del ser humano mediante la cual reconoce ignorar algo. Es tan importante que, si una persona no reconoce su ignorancia, cierra las puertas al aprendizaje, al crecimiento personal, a su desarrollo como individuo. Es más, cuando nos reímos de alguien que no sabe, estamos atentando contra su capacidad de crecimiento, contra su posibilidad de ser mejor persona y no le permitimos ampliar su campo del conocimiento.

Pues bien, efectivamente, mi llavero es un clítoris. Y te garantizo, que como me ha pasado a mí hace muy poco tiempo, la sorpresa al ver el clítoris con su forma completa es total. Y cierro con dos reflexiones. Primera: nuestra sociedad penaliza la ignorancia, con lo que la vergüenza nos evita decir no lo sé, no lo conozco. Lo que conduce, inevitablemente, al círculo vicioso de la ignorancia, porque sin declaración de ignorancia no hay aprendizaje. Segunda: si por la razón que sea no te atreves a declarar tu ignorancia públicamente, al menos hazlo para ti y cuando llegues a casa indaga sobre aquello que desconoces, al fin y al cabo, el camino del crecimiento personal dura toda la vida.

EL MEJOR AMIGO DEL PERRO

 

Érase una vez un perrito que se llamaba Bico al que le había tocado una forma de vida muy ajetreada. Bico era un bichón habanero negro de precioso pelo largo. Su jornada era agitada, rutinaria. Incluso tenía un montón de responsabilidades para cuidar a sus amos.

 

Para empezar la jornada, se tenía que levantar a las seis y media de la mañana para que su compañero anduviera un rato. Hacía, sobre esa hora, alguna deposición en la calle para que su acompañante se agachase un poco con la bolsa de plástico, ya que el pobre pasaba muchas horas sentado y sabía que necesitaba mover la espalda. Después a las siete en punto lo dejaba en su estudio haciendo pilates y subía de manera relajada a la planta de arriba con su amorosa ama para colocarse en un rincón, dormitando un ratito primero y tras un descansito canino, se encaramaba a la cama de su compañera cumpliendo su función de despertador perruno mediante un batiburrillo de ladridos que sabía que eran molestos para ella. Si aún así se resistía pasaba al plan B, que podía consistir en una batería de opciones: o golpeaba el bebedero hasta que se levantara a ponerle agua (misión cumplida) o le daba un repentino ataque de cariño y le lamía el rostro, cosa que ella detestaba. Así conseguía que se levantara finalmente ya fuera frunciendo el ceño o murmurando (pero en pie al fin) y le diera una sobredosis de saludos matinales.

 

Más tarde, tenía varias tareas vitales. Llevaba a los amos al trabajo situado a unos tres metros de la puerta de casa, para lo cual tenía que despejar el camino de posibles malhechores inoportunos, gruñendo, ladrando de forma amenazante o fingiendo ser capaz de atacar a cualquiera. Una vez dentro de la oficina, era fundamental que les advirtiera de cualquier ruido sospechoso con un gruñido o que advirtiera de una llamada al timbre con una multitud de ladridos multitonales, no fuera que olvidarán que alguien podría intentar entrar en la oficina y pillarles… trabajando. Bico sabía bien que el mejor modo de alertarlos era sacándoles de su absurda quietud y meditación profunda con un cambio de ritmo. Si, por otro lado, notaba varias horas de inmovilidad y, a sabiendas de que el sedentarismo del trabajo era letal, tenía que armarse de paciencia y empezar a lloriquear hasta que, por fin, salían del letargo y los paseaba hasta una panadería o los sacaba a la calle ancha para que se despejaran un poco. Todo por su salud.

 

Como carga extra, le tocaba arrancarlos del trabajo y recordarles la importancia de alimentarse de manera cíclica y no darle al cuerpo una sobredosis de ayuno. En este sentido, usaba la táctica del perrito escalador y empezaba a caminar sobre sus dos patitas traseras y a arañar sus pantalones, seduciéndoles con su rostro más triste y enternecedor. Hora de comer.

 

Les dejaba un ratito de descanso en su vuelta al trabajo para hacer la digestión. A las dos horas, lanzaba una nueva andanada de ladridos insoportables hasta que desistían de su tarea y se decidían a dar, felices, un largo paseo lleno de paradas de reconocimiento olfativo y conversaciones maravillosas. Este era su momento más feliz: cuando sus compañeros reajustaban su relación más humana y reían, silbaban, le llamaban una y otra vez por su nombre. Además, jugaban a su juego favorito: subir y bajar escaleras y sudar mientras charlaban y proyectaban su vida, sus sueños y sus anhelos.

 

Y es que Bico, el bichón habanero, sabía por experiencia de otros canes que su papel era crucial en la vida de sus compañeros: mantenerles activos y recordarles que es fundamental parar y pasear. Los humanos necesitan encontrarse con otros humanos con perros y compartir sus puntos de vista mediante el diálogo y el reconocimiento mutuo. Como perro no os imagináis cómo les afectaba a los humanos cuando no los sacamos a que se relacionen y socializen con otros humanos, aunque sean de “razas de distintas”. Y, es que, aunque a veces deseara quedarme en el sillón royendo plácidamente mi hueso, me tengo que sacrificar cuidando a mis cuidadores. Por los perros mas viejos del vecindario sé lo importante que es poner un humano en tu vida y hacer el sacrificio de cuidarle, obligarle a salir, a recoger inmundicias y a pasear, aún sin ganas, cada tarde del año. Porque la salud, al final, es lo que importa. Y, al fin y al cabo, el hombre es el mejor amigo del perro. 

 

 

 

 

 

                                                                                                                                                                                               

VULNERABILIDAD

 

- ¿A que no sabes cuál es el factor más importante en el que fallan los equipos?

- ¿En organizarse?

- No.

- ¿En la lealtad?

- No.

- ¿En la comunicación?

- Frío. Frío, eso es un genérico.

- ¿En la falta de motivación?

- No. 

- ¿En el desgaste de las relaciones?

- No. 

- Escupe, Guadalupe.

- El principal factor que produce fallos en un equipo es… la falta de confianza. Cuando la confianza escasea, la estabilidad del equipo se tambalea, los cimientos se resienten y entonces, nada puede funcionar. Muy bien, hasta aquí parece lógico ¿Verdad? ¿Qué es necesario para que exista confianza en un equipo o un grupo de amigos o en el hogar?

- ¿La sinceridad?

- Cuidado con la sinceridad, se encuentra a un paso del “sincericidio” que es “decir lo que piensas… sin pensar lo que dices”. Por ejemplo: “Pues parece que esa dieta de adelgazamiento que estás haciendo es inútil, porque, mayormente, te estás poniendo cada vez más gorda,”. O, “vaya calcetines feos que te has puesto, hermoso, no te pegan ni con cola”. Ni que decir tiene que la sinceridad combinada con la ironía es una bomba tóxica contra la comunicación. Por ejemplo: “anda, que habrás dormido bien, porque traes un careto - cadáver”. En fin, la sinceridad no apunta como la mejor herramienta para fomentar la confianza, aunque en su justa medida, pueda contribuir a ella.

- ¿La comunicación?

- Otra vez, ya te he dicho que eso es un genérico, un concepto abstracto, necesitamos concreción. De hecho, no existe la “no comunicación”, pero eso es otro tema. 

- Para que exista confianza hay que tener buen rollo, ¿no?

- Pues no necesariamente. Puedes mantener una relación estrictamente profesional, sin buen rollo, pero con un buen clima de trabajo y con confianza. 

- Me rindo.

- Para tener confianza en un equipo hay que ser capaz de mostrar nuestra vulnerabilidad.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué tengo que mostrar mis mierdecillas, mis debilidades frente a los demás?

- Sí, bajo determinadas circunstancias, así es.

- Ni de coña. Eso es lo último. Porque si muestro mi vulnerabilidad luego me pueden apuñalar. No has oído el dicho “cualquier cosa que diga podrá ser utilizado en su contra” o “eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras”.

- Claro, claro. Pero eso pertenece al sentido común y necesito otra charla para explicarte que el sentido común es una construcción social. Volvamos a la vulnerabilidad.

- Que no, que no, que tengo que mostrarme fuerte frente a los demás.

- Eso es una creencia, una de tus verdades de la vida. A ver, te explico. Lo primero que necesitas es un espacio seguro, unas condiciones en las que sepas que hay confidencialidad, respeto, libertad, compromiso, etc. Y eso se pacta primero. Ya te explicaré luego cómo… Y una vez que has creado un espacio seguro, ya puedes mostrar tu vulnerabilidad. Por ejemplo, ¿quién te da más confianza?, alguien que te dice: mira, voy a dar todo lo que pueda, pero tengo que reconocer que ante situaciones de estrés me pongo un poco nervioso y me cuesta concentrarme. O alguien que dice: sin problemas, es muy sencillo, yo no tengo ninguna dificultad en situaciones de estrés. 

- Desde luego el que va de “sobrao”, no, porque cuando hay estrés todo el mundo actúa peor.

- Eso es. ¿Ves? Confías más en la persona que ha mostrado su vulnerabilidad.

- Ya, pero mostrarse débil… no me cuadra.

- Sigo explicándote. La diferencia entre debilidad y vulnerabilidad es, precisamente, que hay vulnerabilidad cuando existe un espacio seguro. Un lugar en el puedes mostrarte sin temer a la traición, a la burla, donde se hable con respeto, donde haya un pacto o un acuerdo expresado verbalmente o por escrito. 

- Entiendo, te refieres a unas normas como en el juego de la alianza.

- Exacto. Fíjate cuando hay una alianza por escrito, ya no existe la posibilidad de sentirse amenazado, en consecuencia, no hay porqué temer nada.

- Ya, ya, eso era lo que me contaste de que el miedo siempre procede de una amenaza.

- Eso, es.

- Pues sabes lo que te digo, que me da un poco miedo salir sin dinero por si luego quedo en ridículo con mis amigos.

- Muy bien, eso es mostrarse vulnerable, pero no tengas tanta cara…

 

CLARIDAD

Publicado en la revista Aquí CLM

 

La mayoría de las organizaciones gastan una cantidad enorme de tiempo, energía y recursos en tratar de mejorar la productividad mediante sofisticados métodos técnicos: marketing digital, ingeniería financiera, planificaciones estratégicas, investigación, desarrollo e innovación, implementación de sistemas para clasificar los recursos humanos, etc. Sin embargo, la relación coste-beneficio de esta inversión es, frecuentemente, decepcionante. De hecho, sabemos que es más importante conseguir una organización sana que una organización sofisticadamente inteligente, pero enferma.

 

Lo más interesante es que para lograr una organización sana, no hay que invertir grandes cantidades de dinero, ni complicarse la vida. Lo que sucede es que con el eclipse de la supertecnificación y la hiperconexión, hemos perdido la fe en la simplicidad y en las cosas sencillas. Pensamos que cuanto más caro y más complejo, mejor es un sistema. Pero esto no es así. Si lo que buscamos es mejorar la productividad de una organización, tenemos que incidir, fundamentalmente, en la comunicación, y más concretamente en la “claridad”.

 

En pocas palabras, tener claridad es ponernos de acuerdo sobre lo que significan las cosas. Es decir, se trata de que nos blindemos contra la confusión, el caos, el desorden, las conversaciones tóxicas, las luchas internas, el enfrentamiento entre departamentos y las interpretaciones sesgadas. La claridad no se trata de tener una misión, una visión, una estrategia y unos valores, sino que todo el mundo conozca las ideas que las inspiran. Además, la claridad favorece un vocabulario común, facilita la toma de decisiones y permite delegar tareas o funciones de una forma eficaz.

 

¿Cómo podemos saber que hay claridad en una organización? Sólo tenemos que responder a seis preguntas. De hecho, si en una organización hay claridad, todo el mundo debería ser capaz de responder a las seis preguntas sin excepción: desde la directora ejecutiva al auxiliar administrativo, desde el informático, a la jefa de ventas. Si no es así: ya tendrás un indicador de que en tu organización no hay claridad y, en consecuencia, es bastante probable que no sea una entidad sana. Esto, garantiza infelicidad laboral, bajo rendimiento y baja productividad.

 

Las seis preguntas son las que pongo a continuación. Para facilitar el análisis, voy a incorporar una pequeña batería de cuestiones orientadores. Pero recuerda, la clave está en responder a las preguntas iniciales.

 

Para qué existimos: ¿Para qué existe la organización? ¿Qué diferencia aportamos al nuestro entorno? ¿Cuál es nuestra razón de ser? ¿En qué soñamos? Esta cuestión tiene que ver con nuestros ideales y no tiene que ver lemas enmarcados en la pared. Es lo que nos inspira. 

 

Cómo nos comportamos: ¿Cómo hacemos las cosas? ¿Cuáles son nuestros valores? ¿Cuáles son nuestros límites? ¿Tenemos un código ético? ¿A qué estamos dispuestos por dinero? Es nuestra guía para la acción.

 

Qué hacemos: ¿A qué nos dedicamos? ¿Quién es nuestra competencia? ¿Qué producimos? ¿Qué valor añadido generamos? ¿Cuál es nuestro modelo de negocio? Es por lo que nos conocen.

 

Cómo lo hacemos: ¿Cuál es nuestra estrategia, ¿Cómo y cuando planificamos? ¿cómo son nuestras reuniones? ¿Cómo se toman decisiones? Es cómo trabajamos para tener éxito.

 

¿Qué es lo más importante en este momento?: ¿Tiene la organización algún objetivo que sea el centro de atención para ese periodo? ¿Qué tenemos que cuidar en los próximos mese con especial esmero? ¿Qué es exactamente lo que tenemos que conseguir? ¿Cómo lo medimos? Es nuestra brújula para la acción.

 

¿Quién hace qué para cumplir los objetivos de la organización?: ¿Sabemos quién tiene que hacer qué? ¿Encargamos las tareas en función de la capacidad o en función del puesto? ¿Pensamos en los intereses colectivos o pensamos en nuestros intereses? Es nuestro reparto de responsabilidades.

 

Como ves el esfuerzo de la claridad no está en la sofisticación, ni en la inversión económica, sino en aspectos muy sencillos y baratos, tales como fomentar el dialogo y dar calidez a la relación con del otro. Si fomentamos relaciones sanas, conseguiremos organizaciones sanas.

 

CINCO PATRONES LINGÜÍSTICOS PARA MEJORAR TUS DISCUSIONES

En California (la Cálida Fornax de los misioneros españoles) allá por los años setenta, en plena eclosión de la postmodernidad, John Grinder (lingüista) y Richard Badler, (psicólogo) crearon los fundamentos de la programación neurolingüística o PNL. La PNL es un campo del conocimiento muy discutido desde el punto de vista científico que trata de proporcionar modelos de excelencia para alcanzar metas personales o profesionales. Para ello, parten de la modelización, es decir de la imitación o reproducción de lo que alguien hace para obtener idénticos resultados. 

 

Es decir, si alguien quiere tocar la guitarra similar a como lo hace Hendrix lo que debe hacer es copiar todo lo que Hendrix hace con su guitarra, estudiar los músicos que él ha estudiado y repetir lo más posible las prácticas que él ha desarrollado. Con tiempo y esfuerzo conseguirá un sonido muy similar al que tiene este guitarrista. Parece lógico, ¿verdad?

 

Intentando desvelar los modelos de atención psicológica que empleaban los terapeutas más exitosos de la época, descubrieron que los tres utilizaban una serie de patrones lingüísticos muy similares con sus pacientes. Los tres terapeutas que estudiaron fueron Fritz Perls de la escuela Gestalt; Virginia Satir, psicoterapeuta familiar sistémica; y Milton Erickson, hipnoterapeuta.

 

En su libro La estructura de la magia, definen una serie de patrones lingüísticos que las personas utilizamos sin ser conscientes, siendo en realidad generalizaciones, omisiones o distorsiones del lenguaje. Asimismo, dan las claves de cómo neutralizarlos o romper estos patrones. Un patrón es una estructura gramatical, una forma de construir una frase. Tomemos cinco patrones típicos para que veas su aplicación práctica.

 

1. Cuantificador universal: Se produce el patrón cuando alguien utiliza adverbios del tipo, siempre, nunca, nadie, jamás… Son generalizaciones. El patrón se rompe, o se desmonta el argumento, duplicando el adverbio mediante una pregunta. Por ejemplo, cuando alguien te dice: “Nadie me quiere”. Tú puedes responder: “¿Nadie, nadie?”.  Lo normal es que la persona encuentre una excepción, con lo que la generalización queda deshecha.

2. Lectura Mental: Es asumir que se sabe lo que alguien está pensando o que se conoce su estado interior. Por ejemplo: “Sé que te va a gustar” o “Estarás pensando que estoy loco”.  Este patrón se deshace preguntando: “¿Cómo lo sabes?”. Lo que se consigue, es poner en duda la fuente de información y, por consiguiente, el argumento. No se puede penetrar en la mente de una persona.

3. Omisión comparativa: Son comparaciones incompletas. Por ejemplo, “Mi libro es peor” o “Salí realmente mal de esa prueba” o “es muy barato”. El patrón se deshace preguntando por el segundo elemento la comparación. Por ejemplo: “Tu libro es peor que cuál” o “mal con respecto a cuándo” o “muy barato comparado con qué o con cuál”.

4. Operador modal de necesidad: Este patrón expone obligaciones que tienen que ser llevadas a cabo, cuando en realidad hablamos de creencias o expectativas. Por ejemplo, cuando alguien dice: “Hay que poner la mesa”, en realidad está sugiriendo que es una obligación que debe cumplirse. Sin embargo, podemos deshacer patrón o romperlo preguntando por las consecuencias de hacer lo contrario, lo cual debilita la creencia. Por ejemplo, si preguntas, ¿y qué pasa si no ponemos la mesa?, ya estás poniendo en duda el planteamiento y, a la vez, ampliando espectro de posibilidades sobre esa acción concreta.

5. Equivalencia compleja: Es uno de mis favoritos. Tiene una estructura del tipo “A = B”. Este patrón plantea que dos afirmaciones parecen relacionadas cuando, en realidad, no tienen porqué estarlo. Por ejemplo, “Mi mujer se ha marchado dando un portazo. Seguro que está enfadada”. En realidad, no necesariamente la puerta se ha cerrado con fuerza por un enfado, puede haber sido por una corriente de aire o por un descuido. El patrón se deshace preguntando, por ejemplo: ¿Sucedió alguna vez A sin suceder B? En el ejemplo anterior, ¿Siempre que da un portazo es porque está enfadada?

 

El mundo de los patrones lingüísticos es fascinante, aunque complejo. Tiene infinidad de campos de aplicación: retórica, negociación, terapia, ventas, argumentación, debates, coaching, comunicación no violenta, etc. Además, es una de las ramas de las PNL más precisas en su contribución al pensamiento científico y a la lógica del lenguaje en campos como la filosofía del lenguaje o la ontología del lenguaje. 

 

10 PISTAS CLAVE PARA TENER REUNIONES EFICACES

 

Las reuniones son la columna vertebral cualquier sistema organizativo. Además, condicionan nuestra forma de trabajar, nuestra felicidad o infelicidad profesional, la calidad de las relaciones humanas, la salud laboral de la organización y, más allá del trabajo, tienen un impacto directo en nuestra vida personal y familiar.  Sin embargo, en general, encuentro que las reuniones se perciben como el mal necesario de una jornada laboral o como un pequeño calvario por el que hay pasar.

 

En realidad, una reunión es una muestra de cómo funciona una organización, una metáfora de la gestión general de la entidad. Lo que sucede es que en muchas ocasiones no nos han enseñado a trabajar en equipo (donde reunirse es la forma más sencilla de intercambiar información) y hemos aprendido a reunirnos por la imitación de otros modelos en los que hemos participado. 

 

Me gustaría centrarme en diez ideas clave que quizás puedan ayudarte a mejorar la calidad de tus reuniones de equipo:

 

1. Fija una hora de finalización: No es lo mismo decir quedamos a las nueve para reunirnos, que decir quedamos de nueve a diez para reunirnos. Una reunión se expande en el tiempo hasta el límite que tú definas.

2. Trabaja con orden del día: Haz lo posible porque todos los participantes en la reunión dispongan de un orden día con el tiempo suficiente para que puedan saber de qué va a hablarse y prepararse la reunión adecuadamente.

3. No mezcles temas: Distingue entre aspectos tácticos, del día a día, de temas de carácter estratégico que son mucho más estructurales. Por ejemplo, si estás una reunión semanal de seguimiento de tareas para tomar decisiones cotidianas, no puedes abordar temas de fondo de la entidad que necesitarán con toda seguridad una reunión monográfica mucho más larga. Mezclar temas tácticos con estratégicos suele ser uno de los errores más comunes en las reuniones.

4. Discute: Es complejo de explicar, pero discutir debe el fin principal de cada reunión. Por supuesto, distinguiendo el debate ideológico del ataque personal. Considera que lo que no se dicen en las reuniones, se habla por los rincones. Y la falta de lealtad a los miembros de un equipo es lo que corroe a las organizaciones y las drena la energía mediante infinidad de conversaciones estériles.

5. Levanta un acta en tiempo real: Alguna persona podría tener el cometido de recoger un acta con, al menos, tres aspectos principales; qué se decide sobre un tema, quién es la persona encargada de ese asunto y, la más importante, cuál es el plazo límite para finalizarlo.

6. Crea un rol para el control del tiempo: Una persona puede encargarse de “cantar” el tiempo cada 15 minutos (las nueve y cuarto, las nueve y media…) Aunque esto pueda parecer trivial suele crear conciencia en el equipo sobre la autogestión del tiempo. Y, además, incorpora hábitos de respeto al tiempo asignado a la reunión.

7. Crea un rol de impulso de la toma decisiones: Otra persona puede encargarse de impulsar la toma de decisiones o de reconducir los temas cuando el equipo se dispersa o trata temas de carácter personal.

8. Mantén las reuniones contra viento y marea: El poder de la continuidad es la clave del éxito de cualquier equipo. No puedes gestionar tu tiempo, pero puedes gestionar tus prioridades. Considera la falta de continuidad de las reuniones como un indicador de que algo va mal en tu organización.

9. Finaliza las reuniones con un repaso: Es fundamental que finalices cada reunión tratando de aportar claridad en la comunicación. Para ello una sugerencia es que repaséis los acuerdos a los que habéis llegado y cómo van a comunicarse al resto del personal de la organización. De este modo, se construye un lenguaje común para la comunicación dentro del equipo.

10. Comparte la reunión con el equipo: inmediatamente después de la reunión, la persona encargada del acta en tiempo real manda el acta por correo electrónico a todos los miembros del equipo.

 

En conclusión, si cuidas tus reuniones estás cuidando la salud de tu organización que es uno de los aspectos más importante para tus relaciones laborales y, en consecuencia, estarás dando calidez a tu vida y la de los demás.

 

Publicado en la revista Aquí.

 

 

ANÓNIMOS

En la plaza de mi pequeño pueblo, cuyo nombre es impronunciable para los visitantes, hay un personaje muy particular que duerme en los bancos o en los resguardos de los cajeros de algunas entidades bancarias. Tiene la costumbre de hablar solo en voz alta. El discurso es una perorata continua, increpando a turistas y habitantes del pueblo que generalmente se alejan de él por una mezcla de sentimientos que combinan el miedo con el asco y una pizca de desconfianza. Su aspecto es de un juglar contemporáneo, ataviado con ropajes de lo más variopinto que altera con complementos muy dispares: desde una bandera de Palestina, a un transistor de los ochenta, un carrito de la compra u otros elementos que decoran la parafernalia en una performance efímera que sorprende cada día.

 

En ocasiones, especialmente temprano por la mañana, aparece un segundo personaje con una barriga enorme, una barba de leñador rudo, una camiseta ajustada que suele estar manchada con líquido rojizo de un cartón de “tetrabrí”. Grita de forma ruda consignas políticas y se queja continuamente de las ineficiencias y de las corrupciones del sistema. La esfera que genera de seguridad a su alrededor es considerable, pues autóctonos y forasteros prefieren evitar, a toda costa su presencia. Me imagino una visión desde arriba con turistas en hilera esquivando un obstáculo como un pelotón de ciclistas que se colocan en fila.

 

En las escaleras que bajan al garaje de un espacio que los visitantes llaman “el mirador”, desde bien temprano, una joven delgada, se clava en el suelo, ligeramente sentada sobre sus rodillas, con un cartón que invita a cumplir con uno de los cinco preceptos del Corán, dar limosna. Su mirada es inteligente, despierta y analítica. Suele variar su posición en función de las condiciones meteorológicas, poniéndose cubierto bajo las escaleras mecánicas cuando los días son desapacibles o permaneciendo al sol o la sombra dependiendo de la temperatura. A veces, estira su mano para solicitar alguna moneda, de la cual se separan los viandantes. A pesar de rebosar juventud, hay algo en su mirada de alma antigua y de dolor. También me la encuentro volviendo a casa con una bolsa llena de alimentos y un rostro de serenidad, caminando tranquilamente con sus pensamientos tras su agotadora jornada de supervivencia.

 

Al final del miradero, en una terraza de un local agradable y sofisticado, me topo cada mañana con un señor que vigila, limpia y recoge el espacio. Curiosamente, cuando está él, siento una bocanada de alegría, porque solemos intercambiar unas palabras. Me imagino también que sintonizo por su esmero y determinación al cuidar todo el espacio, con especial atención a las escaleras que bajan hacia el puente de Alcántara, cuyos charcos de orines baldea con cubos de agua y lejía, haciendo el lugar transitable y contribuyendo a un pueblo más agradable. Sin embargo, hoy le he notado triste, con un gesto de malestar profundo. Su madre ha muerto por un cúmulo de circunstancias desafortunadas. Inmediatamente, me he puesto frente al espejo de la tristeza, esa emoción universal que en mi pueblo nos empeñamos en enmascarar por nuestro analfabetismo emocional. Le he acompañado con mi presencia y le he mostrado mis condolencias, absorbiendo una parte de su frustración, su rabia y su desasosiego.

 

Necesitamos vivir el dolor y sentir la tristeza como parte de nuestra vida, para no generar cuerpos-dolor con sufrimientos ocultos bajo escudos que tarde o temprano se convertirán en algo físico somatizado. ¿Por qué el dolor se identifica con algo malo? ¿Por qué la tristeza no se expresa con naturalidad? ¿Por qué no contemplamos la necesidad del otro en vez de enjuiciarlo? 

 

Decía Epícteto que no nos afecta sobre lo que nos sucede sino lo que nos decimos sobre lo que nos sucede. Como coach solo puedo dar un consejo: no des consejos. Guárdate tus ideas sobre cómo es el otro y escucha sus necesidades, aunque no intercambies una sola palabra. Abraza el cambio de pararte a escuchar la necesidad del otro bajo la apariencia de ser seres anónimos y luego sigue tu camino, porque habrás iniciado una revolución interior.

 

El oficio de coach

 

Al coaching le sucede como a la antropología, son dos universos que necesitas experimentar desde dentro para comprender su enorme potencialidad para intentar conocer en profundidad al ser humano. El hecho de abrir la ventana del camino del coaching es como contemplar el Aleph de Borges, es un viaje que contiene todo un universo en el que el límite del aprendizaje lo pones tú o tu reloj biológico. 

 

El primer paso para adentrarte en este fascinante mundo requiere un proceso de selección del lugar en el que vas a vivenciar la experiencia en primera persona del coaching y en el que además vas a formarte. Experimentar el coaching, someterte a procesos de supervisión y de mentorización, es una parte clave del proceso que se complementa con la docencia. Es decir, como además es caro, es lógico que busques garantías de calidad educativa. Particularmente, tuve la suerte de ser bien aconsejado y escogí una universidad con experiencia y con las acreditaciones necesarias para poder disponer de las máximas garantías para que mi título de certificación pudiera darme acceso a la International Coach Federation. ICF  es “la mayor organización de coaches a nivel internacional y la decana con más de 20 años de promoción de los más altos estándares éticos y de calidad en esta profesión”.

 

El segundo paso es intentar hacerte una composición de lugar de la cantidad de materias y contenidos que se ramifican en una disciplina que no sólo crece en todo el mundo, sino que está abocada a una regulación formal en el campo académico. Es más, aunque se está incorporando a numerosas universidades como posgrado, a mi juicio es sólo una cuestión de tiempo que alguna universidad dé el primer paso para una estructuración en asignaturas y ponga en marcha el primer grado en coaching en nuestro país. En este sentido, para esa composición de lugar, el estudio es imprescindible: lingüística, filosofía, psicología, antropología, sistémica, programación neurolingüística, inteligencia emocional, comunicación no violenta, liderazgo, espiritualidad, etc. Y, desde luego, ahondar en el proceso paralelo de crecimiento personal que es inevitablemente retador y enriquecedor a la par.

 

El tercer paso es acreditarte mediante una escuela y mediante alguna entidad o federación que avale tu calidad profesional a través de exámenes teóricos y prácticos que establezcan unos estándares de calidad. En mi caso particular he optado la combinación de la Universidad Francisco de Vitoria para la formación y acreditación universitaria y ICF en la que he obtenido la certificación ACC (coach asociado certificado), el primer escalón de un recorrido profesional apasionante.

 

El cuarto paso es enfocarte en tu práctica del coaching dando el cien por cien en cada sesión y construir tu profesión mediante tus resultados. Y para eso, necesitas vender tu producto con claridad, honradez y creatividad. Además, debes tener clientes satisfechos. Es decir, la misión de un coach es acompañar en el desarrollo personal o profesional, tanto a personas como a equipos. Y como los sistemas se autorregulan solos, será el tiempo quien dictamine la calidad de tu trabajo, que en mi opinión es directamente proporcional al sumatorio del trabajo de crecimiento personal, a tu grado de coherencia vital, a tu madurez profesional, al nivel de preparación de cada sesión, a los retornos de inversión que logres y a tu compromiso con tu oficio reciclándote, supervisándote y tratando de mejorar cada día.

 

El quinto y último paso es personal: agradecer a la vida cada día la oportunidad de contribuir al apoyo de las personas y los equipos mediante el coaching, porque tratar de aportar belleza y felicidad al mundo mediante procesos de cambio es un auténtico privilegio.  

Silla en el techo


Leyendo sistémica encuentro este razonamiento que me encanta:

 

"Estas reglas o leyes que rigen los sistemas humanos no se deben entender como conceptos formulados por alguien que quiere inventar una teoría más. Tienen su origen en la observación de los fenómenos que ocurren y de los resultados que conllevan. Yo comparo a menudo estas leyes con la gravedad, que hace posible la vida en la tierra (sin ella estaríamos todos flotando en el espacio...).  Isaac Newton formuló en 1665 las leyes de la Gravitación Universal, pero no inventó la gravedad, sólo le dio un nombre y una comprensión. Si alguien intenta colocar una silla en el techo de su habitación, se le caerá encima una y otra vez. Hay personas que tienen el mismo comportamiento en sus  relaciones humanas y se sorprenden después por los resultados."

Las gafas de moda

Publicado en la revista Aquí CLM Septiembre 2018.

 

En las ópticas, existen dos modelos de gafas que han causado furor esta temporada: el modelo Proactive® y el modelo Reactive®. A pesar de poderlas encontrar graduadas, polarizadas, espejadas, de resina, de metal, etc., lo importante es que son dos tipos de cristales muy diferentes. Las Reactive® producen un efecto visual que nos hace relacionarnos con el mundo desde un discurso más reactivo: “Todo me pasa a mí..., siempre..., nunca..., nadie..., no puedo hacer nada..., es el destino..., tengo mala suerte..., me tienen manía..., me pasa por su culpa..., dependo de ella..., es que yo soy así... Por supuesto, este es el modelo prêt à porter, la versión más popular de las lentes que al final acaban dándote una visión muy particular de mundo. El modelo Proactive®, más caro y exclusivo convierten a su portador en alguien más sofisticado que decide lo que puede hacer, que busca opciones, que produce resultados, que puede cambiar, se enfoca en ser y no en tener. Es decir, una persona más proactiva.

 

El modelo Reactive® pertenece a la línea Victim® y, básicamente, te hace sentir con una estética en la que tus reacciones son las de sufrir las consecuencias pensando que no puedes hacer nada para evitar lo que te pasa. Es un modelo que te instala en un estilo de líneas definidas de excusas, con un corte que combina la culpa con tonos de chantaje emocional y pliegues de queja, con texturas de crítica y un toque de castigo. El corte Reactive® es para gente con una actitud más depresiva o ansiosa, con un carácter negativo y baja autoestima. Además, suelen apostar por ese modelo profesionales con bajo poder, bajo liderazgo que se convierten en ladrones de energía.

 

El modelo Proctive® pertenece a la línea Responsible®. Para personas despiertas, activas, dinámicas que se preguntan qué pueden cambiar ellas, qué pueden hacer para que algo suceda y rodeadas de tecnología que les ayuda a pensar cómo tienen que vivir el cambio de la moda. Me gustan especialmente las gafas Proactive® porque son las gafas de los creativos, de los personajes seguros, valientes y resilientes. Además, te dan un estilo de liderazgo alto, convirtiéndote en una fuente que irradia energía positiva.

 

Si analizamos en esta comparativa el trabajo que ha desarrollado el equipo de diseño y marketing de la óptica, atendiendo a las recomendaciones de la factoría de creación de ambos modelos vemos que las ventajas del modelo Reactive® son que te permiten mantenerte en la zona de confort, te evitan los riesgos de actuar, te facilitan eludir responsabilidades, te ayudan a encajar en el sistema, te permiten tener atención continua, te conducen a seguir consiguiendo reconocimiento, y finalmente, son el modelo ideal para seguir dando pena y evitar tener que afrontar los miedos.

El modelo de lentes Proactive®, es un poco más caro y te costará un mayor esfuerzo personal. Sin embargo, es una línea de gafas de alta gama que propician relaciones auténticas, que te impulsan a conseguir tus sueños vitales, haciéndote sentir más seguro. Otras ventajas son que, por su diseño, te hacen tener una línea de autoestima alta, mucha mejor salud, y, lo más importante: son las gafas para terrenos de libertad.

 

Sé que es difícil elegir entre un modelo u otro. De hecho, lo normal es que estés usando las gafas Reactive® y que acabes comprándote unas Proactive® una vez que te detengas y pienses un poco cómo quieres ver el mundo y cómo quieres ser visto. Personalmente, me decanto por el modelo Proactive® porque, a mi juicio, es como utilizar las gafas progresivas. Al principio, te dan sensación de vértigo y puede que incluso te marees un poco, pero una vez que te acostumbras a ellas, la nitidez con la que enfocas los diferentes asuntos de la vida te harán guardar las viejas gafas en un cajón. Y, al final, no querrás volver a la incomodidad de tener que estar todo el día cansado del peso de tus propias gafas.

 

Es sencillo, puedes elegir la línea Victim® y seguir instalado en un modelo reactivo que ya está obsoleto o dar el salto a la nueva línea Responsible®, que no es otra cosa que la habilidad de elegir ser una persona que apuesta por la autenticidad de escuchar a tu yo esencial, porque llevar Proactive® merece la pena.

 

Catálogo de viviendas rehabilitadas por el Consorcio de Toledo 2017

Como cada año, tengo el placer de elaborar el catálogo del consorcio. Es un trabajo que hago tranquilo, sin prisa y disfrutando de este Toledo que habito. Son las fotos de las viviendas rehabilitadas desde el punto de vista del nativo, de quien saborea cada día la belleza de esta ciudad de las infinitas sorpresas.

Espero que lo disfrutéis, al menos, con el entusiasmo y la pasión que ponen los propietarios de las viviendas rehabilitadas para construir su hogar en este casco histórico tan hermosos y tan seductor.

Para ver el catálogo solo tienes que pinchar en la imagen. 

Cuatro lecturas para el crecimiento personal

Publicado en la revista AQUÍ 

 

Si de algo disponemos en vacaciones es de tiempo para leer y de espacio para poner distancia del ajetreado ruido laboral. Son momentos propicios para el descanso, para la regeneración de energía y para la búsqueda de nuevas ideas. Te propongo una serie de libros que probablemente te supondrán un esfuerzo de lectura, pero que te ayudarán a crecer y a tener una vida plena de sentido.

 

Un nuevo mundo ahora de Eckhart Tolle: Es la versión contemporánea de su superventas El poder del ahora, un libro revolucionario sobre la visión espiritual de la persona. Esta actualización está mejor escrita, es menos farragosa, mucho más clara y está mejor adaptada a los nuevos tiempos. Para mí es, fundamentalmente, un tratado sobre el ego y una obra sobre la búsqueda espiritual del ser humano actual, en un momento en el que la búsqueda de sentido es una temática dominante de nuestro tiempo. No es un libro de lectura fácil, ni es un libro apto para todos los públicos. A mi juicio, es un libro para el que tiene que llegar tu momento. Yo inicié su lectura tres veces y las tres lo deseché. Sin embargo, es una cuestión de estar situado en un nivel de sensibilidad o de conciencia especial. Cuando eso ocurre, es simplemente brutal, alucinante, e increíble. El libro tiene un poder transformador inmenso y te remueve los cimientos de tu personalidad para encaminarte hacia una nueva edición mejorada de ti mismo. 

 

Fundamentos y prácticas de la comunicación no violenta (CNV) de Pilar de la Torre: Llegué a la CNV o comunicación no violenta por casualidad, charlando con una compañera de un curso de PNL. Y, desde entonces he integrado esta herramienta de identificación de necesidades en todas las dimensiones de mi vida. El libro fundacional de esta metodología de resolución de conflictos es Comunicación no violentadel psicólogo americano Marshall Rosemberg. En realidad, la CNV es una forma de vida y una filosofía práctica de las relaciones sociales. El libro acaba de publicarse y es un exquisito tratado práctico de comunicación en todos los niveles: pareja, familia, relaciones laborales, negociación, terapia, contextos de conflicto, mediación, etc. Además, Pilar de la Torre es una psicóloga experta en CNV que ha trabajado en los últimos veinte años en este tema, siendo su libro el primero en publicarse en castellano.

 

Ontología del lenguaje de Rafael Echeverría: Libro para leer con paciencia, lápiz y papel.

Una joya del siglo XX de la filosofía del lenguaje. Insisto, no es un libro para leerse de un tirón, pero es, entre otras cosas ha supuesto una de las bases del coaching ontológico, una de las escuelas de coaching más relevantes del mundo. Por ejemplo, el libro nos habla de la importancia del lenguaje para relacionarse y cómo el ser humano crea la realidad a través de las palabras. Es decir, frente a la idea de que la realidad está ahí y es posible describirla, el lenguaje, además, construye la realidad. Si decimos “yo os declaro marido y mujer”, las palabras han diseñado un nuevo estado para esas personas. También nos explica el papel de los juicios en las conversaciones, las emociones, los estados emocionales básicos y el lenguaje del poder. En fin, un libro imprescindible para aquellas personas inquietas intelectualmente y con sed de crecimiento personal.

 

Ágil Mente de Estanislao Bachrach: Si lo que buscas es la temática de moda, la neurociencia, éste es tu libro. Es un texto para aprender como funciona tu cerebro y potenciar tu creatividad para vivir mejor. Los seres humanos aprendemos hasta el momento de nuestra muerte. Y, además, no solo el cerebro afecta a la configuración de la mente, sino que la aplicación de técnicas concretas sirve para modificar la estructura y configuración de nuestro cerebro. Bachrach es doctor en biología molecular y durante cinco años fue profesor e investigador Universidad de Harvard. El libro es muy interesante, ameno, muy legible, y lleno de ejercicios para ser más creativo. ¿Qué más se puede pedir? 

Cueta. Babia. León

Cómo gastar tu dinero

Li Ka-Shing, el hombre, más rico de Asia y a quien la revista Forbes sitúa como el noveno hombre más rico de la tierra recomienda dividir tu salario en cinco partes. Las cinco partes no tienen que ser iguales, sino que tienes que definirlas tú mismo, ya que eres quien mejor conoce tus gastos y tus necesidades. Pero, insisto, lo importante es que repartas en cinco partes, aunque sea con una cantidad muy pequeña para alguna de ellas. Conforme aumente su salario, podrás aumentar tu presupuesto para todas las partidas. Ésta es la propuesta de porciones en las que distribuirlo:

 

Subsistencia. Utiliza una parte de tu salario, ingresos o recursos en pagar tus gastos de modo que vivas de forma razonable.

Paga tu renta, tu alimentación, tu ropa, etc. intentando ser prudente al principio. La cuestión es muy sencilla, si esta partida se lleva todos tus ingresos, algo no funcia bien en tus finanzas personales por la razón que sea. En este caso, yo optaría por reflexionar acerca las verdaderas causas de esta situación y empezaría un plan sistemático para mejorar mi situación económica estudiando cosas nuevas. Además, iniciaría un proceso de adaptación personal a la nueva situación, cambiando sí o sí creencias limitantes. Puedes buscar un coach que te ayude en el proceso, si no puedes hacerlo solo.

 

Ahorro. Ahorra, aunque sea un euro, pero ahorra.

El futuro es contingente, es decir, todo puede suceder, desde una crisis del petróleo, a un avión que se estrella contra un rascacielos o puedes padecer una enfermedad inesperada. Todo esto puede afectar a tu estabilidad económica de forma inesperada y fulminante, con lo que un pequeño colchón económico puede darte un respiro. Este punto siempre me hace preguntarme por qué la educación financiera no forma parte del currículum educativo de manera obligatoria. Somos analfabetos financieros y encima convertimos en tabú cualquier conversación sobre el dinero porque en nuestra cultura (no en todas es igual) está mal visto. En fin, ahorra e invierte.

 

Fórmate. Dedica una parte de tu sueldo cada mes a la autoformación.

En una sociedad volátil, incierta, cambiante y ambigua, el modelo de estudiar una carrera y tener un trabajo estable es un sueño anacrónico. Estudia, lee libros, vete a la biblioteca, haz cursos gratuitos que los hay a miles, intercambia conocimientos con amigos. Haz lo que sea, pero sigue en formación continua hasta que no puedas más. De hecho, por qué vas a condicionar a una persona que vivirá noventa o cien años a estar determinada por una decisión de estudiar algo a los 18 años. Piénsalo: si no desaprendes y sigues aprendiendo estás condenado a ser el mismo toda la vida.  

 

Viaja: Sal de tu localidad ya.

La mejor forma de convertirte en una persona ciega y cargada de prejuicios es no moverte de tu contexto local. Con carácter general es saludable salir del entorno de tu ombligo para no convertirte en “ombligocéntrico”. Es decir, si lo que quieres es no ser creativo, no abrir tu mente, no disfrutar de otras formas de ver el mundo, y colateralmente llegar a creer que el mejor aceite de oliva es el de tu pueblo, la mejor paella, la valenciana y que como en España no se vive en ningún sitio, no salgas nunca de viaje.

 

Haz amigos: Invita a dos amigos a comer o a cenar cada mes. Esta es la idea que me pareció más fascinante de la filosofía de este empresario. Li Ka-Shing recomienda reservar una partida para invitar a dos personas que te aporten algo, que te hayan ayudado, que sean más listos o más ricos que tú. El consejo es preciso: si refuerzas tu red social, refuerzas tus alianzas, expandes tus conocimientos mediante conversaciones y probablemente tus probabilidades de crecimiento personal aumenten.

 

En conclusión, divide tu salario en cinco bloques, sé perspicaz, aprende y expande tu red social. Al final, si respetas este método, mejorará tu vida, te irás adaptando al entorno, aprenderás, verás otras formas de entender la realidad y tendrás más amigos. En definitiva, es bastante probable que si lo pruebas durante un año completo al final del periodo seas más feliz y lo integres en tu vida como algo normal.

El decálogo de la productividad

Publicado en la revista aquí.

 

Mejorar la productividad personal o empresarial en una de las demandas recurrentes en mi trabajo como coach de equipos. Me gustaría sugerirte diez ideas clave que puedes aplicar a tu vida diaria para ser más productivo.

 

1.    El tiempo no se puede gestionar, se gestionan las prioridades. El tiempo es el que es. Puede ser percibido de diferentes formas, pero el tiempo, no se puede comprimir ni tensar. Lo que sí está en tu mano es priorizar tus tareas. Una tarea es una cosa que tienes que hacer. Priorizar es establecer un orden entre las tareas y sólo tú sabes lo que es más importante para ti.

 

2.    Para ahorrar tiempo, necesitas tiempo. Ésta es una paradoja que nos atrapa en un bucle, que nos hace subir la ansiedad. Sin embargo, sólo y exclusivamente, es posible mejorar en nuestra productividad si nos detenemos, pensamos, analizamos y ordenamos. El problema es que esto cuesta un esfuerzo y como el ser humano está programado para cumplir la ley de la conservación de la energía, es decir, la ley del mínimo esfuerzo, lo que hacemos es huir hacia delante y ponernos a la acción sin reflexión. Las consecuencias son ineficacia y utilización estéril de la fuerza de trabajo.

 

3.    La mayor fuga de tiempo se produce en las tareas repetitivas. El mayor desgaste de tiempo se nos va en las tareas que hacemos todos los días, porque “muchos pocos hacen un mucho”. Si por ejemplo todos los días atiendes el correo es vital que lo gestiones con alguna metodología que optimice los tiempos de utilización.

 

4.    Elimina las distracciones y reduce al mínimo las interrupciones. Una distracción es algo que te saca de la concentración de los que estás haciendo como, por ejemplo, mirar un mensaje en el móvil. Además, las distracciones, dependen de ti mismo. Por el contrario, las interrupciones son de carácter exógeno. Una interrupción se produce cuando una persona interfiere en tu labor por medios directos (entrando en tu despacho, por ejemplo) o indirectos (mediante una llamada de teléfono). Aplica los medios oportunos para minimizar su impacto, por ejemplo, desconectando el móvil si vas a tener una reunión o poniendo un papel en tu mesa de color rojo que indique que en ese momento estás ocupado.

 

5.    Huye de las reuniones como alma que lleva el diablo. Con carácter general, las reuniones son estériles, inútiles y un gasto de tiempo enorme. Hablo de las reuniones de coordinación y organización del trabajo. No me refiero a las reuniones en las que se trabaja algún tema. Una reunión de coordinación persigue informar y repartir tareas. Como mínimo debe tener una hora de inicio y una hora de terminación. Más de una hora de reunión es producción de tiempo improductivo. También es imprescindible que haya por anticipado un orden del día. Finalmente, una reunión terminará con un acta en la que se recoja qué hay qué hacer, quién lo tiene que hacer y cuál es el plazo de finalización de cada tarea.

 

6.    Libera tu mente. La mayor fuente de estrés es una cabeza plagada de cosas que hacer. Soluciónalo anotando todo lo que pase por tu mente en algún lugar que puedas consultarlo más tarde, ya sea una libreta, en las notas o tareas del móvil o en papelitos.

 

7.    Ten una misión en la vida.  Difícilmente podrás llegar una meta si no la defines primero. La guía orientadora de tus acciones será tu propósito vital. Si no te has preguntado para qué estás aquí, reserva ya una parte del día para hacerlo. Es mucho más fácil priorizar o planificar tus acciones preguntándote si honran a tu misión en la vida o si, por ejemplo, responden a un impulso del ego.

 

8.    Define tu roca diaria. Cada día intenta tener, al menos, una tarea principal que tienes que cumplir para superarte como persona, para acercarte a tu propósito vital o para sentir que has avanzado en el día. Tiene que ser del ámbito personal, profesional o social. Y aunque se hunda el mundo, aunque sea Navidad tienes que cumplir. Puede ser pasear al perro, hacer yoga, escribir un capítulo de un libro, terminar un informe o lo que tu definas como importante para ti, etc. Eso sí, la acumulación de rocas tiene que hacerte crecer un poco cada vez, marcando la diferencia por el hecho de completar estas tareas.

 

9.    Puede más la constancia de una gota que la fuerza de una ola. Sé constante, confía en el método y no te preocupes si fallas un día y vagueas, resulta que eres humano. Lo importante es tu tendencia y la intención. La clave del éxito está en la continuidad.

 

10.  Descansa. Eleva a la categoría de sagrados tus momentos de descanso. El fin de la productividad no es hacer más cosas, sino vivir con plenitud el ahora y disfrutar de tu tiempo compartiéndolo con las personas que quieres o saborear con presencia plena aquello que realmente te hace sentir bien.

 

Hermenéutica de las emociones

¿Sabes interpretar tus emociones? ¿Conoces el mensaje que contienen? Te explico aquí algunas pistas que puede ayudarte a conocer mejor qué pueden estar diciéndote tus emociones.

 

Partimos de que, con carácter general, desconocemos el rico mundo de las emociones. Vivimos sin saber qué significan los mensajes que nos traen las emociones. En realidad, las emociones son información que aparecen para decirnos algo.  Desde la antropología, sabemos que, si analizamos comparativamente las expresiones de los gestos del rostro, existen cuatro expresiones que reflejan emociones universales, es decir, emociones que son compartidas por todos los seres humanos: alegría, tristeza, miedo e ira (enfado más bien). 

 

La alegría y la tristeza se fundamentan en el logro. El miedo y la ira se basan en la amenaza. Por ejemplo, la emoción de alegría nos está diciendo que hemos logrado algo o que vamos a conseguir algo. Por eso, estamos alegres. De hecho, te invito a que compruebes cómo algún momento que recuerdes de alegría en tu vida se relaciona con el logro: aprobar un examen, tener pareja o ser capaz de dejar a tu pareja, encontrar un empleo o ser capaz de dejar uno que no te satisface, comprar una nueva vivienda, dejar de fumar, etc. Por otro lado, la tristeza nos informa de que hemos perdido algo, o que vamos a perderlo.  A veces, no identificamos la tristeza, sino que sentimos cierto estado de confusión, o una sensación que no podemos poner en palabras. Una forma de saber si es o no tristeza, es preguntarnos si esta emoción aparece por la pérdida o por un logro no alcanzado, como el fallecimiento de un familiar, el abandono de un ser querido o el despido de un empleo.

 

El miedo y el enfado (o la ira) responden a una amenaza. Imaginemos que hay un terremoto. Lo que sientes es una amenaza a tu vida. No te enfadas porque haya un terremoto, sino que te entra miedo y, automáticamente, tu cuerpo se pone en clave de supervivencia.  Lo interesante, es que sientes miedo porque un terremoto es algo que no puedes controlar, es algo con un poder amenazador muy superior a ti. El miedo es una respuesta a algo que es más poderoso que tú, sobre lo que no tienes capacidad de control. 

 

Cuando notas que hay una amenaza o un riesgo con un poder que es similar o inferior al tuyo, te enfadarás o sentirás ira. Esto se relaciona con el control. Supongamos que tu jefe te amenaza con despedirte. ¿Qué sientes, enfado o miedo?  Pues dependerá de lo que signifique para ti. Si sientes que es un trabajo que no quieres perder y sobre el que tienes cierto control, sentirás enfado. Si lo que percibes es una amenaza y un riesgo sobre tu supervivencia (no tienes control), será miedo.

 

Las emociones, aparte de contener información, son energía que fluye hacia adentro o hacia afuera. Y este es otro elemento que puede ayudarte a identificar tus emociones. Por ejemplo, la alegría y la ira fluyen hacia fuera, expresan una energía rebosante. Por el contrario, la tristeza y el miedo nos hacen sentir pequeñitos, impotentes y nos replegamos hacia el interior como una tortuga en su caparazón.

 

Un ejercicio que puedes hacer, es pararte y reflexionar cuándo has sentido tristeza o ira, miedo o alegría. Luego, verifica cuál es la causa de esas emociones y pregúntate qué te estaban diciendo, que información era importante para ti.

 

Las emociones no son ni buenas, ni malas. De hecho, toda emoción desempeña una función positiva: la alegría denota una despreocupación; la tristeza expresa la necesidad de aceptación de una pérdida; el miedo advierte sobre la prevención de un peligro; la ira alerta sobre la reafirmación de la identidad. De lo que se trata, es de que aprendas a identificar bien tus emociones y comprender qué mensaje llevan para ti. Este es el primer paso conocerte mejor y ser más inteligente emocionalmente. Una vez que hayas desarrollado la inteligencia intrapersonal, podrás dar el paso hacia la inteligencia interpersonal, o lo que es lo mismo, estarás preparado para mejorar en tus relaciones con los demás.

El secuestro de la amígdala

¿Has perdido alguna vez el control en una discusión? ¿Te has quedado callado frente a una situación en la que debías haber respondido? ¿Te has puesto a comer chocolate de forma compulsiva en plena dieta? ¿Has comprado alguna vez algo por impulso? Si es así, este artículo te interesa y mucho. Voy a intentar darte una explicación desde el campo de la antropología que te ayudará a entender un poco mejor el proceso mental que acompaña a estas reacciones y, en consecuencia, quizás te permita tomar consciencia de lo que realmente sucede en tu interior.

 

Las emociones son información del resultado de nuestros pensamientos, conductas, creencias, valores, etc. Si desconocemos la información que nos dan las emociones, es como si desconociéramos las señales de tráfico de la carretera cuando estamos conduciendo.

 

La antropología biológica ha arrojado luz en el conocimiento de la evolución del cerebro humano que se ha configurado a través de tres fases evolutivas: un cerebro reptiliano, un cerebro límbico y un cerebro racional.

 

El cerebro reptiliano se encarga de nuestra supervivencia y está en alerta permanente, analizando el medio que nos rodea para protegernos. Frente a una situación de peligro, la amígdala, nos manda una señal para que luchemos o huyamos. La amígdala, por ejemplo, se encarga de que nuestro corazón lata más rápido y de producir adrenalina. Seguro que conoces esa sensación de nervios en el estómago. La segunda fase evolutiva, nos dejó el cerebro emocional o límbico, que nos permite distinguir emociones más complejas como el desagrado, el amor, la tristeza, etc. Esta parte contribuye a regular nuestra relación con otras personas. Por último, el neocórtex, también conocido como cerebro racional, que nos da consciencia de qué cosas pensamos, que emociones sentimos y de cómo actuamos.

 

Una vez que hemos simplificado el puzle del cerebro, vamos a intentar entender qué pasa con algunas piezas. Cuando la amígdala lanza una señal, además de ponernos en alerta, desconecta al cerebro racional y al límbico. O sea, entramos en clave de supervivencia total. La razón no opera porque está desenchufada. A esto se le llama el secuestro de la amígdala.

 

Sin embargo, la clave está en que la amígdala no solo actúa cuando estamos frente a una situación extrema, sino que nuestras vivencias condicionan qué respuesta damos frente a un acontecimiento actual. Es decir, nuestra amígdala reacciona si tenemos clasificado un suceso como alerta, aunque no sea realmente un caso de supervivencia. Eso sí, deja actuar al cerebro límbico, pero desenchufa el cerebro racional. 

 

Cuando gritamos o damos un portazo, cuando huimos, cuando nos alteramos, cuando nos hierve la sangre, cuando no controlamos nuestros impulsos, cuando perdemos los papeles probablemente la amígdala esté secuestrando nuestro cerebro. Es posible que estemos confundiendo una amenaza real con una interpretación de algo que nos ha sucedido en el pasado. Por consiguiente, si somos capaces de descubrir cuándo somos víctimas del secuestro de la amígdala, podremos intervenir para evitar la reacción no deseada.

 

Por ejemplo, ¿cómo abordamos el conflicto? ¿Qué reacciones tenemos? Damos voces o nos comportamos de forma natural, charlando. Lo normal es que te influya la forma en que los vivías en la infancia. Así, tratarás los conflictos de manera asertiva utilizando el cerebro racional; huirás, inhibiéndote y cerrando la comunicación; o pelearás, criticando y poniéndote a la defensiva.

 

El primer paso para ser más feliz es conocerte a ti mismo. Simplemente, piensa si reaccionas y luego piensas, o si actúas tras reflexionar. Pregúntate si tu cerebro reptiliano aflora frecuentemente o no. Verás como el mero hecho de pensarlo ya ejerce un efecto protector frente a futuros secuestros de la amígdala. 

 

Construyendo el sueño de Adhara

Semana pasada intensa en Adhara. Seguimos con la formación en innovación educativa y creatividad para el profesorado con una excelente acogida entre la comunidad docente. En la semana que entra, cerramos el curso en Talavera y empezamos una nueva edición de creatividad para profesores no creativos en Toledo. Es un placer saber que tenemos en nuestra región docentes tan ávidos de aprendizaje y tan ocupados en mejorar la calidad de sus clases. 

 

Asimismo, hemos continuado con Paideia en un curso a la carta sobre nuevas metodologías de formación. Estamos, como en el año pasado, trabajando con los equipos de Alcázar y Toledo, con personas que creen en su trabajo y no hacen ruido, simplemente trabajan mucho y bien con un colectivo que los necesita.

 

También hemos colaborado con Futucam en un curso de formación del voluntariado, un colectivo que hace una labor encomiable y digna de reconocimiento. Sabemos que este curso es solo el principio de una larga alianza porque la conexión entre entidades es natural y nos interesa trabajar con organizaciones alineadas con sus valores y acciones. 

 

En Adhara queremos contribuir a mejorar la sociedad formando a los que forman y ayudando a los que ayudan, seguimos haciendo lo que mejor sabemos hacer trabajar con el corazón inteligente.

Reenfocando el síndrome del trabajador quemado

Una línea profesional en la que estoy trabajando con mucha demanda se relaciona con actuaciones para intentar que las personas puedan cambiar y ser más felices dentro y fuera de su trabajo. 

 

El síndrome de Burnout o del trabajador quemado es una afección caracterizada por un conjunto de síntomas que generan malestar como resultado del uso una cantidad de energía excesiva en el trabajo.  En consecuencia, la persona vive episodios de desgaste, agotamiento emocional, dolor, distanciamiento de los compañeros, frialdad en las relaciones, comunicación tóxica, baja autoestima, percepción de carga excesivas, juicios negativos, e insatisfacción profesional. En fin, resumiendo, sufrimiento, estrés y fatiga crónica que no desaparecen cuando alguien para de trabajar, sino que se incorporan como un "habitus" en la persona, citando el concepto del sociólogo francés Pierre Bourdieu.

 

La pregunta que me hacía antes de investigar como antropólogo este síndrome era ¿por qué los intentos desde la medicina, la psicología o desde otras terapias, no son del todo efectivas o son incluso ineficaces en muchos casos? A mi juicio: por la desconsideración cultural y lo explico.

 

Resulta, que además de ser contenedores de órganos, sacos químicos y seres pensantes, también somos portadores de emociones y parte de una cultura concreta. El ser humano es un ser de encuentro, necesitado del otro, libre, buscador de sentido y transcendente. Es decir, las personas necesitamos de otras personas para relacionarnos, para aprender un lenguaje, para sobrevivir y ¿cómo no? para recibir cariño, reconocimiento y afecto. Pero, el hecho de vivir en un determinado lugar, sumado a nuestras experiencias personales determinan nuestra visión del mundo y nuestros valores. Y el dolor del trabajador quemado, procede en gran medida de un "desalineamiento" entre lo que somos y lo que queremos ser, entre lo que pensamos y lo que hacemos, entre lo que sentimos y cómo nos comportamos. Con carácter general, somos seres integrados en inercias infernales, formados por capas incongruentes entre sí, dominados por miedos, somos personas carentes de tiempos para la reflexión, estamos centrados en la acción como huida hacia delante y sin la madurez para coger el toro por los cuernos y tomar las riendas de nuestra vida. El otro demonio de nuestra cultura es el ego, el destructor invisible de las relaciones sociales y el gran aniquilador del individuo. Con el agravante de que, en la mayoría de los casos, quien más critica el ego ajeno, es quien más está dominado por el trío: ego, soberbia y vanidad enmascaradas en la falsa humildad. Pero que no cunda el pánico, estos elementos son eminentemente culturales y pueden tratarse desde un enfoque global. 

 

La persona afectada de burnout requiere trabajar el alineamiento en cuatro ámbitos: la identidad, sus sistemas, sus metas y su plan de acción. El éxito del modelo se basa en propiciar la coherencia personal; en comprender que se puede tener razón o ser feliz; en dejar de tomarse las cosas con carácter personal; en adquirir la competencias para aprender a escuchar las necesidades del otro; advertir que el perfeccionismo nos convierte en seres absolutamente insoportables; en integrar que si esperamos a que todas las circunstancias se pongan de nuestro lado, nunca pasaremos a la acción; en asimilar que hay vida después del trabajo; en entender que sin red social somos seres aislados con muchas papeletas para la depresión, en pensar que compararnos con los demás siempre conduce a la infelicidad porque siempre habrá alguien más listo que nosotros, con más dinero que nosotros y que hace las cosas mejor que nosotros, etc.

 

El síndrome del trabajador quemado es una consecuencia lógica de la sociedad contemporánea y la concibo como una enfermedad cultural que requiere de un tratamiento que permita a la persona experimentar un cambio en su sistema inmunológico cultural para modificar prácticas y la forma de mirar la realidad. Si partimos de la premisa de que nadie puede cambiar a nadie y que sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos, ya tenemos la clave para convertir nuestros límites en puntos de partida.

 

Una línea profesional en la que estoy trabajando con mucha demanda se relaciona con actuaciones para intentar que las personas puedan cambiar y ser más felices dentro y fuera de su trabajo. 

 

El síndrome de Burnout o del trabajador quemado es una afección caracterizada por un conjunto de síntomas que generan malestar como resultado del uso una cantidad de energía excesiva en el trabajo.  En consecuencia, la persona vive episodios de desgaste, agotamiento emocional, dolor, distanciamiento de los compañeros, frialdad en las relaciones, comunicación tóxica, baja autoestima, percepción de carga excesivas, juicios negativos, e insatisfacción profesional. En fin, resumiendo, sufrimiento, estrés y fatiga crónica que no desaparecen cuando alguien para de trabajar, sino que se incorporan como un "habitus" en la persona, citando el concepto del sociólogo francés Pierre Bourdieu.

 

La pregunta que me hacía antes de investigar como antropólogo este síndrome era ¿por qué los intentos desde la medicina, la psicología o desde otras terapias, no son del todo efectivas o son incluso ineficaces en muchos casos? A mi juicio: por la desconsideración cultural y lo explico.

 

Resulta, que además de ser contenedores de órganos, sacos químicos y seres pensantes, también somos portadores de emociones y parte de una cultura concreta. El ser humano es un ser de encuentro, necesitado del otro, libre, buscador de sentido y transcendente. Es decir, las personas necesitamos de otras personas para relacionarnos, para aprender un lenguaje, para sobrevivir y ¿cómo no? para recibir cariño, reconocimiento y afecto. Pero, el hecho de vivir en un determinado lugar, sumado a nuestras experiencias personales determinan nuestra visión del mundo y nuestros valores. Y el dolor del trabajador quemado, procede en gran medida de un "desalineamiento" entre lo que somos y lo que queremos ser, entre lo que pensamos y lo que hacemos, entre lo que sentimos y cómo nos comportamos. Con carácter general, somos seres integrados en inercias infernales, formados por capas incongruentes entre sí, dominados por miedos, somos personas carentes de tiempos para la reflexión, estamos centrados en la acción como huida hacia delante y sin la madurez para coger el toro por los cuernos y tomar las riendas de nuestra vida. El otro demonio de nuestra cultura es el ego, el destructor invisible de las relaciones sociales y el gran aniquilador del individuo. Con el agravante de que, en la mayoría de los casos, quien más critica el ego ajeno, es quien más está dominado por el trío: ego, soberbia y vanidad enmascaradas en la falsa humildad. Pero que no cunda el pánico, estos elementos son eminentemente culturales y pueden tratarse desde un enfoque global. 

 

La persona afectada de burnout requiere trabajar el alineamiento en cuatro ámbitos: la identidad, sus sistemas, sus metas y su plan de acción. El éxito del modelo se basa en propiciar la coherencia personal; en comprender que se puede tener razón o ser feliz; en dejar de tomarse las cosas con carácter personal; en adquirir la competencias para aprender a escuchar las necesidades del otro; advertir que el perfeccionismo nos convierte en seres absolutamente insoportables; en integrar que si esperamos a que todas las circunstancias se pongan de nuestro lado, nunca pasaremos a la acción; en asimilar que hay vida después del trabajo; en entender que sin red social somos seres aislados con muchas papeletas para la depresión, en pensar que compararnos con los demás siempre conduce a la infelicidad porque siempre habrá alguien más listo que nosotros, con más dinero que nosotros y que hace las cosas mejor que nosotros, etc.

 

El síndrome del trabajador quemado es una consecuencia lógica de la sociedad contemporánea y la concibo como una enfermedad cultural que requiere de un tratamiento que permita a la persona experimentar un cambio en su sistema inmunológico cultural para modificar prácticas y la forma de mirar la realidad. Si partimos de la premisa de que nadie puede cambiar a nadie y que sólo podemos cambiarnos a nosotros mismos, ya tenemos la clave para convertir nuestros límites en puntos de partida.

 

COACHING DIALÓGICO: EL PLACER DE REINVENTARSE

Con Nadia Peeters y Eva Muñoz Molina, dos extraordinarias maestras de coaching y de vida
Con Nadia Peeters y Eva Muñoz Molina, dos extraordinarias maestras de coaching y de vida

En mayo de 2016, tomé un par de decisiones que sabía que marcarían un punto de inflexión en mi vida. La primera, salir de un trabajo que no me satisfacía, aunque me ofrecía la comodidad de un sueldo estable y una gran oportunidad de formación. La segunda matricularme en la Universidad Francisco de Vitoria en un proceso de formación de dos años para certificarme como coach dialógico.

 

Ahora que miro atrás, me parece increíble el giro que le he dado a mi vida en lo personal y en lo profesional. El crecimiento que ha supuesto para mí el placer de reinventarme, descubrirme, conocerme mucho mejor, trabajarme y esforzarme cada día por mejorar un poco junto al otro, es una vivencia para la que las palabras se quedan necesariamente pequeñas. Hay experiencias intransferibles, que sólo pueden conocerse desde dentro. Recorrer el camino arte del coaching dialógico es una de ellas. Todo suma en un camino sin fin.

 

Cierro este ciclo de aprendizaje con la convicción de haber convertido mis límites en orillas y con la consciencia de mi ignorancia frente a un nuevo universo volátil, incierto, cambiante y ambiguo. Y, además, me siento más retado que nunca para tener presencia plena frente a lo que la vida me interpele, seguro de que el coaching me ha reestructurado como un ser humano completo, necesitado del otro y dispuesto a superarme cada día.

 

Sólo puedo estar agradecido a la vida por haberme dado tanto y todas las personas que me ha acompañado en este proceso porque sólo por estos dos años, mi vida ya ha merecido la pena. Gracias, gracias, gracias.

 

ES SENCILLO: SI FALLAS EN ALGO, FÓRMATE

Cuando inviertes en bolsa y dibujas en una gráfica la evolución de tu capital, descubres que se produce una línea ascendente similar a los dientes de una sierra. Es decir, tu dinero crece de forma progresiva si has hecho una diversificación adecuada de las acciones atendiendo a diferentes criterios: localización de la compañía, sector, volumen de negocio, ciclos, etc. Sin embargo, a veces, observamos una caída pronunciada durante un periodo de tiempo y una recuperación un poco más tarde. Lo que se puede hacer para corregir la desviación es comprar más acciones de una nueva compañía que, en ese "bache", esté ganando dinero. Por ejemplo, si yo tengo entre mis acciones una empresa de helados, es probable que en invierno caigan los beneficios. Si compro una empresa de juguetes, que en Navidad dispare sus ingresos, es bastante seguro que al año siguiente las pérdidas en invierno de los helados se compensen con los beneficios de los juguetes. Hasta aquí una reflexión de sentido común.

 

Cuando un cliente de coaching viene a una sesión sin un reto o un problema muy definido, utilizo un recurso clásico: la rueda de la vida. Hago una especie de diana y en cada uno de los ocho triángulos que la forman recojo un área vital: trabajo, dinero, salud, familia, pareja, ocio, desarrollo personal y entorno físico. El cliente dedica un tiempo a pensar y luego se auto-puntúa en función de la satisfacción con cada área de vida dibujando un triángulo, "una cuña de quesito" más o menos larga en función de la puntuación. Por lo general, la sesión de coaching suele centrarse en un área que se encuentra con baja puntuación o lo que es lo mismo, se trabaja el aspecto que está más "flojo en la vida del cliente". Por ejemplo, si el cliente ve que sus relaciones están poco puntuadas lo más probable es que demande una sesión de coaching con la intención de mejorar su red social, pasar más tiempo con sus amigos, o hacer nuevas amistades.  Hasta aquí una reflexión metodológica.

 

¿Qué podemos deducir? Cuando unas acciones concretas de una cartera de acciones dan mal resultado, se pueden comprar acciones que en ese periodo sean ganadoras, y es, casi seguro, que compensaré mi inversión. Cuando un ámbito de una persona va mal, el coaching actúa acompañando al cliente, incidiendo en esa área que está mal. ¿Qué hacemos cuando se nos pierde el botón de una camisa? Lo sustituimos, lógicamente, por uno idéntico o similar.

 

Pues atención, que aquí viene lo bueno: cuando algún aspecto de nuestra vida va mal, ¿qué hacemos? Nada. Nos quejamos, nos resignamos, nos adaptamos, culpamos a los demás o a la mala suerte, etc. Vamos a ver, ¿por qué no aplicamos el método de la bolsa, el coaching o la camisa? ¿Por qué no nos compensamos la carencia que hemos detectado? Si no sé hablar en público, pues hago un curso de oratoria. Si soy malo organizándome, pues voy a un curso de productividad. Que en mi negocio no vendo, pues hago una formación en ventas o en marketing. Que tengo baja la autoestima, pues hago un curso de crecimiento personal o visito a un psicólogo. Si siento que fallo en mi comunicación por ser muy agresivo o muy pasivo, puedo hacer un curso de educación no violenta. Si tu hijo es una fuente de problemas para mí, mándalo a un coach especializado en adolescentes. Si quieres aprender inglés ve a la escuela de idiomas. Si eres muy desordenado, léete un libro para aprender a organizarte. Y así sigue hasta que

encuentres tu equilibrio personal.

 

Es alucinante, de verdad, que seamos capaces de escribir mal y no se nos ocurra apuntarnos a clases de ortografía; que nos veamos estresados y no pensemos en hacer yoga o meditación, que nos veamos como seres sedentarios y no cojamos un perro de la perrera que nos obligue a caminar; que tengamos la economía hecha una pena y no compremos un libro de introducción a las finanzas personales; que nos duela la espalda y no vayamos al fisioterapeuta; que en el trabajo nos llevemos fatal entre compañeros y no contratemos un especialista en gestión de equipos que nos haga fluir como la seda en seis sesiones.

 

Me pregunto si es una cuestión de costumbre, de desconocimiento, de ahorro, de pereza, de ignorancia o de un sofrito de todo lo anterior. En realidad, es sencillo: si fallas en algo, fórmate y con un poco de tiempo y esfuerzo serás más feliz que antes, cuando sólo sabías lamentarte, quejarte, echar la culpa a los otros o vivir acomodado en una inercia infernal viendo la tele.

 

Es posible mejorar,  amigos: palabra de coach

 

Un rincón tranquilo de Toledo

En Toledo siguen quedando rincones tranquilos, con la pátina de decadencia y la huella humana del detalle del hombre con su entorno. Aquí, es donde mejor se expresa la creatividad, intentando aportar belleza al mundo, aquí es donde el arte popular cobra todo su sentido y aquí donde el deseo de vivir en armonía con el entorno es real. Los caprichos del azar generan microcosmos únicos y espacios de humanización de la ciudad sin pretensión turística ni deseo de exhibición. Veo esta imagen como un detalle de los universos paralelos que confluyen: el Toledo de los que vivimos Toledo frente al Toledo de los que nos visitan. ¿Qué es Toledo? Ese diálogo.

El camino de la tortuga Kochy

(Publicado en la revista Aquí)

 

Érase una vez una joven tortuga que vivía muy ajetreada en una hermosa isla de La Polinesia. Su nombre era Kochy y era conocida en su territorio por su conducta ejemplar. Trabajaba de sol a sol y siempre que podía ayudaba a todas las tortugas del territorio a resolver cualquier problema que tuvieran. Kochy, se afanaba en cuidar a su círculo familiar y apoyaba a toda la comunidad en numerosas labores, desde la pesca al cuidado de sus crías. Era una tortuga visiblemente feliz y muy reconocida por sus semejantes.

 

Una noche, mientras contemplaba atribulada el negro-azul del cielo, contempló cómo un pequeño cometa cruzaba la bóveda celeste y se precipitaba al mar produciendo un bello fenómeno: un chisporroteo de luz roja, sonidos de espumas burbujeantes que brotaban ante la fuerte diferencia de temperatura entre el mineral incandescente y el agua tibia. Además, todo ello, estaba perfumado con un ambiente que desprendía un fuerte olor a azufre y salitre de mar.

 

La impresión que predominaba en sus ojos de tortuga perspicaz era la línea perfecta de luz que el asteroide dibujó en el firmamento. En ese momento, cayó en su cuenta de que todo en la vida estaba perfectamente organizado y que todo fenómeno tenía siempre un origen. Fue entonces cuando advirtió que, asimismo, la vida tendría que tener, como la luz que desprendía ese cometa, un origen y un final.

 

Empezó a sentirse conmocionada, al comprobar que nunca se había preguntado cuál era su propósito en la vida. No sabía para qué hacía las cosas, sólo sabía por qué las hacía. Descubrió una profunda desazón en el fondo de su corazón al saberse huérfana de un destino. Es más, despertó en su interior una alerta: acababa de ser consciente de que todo esto era un lío que por sí misma no podría resolver. Fue entonces, cuando hizo lo que todas las tortugas hacen cuando están perdidas o son arrastradas por la corriente sin saber a dónde ir: decidió viajar para consultar al oráculo de la isla de Tuketú, donde la vieja tortuga Achok, la venerable sabia sin respuestas, ayudaba a las tortugas perdidas a encontrar su camino.

 

Pasó toda la noche nadando con sus aletas doloridas, de tanto remar sin descanso, hasta llegar a la pequeña isla volcánica de Tuketú, donde la humilde Achok tomaba el sol del amanecer bajo un caparazón cuarteado por el paso del tiempo. Sin pestañear, miró de reojo al húmedo galápago, recién llegado que le dijo:

 

- Necesito tu ayuda, oráculo de Tuketú, sabia Achok, maestra de las tortugas perdidas. Anoche, descubrí, iluminada por el cometa que cayó el mar, que vivo en una inercia inconsciente. No sé ni quién soy. No sé dónde voy. Desconozco el sentido de mi vida.

 

Achok, sin mover una ceja, le respondió mirándola con una sonrisa plácida y comprensiva:

 

- Valiente Kochy, sin duda algo intenso hay en ti que te conmueve para nadar toda la noche y recorrer tantas millas para venir a visitarme, pero ya sabes que el oráculo no da respuestas, las respuestas están en ti. Sin embargo, por tu esfuerzo, te voy a regalar una pequeña oración y las cuatro preguntas secretas de la isla de Tuketú. Escucha atentamente la oración, porque tendrás que apuntarla en la arena de la orilla y memorizarla antes de que las olas las borren. Es la ley del oráculo de Tuketú: “Las tortugas somos animales libres, que buscamos nuestro camino, que descubrimos nuestra verdadera naturaleza y nos encontramos con nosotros mismos cuando nos salimos del caparazón, que nos desarrollamos como tortugas auténticas ante el encuentro con otras tortugas. Por eso, las tortugas nunca nadamos solas”

 

Achok, tomó un poco de aire, mientras observaba con presencia plena a Kochy que escribía las últimas letras en la arena de la orilla. La vieja tortuga señaló de nuevo:

 

- Tras recitar la oración has de reservar un poco de tiempo para responderte a las cuatro preguntas que debes hacerte cada día para encontrar tu camino y relacionarte con los demás desde tu yo tortuga esencial: “¿Quién eres tú?, ¿Qué sientes realmente?, ¿Qué necesitas de los demás?, ¿Que puedes hacer tú para mejorar como tortuga? Eso es todo Kochy, se acercan otras tortugas que, como tú vieron caer el cometa y vienen en busca de más preguntas a sus respuestas. Te deseo un feliz viaje y recuerda que en el poder de la continuidad reside la fuerza para encontrar tu camino, repite la oración y las preguntas todos los días.

 

Kochy pasó su viaje de vuelta memorizando las palabras de la oración, satisfecha por el privilegio de haber conocido a la venerable Achok y convencida de que esa conversación iba a marcar un punto de inflexión es su vida. Su viaje a Tuketú, como pasó con sus ancestros, era el rito de paso inevitable para ser una tortuga nueva, con una vida plena y digna de ser vivida. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

 

Decálogo para 2018

DECÁLOGO PARA 2018

 

1.     Vacunar de la rabia a los perros muertos.

2.     Aprender a hacer puentecitos de oro para los amigos que no huyen.

3.     Poner un rey vivo donde quede un rey muerto.

4.     Seguir madrugando para que amanezca más temprano.

5.     Dejar de esperar a que todo este perfecto para empezar a hacer las cosas.

6.     Intentar convertir la mierda en estiércol.

7.     Seguir ayudando a los que ayudan.

8.     Distinguir lo urgente de lo importante.

9.     Darle un año sabático al ego.

10.  Y cerrar la fábrica de miel para cerdos.

Comida sana

 Menú saludable. Gazpacho de aguacate, paté de zanahoria y sopa de quinua.

Tener razón o el eclipse del yo

 

Publicado en la Revista aquí

 

 

Puedes elegir entre ser feliz o tener razón. La razón está, definitivamente, sobrevalorada. Esto es así porque confundimos la razón con nuestra razón. Es decir, seguimos empeñados en creer que lo que hay ahí fuera de este cráneo (que nos encierra y que nos da acceso al exterior mediante una serie de orificios) es la realidad. Pues no, no es la realidad, es sólo nuestra realidad. 

 

Un buen amigo me dijo una vez que las personas que se empeñan siempre en tener razón acaban siendo unos “seres absolutamente insoportables”. Sobre las múltiples causas que nos llevan a discutir, a tener conflictos, creo que hay un par de aspectos fundamentales sobre los que merece la pena detenerse: la incapacidad para describir sin interpretar y la incapacidad de escuchar.

 

Siendo la educación universal ¿cómo es posible que no distingamos la diferencia entre describir e interpretar? Describir es ir explicando detrás de los hechos con las palabras y con objetividad. ¿Qué quiero decir? Que primero es la patada al balón y luego la narración con palabras de cómo el niño de pelo rubio se ha dirigido corriendo hacia el balón y lo ha golpeado con la pierna derecha. Esta descripción es universal, lo entendería un esquimal y un bosquimano. No hay nada mío en la narración. Sin embargo, si dijera que un niño bajito, corriendo rápidamente, le ha propinado una furiosa patada al balón grande con la intención de batir al portero, estoy llenando la escena de juicios: ¿bajito, comparado con quién, con un pigmeo? ¿Rápidamente como Usain Bolt? ¿furiosa, en qué te basas? ¿balón grande como un balón de playa, como un globo aerostático? ¿cómo sabes la intención?, etc. 

 

Pasamos media vida sometiendo a interpretaciones las cosas que tienen que ver con los demás. Frecuentemente, imponemos al mundo nuestras gafas, o tratamos que no nos juzguen nuestra perspectiva. Yo me pregunto, ¿como puedo pretender que lo que yo creo sea la verdad, la razón que es válida. Mi cultura es diferente, mi familia, mi experiencia, mis lecturas, y mis relaciones también. Si soy diferente al otro, cómo no vamos a tener desacuerdos y razones distintas. Generalmente interpretamos y, en muy pocas ocasiones, describimos. El choque de prejuicios y presuposiciones nos conducen a la falsa creencia de que casi siempre tenemos razón.

 

Por otro lado, con carácter general no escuchamos. La escucha activa no la practica apenas nadie. Es raro que alguien comience a hablar dos segundos después de que el interlocutor haya realmente terminado. Es más raro que en una conversación, alguien tenga la costumbre de preguntar ¿has terminado ya, te gustaría añadir algo más? Es más raro todavía que alguien no esté pensando en lo que va a decir y, en cuando tenga un hueco (o se detenga a coger aire) interrumpa sin dejar finalizar al otro. Sin embargo, se siguen haciendo cursos en retórica, habilidades discursivas, técnicas de oratoria. Nos empeñamos en seguir aprendiendo a hablar. Si no escuchamos, cómo podemos pensar que el otro pueda tener o no razón, le estamos negando su capacidad de comunicación. ¿Para cuándo un curso de escucha?

 

En mi trabajo como coach, para fortalecer en los equipos la cohesión, la confianza, la necesidad de aprender a discutir y a trabajar con el conflicto, la competencia de la escucha es un factor clave. Ya que discutir, no es algo a evitar, sino a promover: es obligatorio.

 

Indiscutiblemente, la escucha es una de las asignaturas pendientes de nuestra cultura, ya que una sociedad con mayor capacidad de escucha es una sociedad más humanizada. No existe la posibilidad de empatizar y comprender al otro si no lo escuchamos de forma plena.

 

Os dejo, para finalizar, una propuesta de tarea para que la llevéis a cabo si os encaja: Intentad durante un solo día escuchar sin interrumpir a las personas con las que os encontréis. Ese es el reto y os servirá (entre otras cosas) para no caer en la trampa de querer llevar razón y empezar a ser un poco más feliz. Pruébalo y luego párate y reflexiona lo que has aprendido de ti. Sé que te sorprenderás…

Taller práctico de herramientas para el cambio personal

Taller práctico para aprender herramientas para el cambio personal impartido por Pedro Salvador, coach personal y de equipos. Un espacio participativo y dinámico para vencer tus resistencias al cambio desde el coaching, la PNL y la Comunicación no violenta.

 

Cuándo: Jueves 14 de Diciembre.

Dónde: Librería Hojablanca de Toledo.

Entrada gratuita hasta completar aforo.

¿Por qué nos resistimos al cambio?  

Publicado en Aquí

 

 Dicen que lo malo en la vida, no es que te vaya mal, sino que qué te vaya bien en lo que no te gusta. Intentamos una y otra vez adelgazar, dejar de fumar, cambiar de pareja, cambiar de trabajo, llevar el coche a pintar, decir no a alguien, etc. Sin embargo, no lo conseguimos. ¿Cuál es el mecanismo, que opera en nuestro interior para dotarnos de una resistencia al cambio tan persistente?

 

Para entender esto tenemos dos vías de acceso, una vía racional, y otra vía vivencial que, por ejemplo, puedes recorrer a través de un proceso de coaching. Sobre la vía racional se trata de filosofía, de antropología y de lingüística” ¡Ay mamá, que palabras tan serias!

 

Resulta que, en un debate en Grecia entre dos pensadores, entre Heráclito y Parménides, ganó popularidad el argumento del último, que venía a decir que la naturaleza era un todo único, inmóvil e inmutable. Esa idea se quedó como una garrapata agarrada en nuestra concepción del mundo hasta la actualidad.

 

¿Os suena la letra de la canción de Alaska "Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré”? Pues, aquí tenéis una síntesis de una perla del pensamiento de occidente engordada en su concha durante 2.500 años. Es decir, tenemos las respuestas programadas por transmisión cultural. El problema no es que tengamos respuestas programadas, el problema es que no sabemos qué programa tenemos instalado.

 

¿Realmente nos cuesta cambiar? Si observamos a nuestro alrededor, más bien parece lo contrario. La gente cambia de ropa, de coche, de pareja, de vivienda, etc. ¿Por qué saboteamos entonces los cambios que nos resultan beneficiosos? Por nuestro Sistema Inmunológico Emocional (SIM). Se debe a un dilema interno del inconsciente entre lo que deseas y lo que muestras que deseas. Por ejemplo, quiero dejar de fumar cada noche cuando me acuesto, pero lo primero que hago por la mañana es encender un cigarro. Hay un choque dentro de nuestro SIM que nos defiende de cualquier ataque contra nuestras creencias, o contra nuestros valores.

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Para neutralizar la confusión, debemos en primer lugar, tratar de averiguar dónde están las fracturas, los quiebres, las perturbaciones, las anomalías, dónde encontramos en nosotros mismos comportamientos que compiten entre sí. En segundo lugar, tenemos que descubrir qué creencias están detrás de tales comportamientos. Finalmente, utilizar las emociones de la mano de la razón para valorar si realmente esa creencia nos satisface o no nos satisface.

Un ejemplo, quiero adelgazar, pero me como cuatro pizzas cada día. El comportamiento oculto podría ser un mecanismo de protección ante mi debilidad de no ser capaz de perder peso que está ocultando mi vulnerabilidad. La creencia subconsciente podría ser que si los demás no me ven perder peso bajará mi autoestima y me sentiré más inseguro. Esta creencia es la que tengo que cambiar y de ese modo conseguiré adelgazar porque habré producido un alineamiento entre razón, emoción y conducta. Por supuesto, el cambio no es de la noche a la mañana, ahora bien, habremos dejado de matar moscas a cañonazos y estaremos empezando a operar como neurocirujanos del cambio.

 

Heráclito, era quien llevaba razón cuando decía que todo era cambio, movimiento, devenir. Y aunque sus ideas han sido incorporadas al pensamiento filosófico, todavía, no han cristalizado en el pensamiento de social. Si el debate lo hubiera ganado Heráclito, los primeros coaches hubieran sido griegos.

 

Los procesos de cambio son la especialidad de los coach y nos formamos y nos preparamos para entenderlos y para intervenir sobre ellos. Simplemente, para saber si necesitas un coach yo te lanzaría tres preguntas: ¿Qué problema tienes? ¿Cuánto tiempo de llevas con él? ¿Cuánto tiempo quieres seguir así?    

Los mayores en la Campana de Oropesa

Por fin se ha publicado un trabajo en el que me embarqué durante seis meses como Director de investigación, con un equipo humano extraordinario, la asociación Alganda Servicios sociales y el empeño que pongo siempre en mi trabajo.

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Hacia un nuevo reto: Coaching ejecutivo

 Equipo Ítaca: 5 coaches, 5 lugares de origen. Muchos quilates juntos en un equipo de profesionales de alto rendimiento.
Equipo Ítaca: 5 coaches, 5 lugares de origen. Muchos quilates juntos en un equipo de profesionales de alto rendimiento.

Acreditarme como coach de equipos ha sido mi último reto formativo logrado con éxito. El modulo fundamental de coaching fue la chispa desencadenante que me permitió comprender que en mi anterior empleo no respetaba una alineación coherente entre mis valores y mi desempeño. Quién me iba a decir que el coaching iba a ser mi eje laboral un par de años después, sin abandonar la antropología, ni la investigación, ni la formación. Muy al contrario, el coaching (junto a la formación como practitioner en programación neurolingüística) ha sido un complemento perfecto. Ahora, inicio mi última fase para certificarme en la Universidad Francisco de Victoria en coaching ejecutivo, un nuevo reto para una mente inquieta. Seguro que va a ser otra experiencia enriquecedora en el Instituto de Desarrollo Directivo Integral, un lugar para crecer como persona y como profesional.

Taller en la Escuela de Salud y Cuidados de Talavera de la Reina

 

El pasado viernes he participado, en calidad de especialista en antropología de la salud en mi tercer curso en la Escuela de Salud y cuidados de la JCCM. En esta ocasión he tenido la oportunidad de implicarme en un curso de diabetes tipo I en el que los destinatarios han sido familiares de pacientes, pacientes de esta patología y profesionales de la salud. El tema tratado ha sido la dimensión psicosocial de la enfermedad, el abordaje del miedo y la convivencia con la enfermedad. El enfoque metodológico es eminentemente práctico, y combina una hibridación desde diferentes disciplinas innovadoras que conectan muy bien con las vivencias de los participantes. La valoración de la experiencia ha sido valorada de un modo muy positivo por los asistentes     

Curso de crecimiento personal para personas mayores en Villaseca de la Sagra

En colaboración con el Ayuntamiento de Villaseca de la Sagra y la UDP, estoy desarrollando un curso de formación en crecimiento personal para personas mayores. El curso de 16 horas de duración se adecúa a las necesidades de los participantes, apoyándose en el Coaching, la dinamización, la PNL, así como en otras herramientas de la Educación no formal. La experiencia tendrá lugar durante los meses de octubre, noviembre y diciembre, siendo el objetivo, mejorar la calidad de vida de las personas mayores mediante procesos de encuentro, relación y diálogo.

Cómo tratar con personas indeseables

Clasifico a las personas indeseables en dos tipos: las que te roban la energía y las que te cambian la energía.

 

Las que te roban la energía, se caracterizan por instalarse en una actitud que puede producirte desgaste crónico. En general, apuestan por el “noísmo”, por el desánimo, por la desmotivación. Son aquellas personas que casi siempre te dicen que “no se puede” y, además, luchan con todas sus fuerzas para que no puedas crecer, ni evolucionar. Suelen ser talibanes del miedo, radicales del “eso es imposible” y entristecen con el éxito ajeno, por lo que intentan neutralizar cualquier desarrollo personal o profesional. Por otro lado, están los que te cambian la energía, son aquellas personas que intentan alterar tu estado de ánimo a través de la culpa, de la queja continua, de la agresión verbal. También pertenecen a esta categoría, aquellos individuos que creen saberlo todo, y los que tratan de imponer su voluntad a toda costa sin respetar tu punto de vista, menospreciándote. Te suena de lo que hablo, ¿no? Puedes visualizar a alguien verdaderamente tóxico ¿verdad? Vamos a centrarnos en el segundo tipo de indeseables, las personas que te cambian el paso.

 

El hecho, es que la mejor solución es salir de la inercia infernal a la que te someten los indeseables y huir de ellos como alma que lleva el diablo. No lo dudes: saca a ese “ser” de tu vida lo antes posible, porque, probablemente, seguirá proyectando en ti de forma consciente o inconsciente sus inseguridades, sus problemas de autoestima, sus miedos y sus miserias.

 

Lo que no te he dicho todavía es qué hacer con aquellas personas indeseables que son parte del trabajo diario, que son miembros de tu familia o que las circunstanciasw no te permiten que te alejes de ellas.

 

La buena noticia es que es posible ponerles límites, y la noticia inmejorable es que van a convertirse en tus mayores aliados para el crecimiento personal, porque la responsabilidad de que alguien traspase tus límites es tanto tuya como suya. ¿Y por qué? Porque quien no se respeta a sí mismo, difícilmente puede conseguir hacerse respetar. Es decir, que cada vez que permites que alguien traspase tus límites, te estás diciendo a ti mismo que no tienes derecho a que te respeten o que no lo mereces.

 

La clave del asunto está es iniciar un proceso de cambio personal. Hay una ley del comportamiento humano que dice que “nadie puede cambiar a nadie, sólo puedes cambiar tu actitud frente a la conducta del otro.  No hace sentir mal quien quiere, sino quien puede y, casi siempre, si lo piensas con detenimiento, depende de ti.

 

Algunas píldoras que te dejo para que las pongas en práctica son: No entres en su juego, decide vivir en paz. Define cómo quieres comportarte con él o ella. Deja de pensar permanentemente en la persona y en lo que opina de ti. Siéntete con seguridad o finge hasta que así sea. Deja a un lado tu ego y no pienses que todo lo que la persona hace es algo contra ti. Deja de interpretar el papel de víctima. Por último, y como píldora extra, convéncete de tu derecho a ser feliz.

 

En resumen, es posible cambiar y merece la pena intentarlo. Vuélvete un poco egoísta y empieza por pensar en ti. Y si no te sale a la primera, paciencia, repite y no te preocupes, ni te desilusiones, porque es lo más normal del mundo. Lo importante es que te conciencies de que al final lo conseguirás, y el asunto es suyo, no tuyo y que no vas a permitir que lo proyecte en ti. Como truco final, para mí, fue muy útil repetir mentalmente antes de cada encuentro tóxico: “Este dolor no es mío, es tuyo, quédate tú con él.”

 

Si tienes cualquier duda o consulta acerca de cualquier asunto relacionado con esta sección puedes hacerlo entrando en la web: www.pedrosalvador.es

 

 

PEQUEÑOS LIBROS QUE PRODUCEN GRANDES CAMBIOS

 

Publicado en Aquí

 

En realidad, no hacen falta grandes volúmenes literarios, ni sesudos ensayos para impactar en el lector. A veces, uno descubre libritos sencillos, cortitos pero con un poder transformador impresionante. Aunque un coach no da consejos, hoy voy a dar rienda suelta al antropólogo que llevo dentro y al lector compulsivo que ama la literatura sin prejuicios, por el efecto de sus páginas más que por el prestigio o el reconocimiento de su autor. Paso a recomendar cinco libros cortos que a lo largo de mi vida han contribuido a cambiar mi mirada:

 

Zen en el arte del tiro con arco.

Encontré este libro en una nota a pie de página en “El arte de amar” de Erich Fromm y cuenta la experiencia de un filósofo alemán, Eugen Herrigel, en una estancia en Japón estudiando tiro con arco de manos de un maestro zen. En realidad, es una reflexión sobre el amor hacia cualquier actividad en la que nos embarquemos, sobre la pasión de nuestros sueños. El libro está bastante mal traducido, pero a pesar de eso, es un libro sobre cómo cultivar un arte magnífico.

 

El elogio de la sombra.

 

Este libro es un tratado de observación visual, un pequeño ensayo del autor japonés Junichiro Tanizaki que recapacita sobre la importancia de la sombra en el arte japonés. En el fondo, oculta una defensa velada de un modo tradicional de entender el mundo y del gran choque cultural entre Oriente y Occidente tras la Segunda Guerra Mundial. Es, sobre todo, un viaje fascinante por la ausencia de luz, por la penumbra, por la oscuridad. Simplemente, un ensayo delicioso, una exaltación del valor de la sombra, desde el teatro del No al Kabuki o, simplemente, sobre el papel de los brillos en los azulejos de los cuartos de baño…

 

El principito de Antoine de Saint Exupéry.

 

Un libro que son muchos libros, una fábula aparentemente trivial, que recoge una metáfora inmensa sobre la condición humana, sobre el absurdo de la existencia cuando es carente de reflexión y se convierte en inercia, un triste cuento desde la inocencia de un pequeño príncipe que habla con un zorro, con una serpiente y con otros personajes que representan arquetipos y símbolos contemporáneos. Un libro iniciático al que hay que volver periódicamente, para calibrar nuestra brújula y, desde luego, para cualquier edad.

 

El hombre en busca de sentido.

 

Viktor Frankl fue un neurólogo y psiquiatra austriaco que pasó por cuatro campos de concentración en la Alemania nazi, perdió su familia, sus amigos, sus posesiones. A pesar de eso fue capaz de comprender que un ser humano, aún en las situaciones más extremas dispone de algo que nadie le puede quitar: su actitud. El libro es un relato estremecedor sobre la condición humana en situaciones extremas, donde los límites de la dignidad se convierten en fronteras borrosas y donde la supervivencia y la compasión conviven cada día. Este es un libro que sí o sí tienes que leer.

 

Los Papalagi de Tuiavii de Tiavea.

 

Puede considerarse el primer ensayo antropológico hecho de nosotros, los civilizados europeos, por el jefe de una tribu de Samoa, unas islas del Pacífico, que viajó a Europa durante los años 20. Un antropólogo recogió los discursos con los que este viajero singular trataba de explicar a los nativos cómo era la cultura de los papalagi, los hombres blancos.

Por encima de todo, el libro es un ejercicio de extrañamiento, un espejo poderoso en el que vernos reflejados y un texto con el que te mueres de la risa en frecuentes ocasiones. Desde luego, un librito con ilustraciones incorporadas que facilita la lectura para todos los públicos.

 

Finalmente, me gustaría señalar que todos los libros que he seleccionado tienen un elemento común: son obras cortas con un inmenso poder de expandir nuestra conciencia y ampliar nuestra visión del mundo.

La mujer del baño

Qué es el coaching de equipos

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Un equipo es un grupo de personas que interactúan entre sí y tienen un objetivo común. El coaching considera que los equipos tienen vida propia, y como los seres humanos, pueden instalarse en estados de ánimo compartidos tales como la ambición, la serenidad, la resignación o el resentimiento.

 

En realidad, un equipo es un pequeño sistema con sus propias reglas, personalidad, ambiente, dinámicas y… emociones. De hecho, es probable que te hayas percatado de que los equipos tienen estados de ánimo. Quién no ha entrado en oficinas en el que las personas interactúan entre sí de forma jovial o en otras en las que el ambiente es triste, sin energía.

 

El coaching de equipos es una especialización del coaching y a su vez, es una herramienta fundamental para lograr que los equipos se conviertan en equipos de alto rendimiento, es decir, aquellos en los que la potencialidad del conjunto supera la suma de las capacidades de cada uno de los individuos, consiguiendo resultados extraordinarios.

 

 

Estamos viendo, que en los últimos años muchas empresas, entidades privadas, del tercer sector y administraciones públicas están acercándose al coaching de equipos para obtener una mayor comprensión de lo que sucede en sus equipos de trabajo, permitiéndoles conseguir que funcionen alineados con sus objetivos, más motivados, con actitudes positivas hacia los cambios que suceden cada día, con mejores relaciones, eliminando el desgaste del trabajador quemado y facilitando el crecimiento personal y grupal.

 

El coaching de equipos no se centra en la persona, sino en el equipo. Para ello se basa en la sistémica con sus reglas clásicas de pertenencia, orden y equilibrio. Estas reglas regulan las relaciones humanas en los sistemas. Por ejemplo, la pertenencia: supone que en todos los sistemas los miembros que los componen formarán siempre parte del sistema aunque ya no estén dichos miembros. En ese sentido, no sólo los trabajadores forman parte del sistema, sino también las personas que fueron despedidas, las personas jubiladas o fallecidas de dicha empresa, etc.

 

También el coaching de equipos analiza las disfunciones de los equipos: la falta de confianza, el miedo al conflicto, la ausencia de responsabilidad, la carencia de compromiso, o la orientación de los resultados. Si falta la confianza, es bastante probable que los equipos convivan en una falsa armonía, en un estado en el que se oculta lo que realmente se piensa, lo que denominamos las conversaciones invisibles, que normalmente acaban transformándose en cotilleos, rumores y comentarios a espaldas de los compañeros.

 

Igualmente se desgranan y analizan las toxinas de la comunicación: la culpa, la crítica, ponerse a la defensiva, o blindarse para cualquier forma de diálogo, lo que conocemos vulgarmente como cerrarse en banda. En muchas ocasiones, simplemente, porque no hemos sido educados para hacer una crítica correctamente, porque tenemos miedo a mostrar nuestra vulnerabilidad confundiéndola con debilidad o porque desconocemos las claves de la comunicación no violenta.

 

Normalmente, las etapas del proceso de coaching de equipos empiezan con un diagnóstico para obtener una visión de conjunto de la situación real del equipo, mediante entrevistas individuales, una jornada de diagnóstico, por cuestionarios, o mediante dinámicas de grupo, etc.

 

Después, se pasa a la segunda fase, la intervención que, a grandes rasgos, consiste en el desarrollo del plan de acción del equipo o la incidencia en los aspectos particulares que el equipo requiera mejorar: comunicación, gestión del tiempo, jornadas específicas de resolución de conflictos, etc. Por último, la fase de evaluación que es el proceso en el que se valora si se han conseguido los objetivos planteados al inicio de la intervención o no y las causas.

 

En conclusión: el coaching de equipos pretende la consecución de objetivos colectivos, impulsando el aprendizaje y desarrollo de los miembros que los componen. Son procesos de apoyo para la mejora de las relaciones y generar ambientes y energías positivas para conseguir personas comprometidas, corresponsables y con confianza. www.pedrosalvador.es

 

 

Brujería y aquelarres en el mundo hispánico

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Os paso un avance del último libro del Dr.  Gerardo Fernández Juárez, Catedrático de Antropología de la UCLM , gran investigador y mejor persona. Compradlo y leedlo. ¡No os decepcionará!



APRENDE A ROBAR IDEAS

PUBLICADO EN LA REVISTA AQUÍ

 

Estoy preparando un taller de creatividad para un congreso de educación y repasando notas, presentaciones y talleres anteriores. Como siempre, enfrentándome al solitario trabajo de proyección mental e imaginación para que los contenidos se acomoden a los participantes. Este es uno de mis principios como formador: nunca impartir una sesión que no esté expresamente preparada para la ocasión. Pienso que el día que repita un contenido idéntico de principio a final, sabré que habrá llegado el momento de cambiar de actividad.

 

La creatividad es universal y es consustancial al ser humano. Todos somos creativos, sin excepción. Y es un mito afirmar que la creatividad es solo cosa de genios. Me pregunto cuántas veces he escuchado la frase: “yo no tengo ritmo para la música”, “yo no tengo oído”, “yo no sé dibujar”, “yo no entiendo el arte abstracto”, “yo no tengo imaginación”, etc.

 

En realidad, lo que sucede es que no hemos sido entrenados para desarrollar nuestras habilidades, que hemos tenido profesores inútiles para enseñarnos, que no nos han dedicado el tiempo para educar nuestra sensibilidad, o que no se han creado las condiciones para que exploremos más el campo de la creatividad. Pero todos somos creativos. Fíjate, el modo en que ordenas las palabras al hablar es un acto creativo. La manera como te has vestido es un ejercicio creativo. La forma en que dispones tu mesa, es una organización creativa del espacio.

 

Cuando silbas estás haciendo una interpretación creativa de la melodía de una canción. Cuando cocinas, estás aplicando la creatividad al tiempo, al color, a la forma, al sabor. Cuando resuelves una situación complicada en el trabajo, es fruto del uso inconsciente de la creatividad.

 

Lo que sucede es que asociamos la creatividad a la producción artística, o a la creación científica fundamentalmente, pero esa es una visión de la realidad con poco ángulo de visión. La creatividad es un compendio de herramientas del pensamiento aplicada por toda la especie humana. Es un tema largo para resumirlo aquí, sin embargo la creatividad se compone, enumerando algunos de sus componentes, de la observación, la empatía, la abstracción, la imaginación, el reconocimiento de pautas, el juego, la analogía, la transformación, la sinestesia, el pensamiento dimensional, el pensamiento corporal, el modelado, la síntesis, etc. Por otro lado, sabemos que todas las ideas proceden de ideas anteriores.

 

Hay quien afirma que “la originalidad es el plagio no detectado”, porque nada es completamente original. Ante esta tesitura, una de las claves para potenciar la creatividad sería aprender a robar ideas, es decir, copiar tantas ideas como nos sea posible, hasta que seamos capaces de tener las nuestras. O como dice Emilio Duró en su conferencia sobre el optimismo: “no innovéis, copiad, copiad, copiad”. Recuerdo un compañero del doctorado que siempre me decía bromeando: “¿te has fijado que si copias a uno es plagio y si copias a cien, es investigación?” 

 

Bromas aparte, para potenciar esa creatividad que todos tenemos latente, no hay nada tan formativo como nutrirnos de buenas ideas, elaborar nuestro propio árbol genealógico de influencias creativas, independientemente del campo del conocimiento que nos apasione. Por ejemplo, si te gusta el fútbol roba las ideas de la forma de jugar de todos tus futbolistas favoritos, si te gusta tocar la guitarra, roba las ideas de tus guitarristas de referencia, si te gusta la poesía, roba las metáforas de los clásicos; si te gusta la fotografía, roba los encuadres de los grandes de la fotografía.

 

Convencerse de que eres creativo es el primer paso para serlo. Si te quieres divertir, empieza haciendo dibujitos en una libreta durante las reuniones, haz listas de ideas, utiliza YouTube para inspirarte, busca las conferencias TED en internet, lee libros de creatividad, pero sobre todo, ponte a producir. Estoy seguro de que con un poco de constancia te convencerás de que efectivamente eres un ser creativo y entonces, verás el mundo desde otro punto de vista.

Curso de coaching de equipos finalizado

Ayer cerré un nuevo capítulo de formación en la Universidad Francisco de Vitoria, en el IDDI, el Instituto de Desarrollo Directivo Integral, donde estoy dando un salto en aprendizaje y crecimiento personal sin precedentes en mi carrera académica y profesional.

 

El coaching de equipos es una especialización del coaching y a su vez, es una herramienta fundamental para lograr que los equipos se conviertan en equipos de alto rendimiento, es decir, aquellos en los que la potencialidad del conjunto supera la suma de las capacidades de cada uno de los individuos, consiguiendo resultados extraordinarios. Estamos viendo, que en los últimos años muchas empresas, entidades privadas, del tercer sector y administraciones públicas están acercándose al coaching de equipos para obtener una mayor comprensión de lo que sucede en sus equipos de trabajo, permitiéndoles conseguir que funcionen alineados con sus objetivos, más motivados, con actitudes positivas hacia los cambios que suceden cada día, con mejores relaciones, eliminando el desgaste del trabajador quemado y facilitando el crecimiento personal y grupal.

 

La experiencia ha sido brutal, un amplificador de la consciencia y un nuevo enfoque para la mirada. Es un privilegio poder estar complementando mi trayectoria personal en este campo, estoy muy satisfecho de sentirme realmente alineado.

Curso de Practitioner en PNL finalizado

Lo mejor del curso: los compañeros y compañeras de viaje
Lo mejor del curso: los compañeros y compañeras de viaje

Cierro un periodo de aprendizaje en Programación Neurolingüística (PNL) que comencé hace siete meses. Un esfuerzo continuo que he disfrutado como siempre hago: agradecido de tener salud, tiempo, recursos y energía para poder permitirme estos periodos de crecimiento personal. Hoy ha sido mi segunda jornada de exámenes para poder estar acreditado como Practitioner por la ITA y previsiblemente, ha sido superada. La PNL es un campo de exploración personal único, un complemento a mi profesión de coach y una herramienta de comunicación que me  dará mucho juego para el liderazgo, la dirección, el trabajo en equipo y la comunicación.

 

Han sido meses de estudiar, leer y practicar mucho, de exponerse y desnudar el corazón y de crecer con un equipo humano excelente y con Javier Canal como guía en la UFV. Recomiendo vivamente este curso y sólo puedo decir que es una experiencia irrepetible.

 

Ya he conseguido el carnet, ahora tengo que aprender a conducir.

Ideas clave del Taller de creatividad para no creativos

IDEAS CLAVE TALLER CREATIVIDAD PARA NO CREATIVOS

Congreso de Educación Exducere

JCCM

 

 

QUÉ ES LA CREATIVIDAD

-       Capacidad de establecer relaciones entre experiencias anteriormente no relacionadas.

-       Mirar lo que todo el mundo mira y ver lo que nadie ve.

 

CREATIVIDAD VS IMAGINACIÓN

Imaginación: Evocar los sentidos, generar ideas, jugar con las palabras. La imaginación es una herramienta de la creatividad.

Creatividad: No es originalidad. Aportación de valor.

 

TODOS SOMOS CREATIVOS…

-       La Creatividad es inherente al ser humano.

 

HERRAMIENTAS DE LA CREATIVIDAD

-       Observación, imaginación, abstracción, reconocimiento y creación de pautas, empatía, analogía pensamiento dimensional, juego, la transformación, la síntesis, el pensamiento corporal, la sinestesia..

 

IDEAS PRÁCTICAS

-       Aprende a robar ideas.

-       Elabora tu árbol genealógico de inspiración creativa: Elige un autor que ames y busca sus influencias.

-       Acumula ideas en un contenedor. Listas. Ideas. Cortos. Libros en curso. Frases célebres. Chistes.

-       Copia, copia, copia.

-       Usa tus manos.

-       Ponte límites.

-       Tolera la incertidumbre.

-       Sal de casa, ve a fiestas de gente que no conozcas y sal de la zona de confort.

 

LIBRO RECOMENDADO COMUN A LOS  CUATRO TALLERES

- Roba como un artista, Austin Kleon

Cuatro ventanas para tomar decisiones eficientes

Publicado en la revista Aquí

 

Hoy, en la zona de optimismo, me gustaría facilitarte una herramienta que procede de la Programación Neurolingüística (PNL) y que es verdaderamente poderosa para darte una visión de conjunto mucho más completa de lo que el sentido común nos lleva a considerar habitualmente cuando nos enfrentamos a una decisión difícil.

 

Se basa en la aplicación de una de las técnicas que la PNL utiliza con frecuencia en los procesos terapéuticos para dar una perspectiva mucho más amplia a los clientes que, en general, suelen utilizar poco el pensamiento alternativo, es decir el pensamiento orientado a generar opciones. Hablamos de las “posiciones perceptivas”. Y que no te asuste el término, no es más que contemplarnos a nosotros mismos desde dentro o mirarnos desde fuera. Por eso se llaman posiciones perceptivas, porque se trata de observarse desde una posición interior o percibirse desde fuera (posición y percepción).

 

Vamos a suponer que tenemos que tomar una decisión. Por ejemplo, hemos de decidir si comprar un coche o no. Lo normal es que valoremos las ventajas y los inconvenientes de comprar el coche. En ese sentido, lo que haremos será hacer una lista de ventajas y una lista de inconvenientes y compararemos el resultado.

 

Las ventajas, entendiendo que siempre son subjetivas, podrían ser: disfrutar un coche nuevo, ahorrar dinero en averías, disponer de un vehículo más eficiente en consumo, disponer de más espacio en el nuevo vehículo para toda la familia, tener más seguridad en caso de accidente, mostrar que progreso económicamente, disponer de un transporte más moderno y ecológico, etc. Y los inconvenientes de comprarlo podrían ser: el desembolso económico que tendría que hacer, el posible enfado de mi familia por hacer un gasto a su juicio innecesario, tener que adquirir una plaza de garaje para preservar el coche nuevo, tener que incurrir en un gasto del seguro más caro, etc.

 

La aportación de la técnica de las “cuatro ventanas” consiste en añadir dos posiciones nuevas. Por un lado, las ventajas de no comprarte el vehículo y los inconvenientes de no comprártelo. Francamente, no es lo mismo. De hecho, prácticamente multiplicamos por dos el campo de opciones y de análisis que habitualmente solemos considerar.

 

Por ejemplo una ventaja de no comprar el vehículo es que tu nivel de ahorro permanece intacto, tu familia no se enfada contigo por el gasto, no tienes que quebrarte la cabeza buscando coche nuevo, no tienes que pasar una semana estudiando el manual de instrucciones, no tienes que preocuparte de que le suceda nada al dormir en la calle, etc. Desde otra vertiente, los inconvenientes de no comprarte el coche son: el consumo seguirá siendo alto, tienes que vivir con la preocupación de que en cualquier momento pueda dejarte tirado, en caso de accidente tu riesgo para la seguridad es mucho más alto, etc.

 

Obviamente, podríamos haber considerado todas estas opciones simplemente con la clásica comparación de ventajas e inconvenientes, pero el hecho es que ampliar el espectro de análisis a dos nuevos escenarios nos coloca en una posición con una panorámica mucho más amplia.

 

Personalmente, utilizo cuatro cuadrantes y en cada uno coloco una batería de opciones: ventajas de comprar, ventajas de no comprar, inconvenientes de comprar e inconveniente de no comprar, o cualesquiera que sean las cuatro alternativas (ventajas e inconvenientes de hacer algo o no hacerlo). Después, intentó mirar desde fuera, como si no fuera asunto mío, y trato de ser objetivo en la medida de lo posible con todo el abanico de opciones que haya creado (aquí está el cambio de posición perceptiva de primera a tercera persona). Para finalizar, reflexiono y decido.

 

En resumen, la técnica para la toma de decisiones de “las cuatro ventanas”, consiste en analizar los aspectos positivos y negativos de hacer algo y de no hacerlo, tomar distancia, valorar con todas las opciones posibles y decidir. Personalmente, ha sido un recurso que ha cambiado mi modo de tomar decisiones. Espero que te haya resultado útil el recuso. Pruébalo, te aseguro que te van a sorprender los resultados. Nos vemos en la zona de optimismo. Si quieres contactar conmigo para cualquier duda o consulta puedes ponerte en contacto conmigo.

Crónica visual del taller de creatividad para no creativos en Exducere

El lunes intento subir un resumen y algunas ideas clave del taller de creatividad. Muchas gracias por todo.

 

Fotografías  Yolanda Pinilla

Adhara en Exducere

Fuente: Asociación Adhara

 

El próximo sábado 10 de junio, tendremos la oportunidad de estar representados a través de nuestro coordinador, Pedro Salvador, en el Congreso de Educación Exducere, el cual impartirá un taller de “Creatividad para no creativos” a más de 200 profesores de nuestra región. El Congreso cuenta con ponentes como Francisco Mora, Elsa  Punset y Emilio LLedó . El taller se perfila como un aperitivo creativo de una línea de colaboración con el Centro Regional de Formación del Profesorado de Castilla-La Mancha para el próximo curso 2017-2018. En Adhara seguimos reforzando nuestras redes de colaboración en el ámbito regional e implicados en el cambio social y educativo..


EGOLESS

A veces,

cuando deseas con todas tus fuerzas,

y trabajas,

Cuando amas con el estómago,

y te sobrepones a los fracasos,

Cuando comprendes que el perdón es imprescindible,

y tienes fe en tus recursos,

Cuando aprendes a dar nombre a tus emociones,

y transpiras cada día,

Cuando te preguntas por el sentido,

y persistes,

Cuando te esfuerzas por ser un "egoless"

y estudias,

Cuando descubres que en las relaciones hay un "entre"

y te muestras desde el corazón,

Cuando la humildad te saca la lengua,

y sigues enfocado en el aquí y el ahora, 

a veces,

el Universo entero se pone de tu parte

para que lo consigas.

Catálogo 2016 del Consorcio de Toledo

Álbum fotográfico Rehabilitación 2016:  Intervenciones de rehabilitación en el patrimonio residencial realizadas con Ayudas del Consorcio de la Ciudad de Toledo, paseo en imágenes a través de las fotografías de Pedro Pablo Salvador Hernández.
Álbum fotográfico Rehabilitación 2016: Intervenciones de rehabilitación en el patrimonio residencial realizadas con Ayudas del Consorcio de la Ciudad de Toledo, paseo en imágenes a través de las fotografías de Pedro Pablo Salvador Hernández.

Celebración del 30º aniversario de Erasmus+ y Fofo X

La Dirección General de Juventud y Deportes de Castilla-La Mancha y la Ag.Nal. Española del Prog. Eramus+: Juventud, con motivo del 30 Aniversario de dicho programa, organizan un Encuentro de Formación para Formadores en el que pretende ser un espacio de reflexión, producción y puesta en valor de la experiencia de los cursos de Formador de Formadores (FOFO) desarrollados en estos 30 años.

 

El Encuentro, que se desarrollará en el Albergue Juvenil San Servando (Toledo) durante los días 25 al 29 de octubre, va dirigido a antiguos participantes en los cursos Fofo, pero además está abierto a coordinadores, técnicos, trabajadores, formadores y/o agentes relacionados con el programa Juventud en Acción y/o Erasmus+:Juventud, así como a jóvenes exSVE, trabajadores y voluntarios de asoc. juveniles, entidades sociales, culturales y otros colectivos que hayan participado o desarrollado acciones en este programa tras su paso por el curso Fofo.

 

Plazo: de solicitud: 30 de junio.

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La libertad de elegir

Renovarse o morir, reinventarse, adaptarse a la realidad es uno de los pilares de mi vida en los últimos tiempos. El mercado laboral ha cambiado, la pertenencia a una institución empresarial o social como forma de vida ha muerto. Cada vez más, vivimos en un contexto en el que la que las personas han de hacerse responsables de su propio destino, ser sus propios jefes. El trabajo por proyectos es la clave y la capacidad de ser flexibles para tomar las riendas de tu futuro es el lugar común de las personas que sobreviven.


Definitivamente, hay que apostar por rebelarse contra los estados de animo rémoras: el resentimiento y la resignación y cambiar el foco hacia la ambición y la serenidad. Una vía es la formación, no sólo por el retorno que representa de la inversión, sino por lo que aporta de crecimiento personal y de expansión de nuestro mapa del mundo.


En mi caso particular la apuesta es clara: estoy embarcado en tres cursos.


  • Practitioner en programación Neurolingüística, en el que ya he terminado el módulo clásico y del me quedan dos fines de semana para el nuevo código que John Grinder ha puesto en marcha como renovación de la PNL.
  • Coaching para autores, una especialización de la SGAE en coaching para autores, compositores y creativos
  • Mañana empiezo el curso de coaching de equipos y liderazgo sistémico para profundizar en un campo apasionante.


Solo puedo decir que me siento afortunado por poder estudiar, aprender y crecer como persona, y saber que no sé nada, salvo que el conocimiento es infinito y que lo importantes es cómo recorres el camino, el proceso de enfrentarte a vivir: te instalas en la queja o te subes al carro de la responsabilidad y el compromiso contigo mismo. Es el placer de ser libres y elegir. 


Nueva línea de colaboración con la UDP

Publicado en Adhara.es

 

Hoy el coordinador de la Asociación Adhara, Pedro Salvador ha comenzado un nuevo curso de formación para personas mayores organizado por la UDP en colaboración con Adhara y la Asociación de Personas Mayores de Mazarambroz. Es un curso de 9 horas distribuido en 6 sesiones en el que se tratan aspectos relacionados con el envejecimiento activo, el crecimiento personal, la comunicación y la magia del lenguaje. La acogida en la primera sesión ha sido muy positiva y nuestras expectativas son que el interés sea creciente. Seguiremos informando de nuestras actividades.

Libro "Niños exploradores, Niños creativos"

En una especie de casualidad mágica, llegó este libro a mi biblioteca: durante el curso de PNL que estoy haciendo, Nuria, una participante del mismo, me lo recomendó vivamente. 

 

El libro, de lectura rápida, y amena, nos desglosa aspectos clave de la creatividad de los niños desde un enfoque aplicado. Así mismo, Guzmán López, aborda algunos mitos sobre la creatividad que están en el discurso común y proporciona claves para romper malos hábitos o potenciar habilidades creativas.

 

Es un libro que tienes que tener si tienes hijos o si te interesa el fascinante mundo de la creatividad. Me parece que aporta aire fresco, sistema, orden, metodología y claridad expositiva. 

 

Además, el tratamiento de aspectos como la gestión de la incertidumbre o el  inconformismo, son para todos los públicos, estimulando la motivación para cualquier proyecto que emprendamos, por pura analogía.

 

Lo dicho, agradezco a Nuria, la recomendación de este libro y te sugiero que lo incorpores a tus próximas lecturas.

 


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Dos Leñadores (Publicado en Zona de Optimismo · Revista Aquí)

 

Había una vez dos leñadores que habían alcanzado fama en su reino por la excelente capacidad de talar árboles que tenían. Tal era su prestigio, que el rey decidió enfrentarlos en un combate de tala en su bosque de pinos milenarios para hacer disfrutar del espectáculo a su corte. Los dos leñadores llegaron con sendas hachas.

 

Uno de ellos parecía un gigante, era fornido, con una larga barba y un aspecto bonachón. El otro era delgado, fibroso, muy inquieto y llevaba un fino bigote que acicalaba continuamente. El rey había preparado dos montañas de troncos apilados que ellos debían cortar en pedazos menores, compitiendo durante toda la mañana, justo hasta que las campanas de la iglesia tañeran a mediodía. Tendrían, en total, tres horas de tala.

 

Cuando el rey dio la orden de iniciar aquella especie de lucha contra el tiempo, los leñadores se pusieron manos a la obra. Su ritmo era dispar: el más fuerte golpeaba cada tronco con una energía que hacía vibrar el suelo ante cada impacto de su hacha contra los troncos. El más delgado se caracterizaba por cortar las maderas con un ritmo frenético, muy enérgico. En el bosque se enfrentaba la musicalidad de los graves de un bombo (boom, boom) frente a los redobles de una caja (taca, taca, taca).

 

Durante todo el combate simbólico, el gigante no cesó de golpear con determinación, mientras que el más delgado cada treinta minutos se detenía, desaparecía durante cinco y volvía de nuevo a la carga. Así lo hizo hasta que las campanas marcaron el final del tiempo. El rey felicitó a los dos contendientes y dijo: “Enhorabuena por vuestro trabajo, nunca vi dos leñadores tan buenos en su oficio, vuestra leyenda como taladores es justa. No obstante el vencedor, por poca diferencia es…”

 

Hoy hablamos de tiempo, de esa materia mágica de la que estamos hechos los humanos. Y, la mala noticia, es que no se puede tener más tiempo del que ya tenemos. No obstante, se pueden priorizar nuestras decisiones para optimizar la productividad. En realidad esa es la clave que quiero aportar hoy a nuestra zona de optimismo. Si no dedicamos tiempo a pensar en nuestras acciones, si no apartamos unos minutos cada día para planificar cuál va ser el tronco que talaremos ese día, es bastante probable que quedemos atrapados en una maraña de huidas hacia adelante, listas interminables, sensación de angustia por tener más que hacer de lo que el tiempo nos permite, estrés, precipitación, etc.

 

Termino con el cuento. “…el vencedor, por poca diferencia es… el leñador delgado. Toda la corte estalló en un aplauso ensordecedor. El leñador fornido felicitó con un abrazo sudoroso a su rival y le pregunto: “¿Cómo es posible que yo no me haya detenido ni un segundo, y tú, habiendo parado varias veces me hayas vencido?” A lo que el leñador delgado respondió tocando su bigote: “Porque he dedicado todo ese tiempo a afilar mi hacha”.

 

¿Cómo podemos afilar nuestras hachas? ¿Cómo podemos ser más productivos? ¿Cómo podemos robarle tiempo al tiempo? La respuesta es contraria aparentemente a la razón: parando periódicamente para afilar nuestra hacha. Y digo periódicamente, porque el secreto del éxito, cualquiera que sea tu concepto de éxito depende del poder de la continuidad, de la periodicidad, de la constancia en el proceso.

 

La razón fundamental por la que fallamos al planificar nuestras agendas, al organizar nuestro tiempo, es porque no hacemos una reflexión vital: “¿Para qué hacemos las cosas?” O, dicho de otro modo, fallamos por no habernos parado a pensar cuál es nuestra misión en la vida y por no detenernos cada día un ratito para organizarnos.

 

Prueba a reservar unos minutos para definir qué tronco vas a talar mañana, para decidir y priorizar una tarea por encima de todas las demás. Verás que el hecho de incorporar esta simple práctica a tu día a día, te acercará más a esa mejor versión de ti mismo, a ese yo que marcará la diferencia y empezará a remitir tu sensación de angustia con la falta de tiempo. Recuerda: dedica cinco minutos a planificar cuál será tu tronco diario – tu tarea clave – y comprométete a talarlo a lo largo del día. Cambiar no es tan complicado, solo tienes que ir despacio, descansando y afilando tu hacha.

 

Revista Aquí  

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La ley del equilibrio

 

Dicen que es fácil conseguir que se cumplan tus sueños. De hecho, probablemente, mientras estás leyendo este texto podrás sentir una profunda emoción. Y, quizás, es fácil que notes una energía creciente en tu interior a lo largo de la lectura: Se denomina sintonización.

 

Me decía un viejo chamán en los Andes que sus ancestros contaban que un médico kayawaya les reveló que el secreto de la buena vida consistía en pedir sólo lo que necesitabas y dar sólo lo que te pidieran. Curioso, conocimiento en estado puro extraído de las leyes de la naturaleza indígena.

 

Me pregunto si vas percibiendo cómo somos la energía de las palabras o el flujo de la naturaleza. Y lo somos siempre. Haz la prueba, si respiras tres veces profundamente, uno, dos, tres… es posible que empieces a sentir un bienestar y, por consiguiente, se produzca un pequeño cambio en tu interior, beneficioso para ti, y para tu salud espiritual. Se denomina integración.

 

Tu mente tiene un poder mucho más intenso de lo que nunca has soñado, ¿no crees que está claro? Puedes intentar cambiar una y otra vez, o puedes darte cuenta de que para cambiar tan solo tienes que dejar de repetir las mismas cosas. Y así,  sentado frente al ordenador sabrás que puedes llegar a tener una vida mejor si respetas dos principios: Dar solo cuando se te pida y pedir solo cuando lo necesites.  Es la ley del equilibrio. 

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El gran Elefante Blanco. (Publicado en Revista Aquí)

Publicado en Revista Aquí 

 

 

Había una vez un circo cuya mayor atracción era un gran elefante blanco que tenía una fortaleza fuera de lo común. En su número, que era el momento más esperado del espectáculo, el domador colocaba sobre una plataforma en el suelo dos caballos y cuatro hombres. Mientras redoblaban los tambores y sonaban las trompetas de la orquesta, el elefante enroscaba su trompa en una gruesa maroma y, ayudado por el domador, tiraba firmemente hacia atrás accionando una polea que elevaba la plataforma y su carga.

 

Al llegar a los tres metros de altura, el público estallaba en un estruendo de vítores y aplausos, momento en que el domador le invitaba a depositar suavemente en el suelo la plataforma. Los caballos, ya en tierra firme, daban vueltas con dos jinetes cada uno alrededor del elefante. Al final, todo el mundo se marchaba a casa con una sensación de bienestar y de admiración por la fuerza del gran elefante blanco.

 

Una noche, un niño que cumplía años consiguió el permiso del propietario del circo para visitar al elefante. Cuando llegó al lugar en el que estaba encerrado, su sorpresa fue mayúscula ya que el gran elefante solamente tenía como sujeción una pata atada a una pequeña estaca con un cordel muy fino. Inmediatamente, preguntó al domador que cómo era posible que un elefante tan poderoso no se escapara.

 

El domador, amablemente, le explicó que cuando el elefante, apenas una cría que no se tenía en pie, llegó al circo, le ataron con ese mismo cordel una de sus patas a la pequeña estaca y, cuando trataba de escaparse, el dolor que le producía en la pata le habituó a no intentar huir. Ahora, de adulto, seguía creyendo que, si intentaba escapar, el dolor le paralizaría, por lo que ni siquiera se movía.

 

Personalmente, estoy convencido de que el ser humano por naturaleza nunca deja de aprender, como tampoco deja de buscar el sentido. Sin embargo, esclavizados por una burbuja de inercia, no nos paramos a pensar. Motivados por las urgencias, olvidamos lo importante. Arrastrados por nuestros prejuicios, confundimos la realidad con la imagen que nos hemos creado. Acostumbrados a funcionar con un modelo mental individualista, descuidamos nuestras relaciones sociales. Seducidos por el supuesto éxito profesional, dejamos de dedicar tiempo a nuestra familia. Por miedo a la soledad, compartimos el espacio con parejas que no tienen ya nada que ver con nosotros. Alienados, nos dedicamos infelices a buscar el poder, el prestigio, el estatus, y la riqueza.

 

En este caos vivimos, somos una sociedad enferma, con síndromes culturales tales como la anorexia, la bulimia, los nervios, la ansiedad, la depresión, la fibromialgia y un empacho social sin precedentes. A la vez, es el mejor momento de la historia para disfrutar de la vida: ya no cumplimos nuestra mera función biológica de tener una prole, transferir el genoma y lograr que nuestra descendencia sobreviva hasta ser capaz de volver a reproducirse para morirnos después. El reto (ahora que nos sobra el tiempo) es identificar cuál es nuestra misión en la vida, descubrir cuál es nuestro yo esencial, aprender a conseguir nuestros propósitos y, en definitiva, entrar en el círculo de aprender, desaprender y reaprender hasta romper el cordel que nos inmoviliza, como al gran elefante blanco.

 

Mi propuesta, es la de tratar de acercarnos juntos a un territorio de reflexión y aprendizaje conjugando diferentes disciplinas: la economía, el arte, la antropología, el coaching y la programación neurolingüística, siempre desde una perspectiva creativa que nos ayude a pensar y a crecer como personas. Y, por descontado, intentaré que lo pasemos bien, porque, a mi juicio, no hay nada más apasionante que el conocimiento.

 

Entre otros temas, veremos cómo tomar mejores decisiones, trucos para planificar mejor nuestro día a día, indagaremos en los factores que influyen para conseguir equipos de alto rendimiento, dialogaremos con nuestra vulnerabilidad, veremos la importancia de los sistemas y las relaciones, analizaremos las estructuras ocultas en el lenguaje, abordaremos cómo conseguir vender mejor a través de nuestra observación, e incluso por qué a veces cuanto más nos empeñamos en algo, menos lo conseguimos. De todo esto y de mucho más, hablaremos en esta Zona de Optimismo. Avancemos paso a paso.

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La carrera de Bico

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TERTULIA PNL

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Reseña de El mal de ojo en Toledo en ABC por Joan Gonper

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SIN PARACAÍDAS, SIN RETROVISOR

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TRISTEZA

No me ha quedado más remedio

que sentir la emoción prohibida.

La sensación desgarbada

que te seca los surcos de las lágrimas

hasta que notas las cuencas 

como cicatrices de heridas vacías.

 

Has escuchado tus bocanadas 

de pez moribundo

mientras resonaban los ecos 

de voces sabias

que te lo dijeron mil veces 

como las lenguas de doble filo.

 

Por inmersión, bajando a la fosa,

has iniciado un nuevo camino de descenso

que estaba obstruido por el miedo,

por la comodidad del intelecto.

 

Has dejado que tu sangre te acune 

con su modo salvaje,

pero lleno de amor

 

Al final te has permitido 

algo que estaba a un segundo de una elección

y que era tan sencillo

como dejar que la tristeza te cantara

con todo su blues.

 

 

EL CAMINO DE LA CNV

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No hacía falta escribir este poema

Todo mi mundo está poblado 

de una presencia inquietante y desgarradora.

De una huella contradictoria de amor y desamor. 

De una batalla sin cuartel entre la razón y el corazón.  

De un pulso que mi dimensión emocional ha perdido ya contra el logos,

aunque ella aún no lo sabe.

Es el debate entre los porqués estériles y los “paraqués” felicitantes.

Es la ironía del destino que regala vacío a un hombre lleno

(de vida, de proyectos y de sueños).

Es la tristeza encarnada y la rabia descarnada. 

Es el dolor obligatorio frente al sufrimiento opcional. 

 

Y todo para aprender lo siguiente:

 

que el ser humano está tejido de jirones de enigmas difícilmente desentrañables,

y que la vida está a tan sólo un nanosegundo de ponerse patas arriba. 

 

Pero para eso,

no hacía falta escribir este poema.

PROPÓSITO DE AÑO NUEVO

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MODIFICANDO EL CARTEL

REALIDAD CAMBIANTE

Toledo, panorámica

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¡NECESITO ESCRIBIR!

TRISTEZA

No me ha quedado más remedio

que sentir la emoción prohibida.

La sensación desgarbada

que te seca los surcos de las lágrimas

hasta que notas las cuencas 

como cicatrices de heridas vacías.

 

Has escuchado tus bocanadas 

de pez moribundo

mientras resonaban los ecos 

de voces sabias

que te lo dijeron mil veces 

como las lenguas de doble filo.

 

Por inmersión, bajando a la fosa,

has iniciado un nuevo camino de descenso

que estaba obstruido por el miedo,

por la comodidad del intelecto.

 

Has dejado que tu sangre te acune 

con su modo salvaje,

pero lleno de amor

 

Al final te has permitido 

algo que estaba a un segundo de una elección

y que era tan sencillo

como dejar que la tristeza te cantara

con todo su blues.

 

 

EL CAMINO DE LA CNV

10 frases a evitar: lenguaje que aleja

 

1.     Tengo que convencerte de…

2.     Tienes que…

3.     Te aconsejo que…

4.     Lo que tienes que hacer es…

5.     Esto es mejor que…

6.     Nunca… Siempre… Jamás… Nadie…

7.     Pero…

8.     Es por tu culpa…

9.     Me quejo de…

10.  Yo critico porque…

 

10 frases a incorporar: lenguaje que acerca

 

1.     ¿Qué sientes?

2.     ¿Qué necesitas?

3.     ¿Cómo te encuentras?

4.     ¿Qué puedo hacer por ti?

5.     ¿Cómo puedo ayudarte?

6.     ¿Qué te preocupa?

7.     ¿Quieres que acompañe?

8.     ¿Tú que piensas?

9.     ¿Cómo lo ves?

10.  Me alegro de verte.

 

No hacía falta escribir este poema

Todo mi mundo está poblado 

de una presencia inquietante y desgarradora.

De una huella contradictoria de amor y desamor. 

De una batalla sin cuartel entre la razón y el corazón.  

De un pulso que mi dimensión emocional ha perdido ya contra el logos,

aunque ella aún no lo sabe.

Es el debate entre los porqués estériles y los “paraqués” felicitantes.

Es la ironía del destino que regala vacío a un hombre lleno

(de vida, de proyectos y de sueños).

Es la tristeza encarnada y la rabia descarnada. 

Es el dolor obligatorio frente al sufrimiento opcional. 

 

Y todo para aprender lo siguiente:

 

que el ser humano está tejido de jirones de enigmas difícilmente desentrañables,

y que la vida está a tan sólo un nanosegundo de ponerse patas arriba. 

 

Pero para eso,

no hacía falta escribir este poema.

PROPÓSITO DE AÑO NUEVO

  1. Recuperar los amigos perdidos
  2. Volver a escribir poesía
  3. Romper mis escudos y escuchar jazz de nuevo
  4. Leer y releer hasta que me escuezan los ojos
  5. Madrugar y seguir haciendo deporte
  6. Organizar cenas en casa
  7. Escribir un par de libros perdidos en mi memoria 
  8. Expandir Adhara por la geografía
  9. Fumar hasta el día que me canse
  10. Cuidar a mi equipo cada segundo 
  11. Ir al trabajo en bicicleta
  12. Empaparme de arte por los cuatro costados
  13. Contribuir a la felicidad de las personas
  14. Comprometerme con aportar belleza al mundo
  15. Quedarme en las fiestas hasta el final
  16. Tener conversaciones auténticas sin tener que mirar el reloj
  17. Pasar de lo perfecto a lo suficientemente bueno
  18. Escuchar a mí yo esencial
  19. Trasnochar cuando sea necesario
  20. Hacer un curso de Clown y otro de cocina
  21. Tirarme en paracaídas 
  22. Conseguir más ingresos pasivos
  23. Hacer intervención social desde el arte
  24. Seguir creciendo cada segundo 
  25. Y claro está: encontrar una persona a la que pueda amar hasta que ambos perdamos el conocimiento.

 Pedro Pablo Salvador Hernández · Travesía de la Plata, 2 · 45001 · Toledo · 648180259 · ppsalvador@me.com