En el ajetreo de la escena se oían frases dispersas, mezcladas con Stormy Monday de T-Bone Walker en mi patio ajedrezado. “Si está oscura, abre un poco el diafragma, o sube la intensidad e los flashes”. La situación era bastante cómica. Podemos poner un reflector a mi izquierda. Sube el flash. Mientras Nacho sonreía con paciencia infinita, Yolanda se empeñaba en probar tonos de ropajes variopintos que sacaba de una caja llena de telas.“Esta no es la luz.” Uge, se empezaba a mover excitado, porque su sentido de la responsabilidad le impulsaba a las pruebas como un artista-científico- Kalashnikov en ciclos infinitos de ensayo y error, buscando la perfección. Levanta el trípode. Dani nos explicaba cómo el flash de la cámara estaba metiendo luz en la escena. Me tenía que haber traído la cámara. ¡Nikonistas! ¡Canonistas! Yo disparaba la cámara, un poco tieso desde una silla de madera. Desde la calle, debíamos parecer un secta de creativos fuera del tiempo. (They call it stormy monday) Mira a tu izquierda, levanta la cabeza. El terciopelo absorbe la luz. Ya estábamos disparando, iluminando, viendo a Yolanda ir de aquí para allá en plena forma.Pon ahora un fondo negro. A Dani dibujando esquemas de iluminación, a Nacho posando y controlando la cámara para la escena, a Uge matizando los reflejos del estudio improvisado… ¡Ahora! ¡Perfecta!
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