Stirling Maxwell, uno de los propietarios del cuadro en el pasado, llegó a proclamar que "Velázquez nunca lo sobrepasó". Es interesante comprobar que la autoría de esta Dama, que pudo
ser Juana de Mendoza, Duquesa de Béjar o Jerónima de las Cuevas (en el caso de que el lienzo fuera obra del griego) siga a día de hoy abierta.
Desde el equipo de trabajo del proyecto Theotokopoulos, queremos expresar nuestra fascinación incondicional por esta obra, sea quien sea su autor. Diversos colaboradores nos han
ofrecido su perspectiva personal. Cada uno acude a las fuentes que considera mas fiables y reflexiona desde su visión del tema, desde Pablo Sanguino que considera que la obra es del
griego desde una óptica simbólica e icónica que la identifica con El Greco como fenómeno que aúna a su escuela y sus talleres, hasta Federico Takkenberg que nos invitó a sumergirnos en el
misterio de la dama, a través de investigaciones rigurosas y fidedignas. Ciertamente se señalan con fuerza a cuatro posibles autores (incluyendo al cretense): Alonso Sánchez Coello, pintor de
cámara de Felipe II en España, muy centrado en los retratos; se especula con el propio Tintoretto, o incluso con Sofonisba Anguissola primera mujer pintora de éxito durante el renacimiento, que
curiosamente acabó en España trabajando estrechamente con Coello.
Los análisis estilísticos no son concluyentes, el museo de Glasgow, donde actualmente reside la dama del armiño, hace referencia al griego como autor oficial, pero no olvida a ninguno
de los autores anteriormente citados.
Mi opinión personal es que uno de los encantos de esta obra es precisamente es el secreto que se esconde tras ese rostro, la obra no perdería un ápice de su valor artístico si
finalmente se definiera su autoría, sin embargo el misterio, es sin duda un valor añadido al mito de esta belleza intemporal.
En Theotokopoulos, no hemos podido escapar al magnetismo del rostro de la Dama, por ello forma parte de nuestras obras seleccionadas para reinterpretarla y recrearla con el cuidado y el
esmero que merece.
Eugenio Hernández Vegue
MÁS INFO: www.toledogreco.es
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antonio (miércoles, 11 diciembre 2013 14:18)
Este cuadro no es de ninguno de los pintores citados, porque no es una pintura del siglo XVI sino del siglo XIX. De hecho es la mayor metáfora que conozco de lo perdidos que estamos en el mundo del arte, de la falta de una guía segura que nos libre de los espejismos. Esta dama es una representación romántica de la leyenda de la judía de Toledo, razón por la que cuando fue exhibida por primera vez en público en el Louvre en 1838 llevaba el título de 'La fille du Greco". Es una historia apasionante que tiene truco.